Prueba Volkswagen T-Roc, superando todas las expectativas
Indudablemente, el segmento más al alza actualmente es el de los SUV. Unos más grandes, otros más pequeños, unos más lujosos y otros menos, pero al fin y al cabo son los coches de moda y prácticamente en todas las marcas ya podemos encontrar al menos un modelo de este tipo. Volkswagen nos enseña su nueva apuesta por el SUV compacto, el T-Roc, y nos hemos ido hasta Lisboa para probarlo.
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Publicado: 30/10/2017 20:00
Volkswagen necesitaba un cambio de imagen. Un cambio necesario si su intención era continuar encabezando uno de los grupos más rentables del panorama automovilístico actual. Este giro de tuercas, significó una apuesta sobre nuevos modelos, así como renovar sus propulsores, tanto gasolina como diésel, e incorporar a su gama alternativas híbridas o incluso 100% eléctricas.
Además de esta vuelta de hoja a sus mecánicas, en la marca creyeron conveniente reorganizar modelos o incorporar algunos completamente nuevos. Y así será, para los próximos años, Volkswagen, espera desembarcar un buen lote de nuevos modelos, y nuevas carrocerías, además de incrementar los vehículos movidos por energías alternativas.
En el apartado reorganizativo de sus modelos existentes, pudimos observar como el Volkswagen Tiguan daba un salto cualitativo en su generación actual, situándose más cerca del Touareg. En la gama Tiguan actual podemos encontrar también la recién estrenada variante Allspace, que proporciona un total de 7 plazas, dos más que su variante de batalla corta. Por la parte alta de la tabla, la marca presentó un modelo desarrollado para el mercado estadounidense, el Atlas, subiendo así, un escalón por encima del Touareg en cuanto a tamaño. De este modo, Volkswagen, dejaba espacios vacíos en la zona de los SUV’s compactos para la incorporación de futuros nuevos modelos, un segmento en continuo aumento y de obligada incursión actualmente.
Un poco de historia
Antes de continuar, repasemos algo de historia del modelo en cuestión. Corría el año 2014 y en el Salón del Automóvil de Ginebra, Volkswagen mostró sus cartas para el futuro diseño de su nuevo SUV compacto. La idea era situar un SUV posicionado en el Segmento B-SUV, justo debajo del Volkswagen Tiguan. En aquella cita, el Volkswagen T-ROC Concept, no dejó indiferente a nadie, puesto que la marca mostró al mundo un modelo cuyo diseño no se parecía a nada visto previamente en la casa alemana. Este prototipo adelantaría los trazos del próximo rival para el entonces aclamadoNissan Juke.
Volvemos a nuestro año contemporáneo, aunque retrocedemos un poco hasta mediados de 2017. Volkswagen anuncia la presentación del T-Roc definitivo para el Salón del Automóvil de Frankfurt 2017, mostrándonos diferentes detalles del coche en varios teasers. Llegó la gran cita alemana y allí pudimos tomar buena nota del nuevo movimiento de ficha de Volkswagen, incluso os hablamos de él en un vídeo sobre mismo stand que la marca poseía en dicho salón. Y así llegó el nuevo integrante de la gama Volkswagen.
Echemos un vistazo al modelo
El Volkswagen T-Roctiene unas cotas más próximas al Golf que a su hermano mayor, el Tiguan. Posee una longitud total de 4.234 mm (exactamente 252 mm menos que el Tiguan) y una generosa batalla de 2.603 mm, la cual le otorga unos voladizos, tanto delanteros como traseros, de un tamaño muy comedido, (831 mm delante y 800 mm detrás) algo sustancial en un coche que pretende ser capaz de salir de la carretera para ensuciarse en una ruta offroad. Para culminar, el T-Roc posee una anchura de 1.819 mm (sin retrovisores) y una altura total de 1.573 mm.
Este modelo porta la misma plataforma modular MQB que también integran otros compañeros de gama como el Volkswagen Golf o el Tiguan. Gracias a esto, en el T-Roc encontramos un amplio habitáculo y uno de los maleteros más grandes del segmento, con un total de 445 litros, aunque si necesitásemos de un espacio extra, siempre podremos abatir los asientos traseros en una proporción 60:40 y aumentar nuestro volumen de carga hasta los 1.290 litros. He de mencionar que el volumen de carga del maletero se ve reducido hasta los 392 litros, si incorporamos la tracción total 4Motion.
Una vez apreciamos el modelo en vivo y en directo, nos damos cuenta de la gran similitud existente entre este y el Audi Q2, aunque, con los números sobre la mesa, el T-Roc, gana en proporciones. Es 65mm más alto, 25 mm más ancho y 43mm más largo, aunque ambos conservan prácticamente la misma medida de batalla.
El diseño exterior del T-Roc denota una vuelta de hoja al diseño SUV dentro de la marca alemana. Dicho esto, por supuesto, derrocha diseño puramente Volkswagen, no se puede negar tal hecho, pero sí que se aprecia en él, un pequeño riesgo asumido en el momento de realizar su diseño, cosa que nos gusta y agradecemos. Es un coche que de un vistazo aparenta ser mucho más grande de lo que en realidad sus cotas dicen que es.
La carismática gran parrilla delantera, es cuanto menos, vistosa y ejerce un poderoso acento sobre el carácter visual del coche. Los faros delanteros se encuentran completamente integrados en la estructura de ésta, unos trazos que nos recuerdan, que estamos ante la nueva imagen de marca de Volkswagen. Esta se encuentra perfilada por una pequeña línea cromada a través de todo perímetro de la misma.
Sin salirnos de su frontal, la curiosa forma y posición de las luces diurnas LED, son un claro acierto que dotan a este coche de una personalidad como pocos. Estas se sitúan justo debajo de los faros principales, en unos huecos que simulan una toma de ventilación al motor. Dichas luces circunvalan estas aberturas de forma trapezoidal. Debemos añadir que estas luces LED solo estarán disponibles de serie en el acabado Sport, y como extra opcional para el acabado Style. De no incorporar dicha opción, estos huecos, anteriormente mencionados, se rellenarán con una pequeña tira LED y la luz de intermitencia, mucho menos atractiva visualmente.
La línea lateral del T-Roc recalca el diseño robusto y musculoso de este SUV compacto
Continuando hacia su vista lateral nos percatamos de un diseño que recalca la robustez del modelo. Esta se ve acentuada gracias a una tira cromada que nos dibuja el contorno del mismo a través de su línea superior. Ésta comienza su andadura junto a los espejos retrovisores, en el pilar A y avanza por la zona superior del coche hasta concluir en la zona inferior del Pilar C. Y justo en este último pilar es donde debemos pararnos para mencionar que es donde se encuentra el gran parecido con el Audi Q2. Un pilar C que es significativamente más ancho que el resto, y que en este modelo, a diferencia de su primo de Ingolstadt, si va pintado del mismo color de la carrocería.
Una vez pasamos a la trasera, encontramos un marcado diseño de líneas horizontales que dividen a esta zona en tres niveles: Un nivel superior que incluye la luna trasera perfilada en sus laterales izquierdo y derecho por las líneas cromadas que veíamos en el lateral del coche. Un segundo nivel intermedio que agrupa ambos faros traseros de tecnología LED, así como el logotipo de la marca coronando el nombre del modelo T-Roc. Para acabar, encontramos el tercer y más bajo nivel, que incluye el parachoques con un diseño muy personal que abraza a los deflectores del tubo de escape (cromados para las versiones Style y Sport) y un difusor central.
Abrimos la puerta del conductor y nos adentramos en su interior. Lo primero que salta a la vista es su capacidad de personalización, pudiendo optar por una pintura para salpicadero acorde con la escogida para la carrocería, o si por el contrario, optamos por otro tono de color, tendremos a nuestra disposición un total de 4 colores diferentes que veremos más abajo. Esta opción solo estará disponible si escogemos el acabado Style. Para el acabado más básico estará disponible únicamente en Deep Black Matt.
El cuadro de instrumentos lo preside el granActive Info Display, nombre específico que otorga la marca a su famoso Digital Cockpit que cada vez vemos en más modelos del Grupo Vag. Esta posee un tamaño de 11,7 pulgadas completamente integrada tras el volante y en la que podremos ver toda la información de conducción a tiempo real, así como GPS, música, etc Este complemento lo encontraremos de serie en el acabado Sport y opcional para el Style.
En el centro del salpicadero, el sistema de info-entretenimiento viene integrado en una pantalla táctil de 6,5 pulgadas como accesorio de serie para las tres versiones de acabados. Un nivel por encima de ésta, se posiciona la opción de integrar el Composition Media, que incluye una pantalla de 8 pulgadas y reproductor de CD. La opción tope de gama viene integrado por el sistema Discover Media, en el que encontramos una pantalla de 8 pulgadas acristalada con módulo de navegación. Ambas opciones de 8 pulgadas son compatibles con Apple CarPlay y Android Auto.
Acabados del Volkswagen T-Roc
Aunque ya los hayamos nombrado anteriormente, vamos a hacer un pequeño repaso a los acabados que podrá equipar este SUV, aunque si queréis ver un repaso completo y en profundidad, no os podéis perder la guía de compra del Volkswagen T-Roc que realizó mi compañero Fran Valle hace unos días, de lectura obligada si estás interesado en adquirir este modelo. Veamos los distintos acabados de los que disponemos:
1 - Acabado Advance
Es el acabado básico que incorpora el T-Roc, aunque no por ello es menos recomendable para su adquisición, encontramos un alto grado de equipamiento de serie, como podría ser: el asistente de mantenimiento de carril, denominado “Lane Assist”, las lunas traseras y luneta trasera tintada, climatizador bizona o el asistente de velocidad de crucero adaptativo ACC con Front Assis, función de protección de peatones, etc Como podemos ver, no está nada mal para tratarse del modelo de serie. El precio de inicio para este acabado es de 23.500€.
El siguiente paso de acabados encontramos el acabado Style Advance, donde la marca ha querido hacer especial hincapié que se trata realmente del mismo acabado básico Advance pero aderezado con un toque de estilo diferenciador y personalizable, de ahí su apellido “Style”
2 - Acabado Style
Este acabado es especialmente recomendable, tanto por el nivel de personalización que podemos aplicar, como por su precio. Este parte de 24.100€, exactamente 600€ más que el modelo básico, lo que lo convierte en la opción más interesante de las tres. De serie podremos incorporar a nuestro T-Roc, la pintura bitono exterior y la personalización interior optando por 4 colores diferentes para nuestro salpicadero: Black Oak Brown, Ravenna Blue, Energetic Orange Metallic y Curcuma Yellow Metallic. Estas se equiparán conjuntamente con un detalle de color en la tapicería de los asientos, a juego con el color que hayamos escogido para nuestro interior.
3 - Acabado Sport
Este acabado se encuentra en la situación de ofrecer un mayor nivel de equipamiento, pero cambiando la capacidad de personalización del anterior, por un nivel más enfocado a la deportividad. Podemos ver como el acabado bitono exterior es una opción y en el interior no tenemos la posibilidad de escoger entre los 4 colores de acabado, sino solo por uno denominado Caribou Grey. En cambio, incorporando este acabado obtendremos de serie, la instrumentación digital, faros full LED, sensores de aparcamiento, cámara trasera o sistema Bluetooth con carga inductiva, por mencionar algunos.
Este acabado es considerablemente más caro al Style, lo que lo convierte en una opción muy completa, pero también muy cara. Con un precio de partida de 34.615€, según configurador de la marca, estamos hablando de una diferencia de precio con su predecesor, de casi 10.000€.
Próximamente tendremos opción de montar el paquete R-Line, junto a los acabado Style y Sport. Como viene sucediendo en este tipo de paquete dentro de la marca alemana, este introduce unos cambios estéticos meramente decorativos para sus modelos, y en el T-Roc no iba a ser menos. Parrilla de nuevo diseño acabada en color negro con el logotipo R-Line, nuevas llantas de hasta 19 pulgadas, ópticas traseras oscurecidas, nuevo diseño del difusor en color negro, etc son algunos de las incorporaciones de este paquete. Para su interior encontramos unas molduras de las puertas con logotipo R-Line, alfombrillas decorativas, o unos asientos con nuevas inserciones y costuras decorativas.
Motorizaciones
En el Volkswagen T-Roc nos encontramos un total de 5 opciones de motorización, 3 de gasolina TSI y 2 diésel TDI. Comenzamos por los de gasolina: La oferta para este carburante comienza con el motor tricilíndrico de 1.0 litros, que nos otorga un total de 115 CV y 200 NM, el cual solo se unirá al cambio manual de 6 velocidades y tracción delantera. En el siguiente escalón encontramos el motor 1.5 TSI de 150 CV en el que podremos optar a equiparlo con tracción delantera o total 4Motion, así como el cambio manual de 6 velocidades o la caja de cambios automática de doble embrague DSG de 7 relaciones.
Por último y como motor tope para la gama de gasolina, encontramos el 2.0 litros de cubicaje con 190 CV y 320 NM de par máximo. Este propulsor actualmente solo se comercializa en una edición limitada puesta a la venta a través de encargos por la web. Viene unido de serie junto a la caja automática DSG y la tracción total 4Motion.
Llegamos al turno de la ofensiva diésel donde encontramos 2 propulsores. El acceso a la gama de este carburante viene de la mano del 1.6 litros de cubicaje con una potencia de 115 CV y un par máximo de 250 NM, este nivel vendrá de la mano de la transmisión manual de 6 velocidades y la tracción delantera. El segundo motor es un 2.0 litros que rinde un total de 150 CV y 340 NM de par, para esta motorización tendremos la opción de equipar la tracción total así como el cambio automático DSG.
Todos los modelos que incluyan la tracción total 4Motion llevarán consigo el llamado 4Motion Active Control, una selector situado junto a la palanca de cambios, con el que podemos escoger entre 4 tipos de conducción dependiendo de nuestras necesidades:
- Street: el modo que más utilizaremos generalmente en nuestra conducción diaria. Dentro del mismo podremos optar por 4 modos:
- Eco: En este modo el cambio se realiza a bajas revoluciones, buscando el máximo nivel de economía de combustible. Posee el llamado efecto vela para cuando conducimos a una velocidad continua y soltamos el acelerador, el coche nos mantendrá, durante un tiempo a la misma velocidad con 0 consumo de carburante.
- Normal: Es un modo dedicado al confort en la conducción, ofreciendo un alto nivel de suavidad, tanto en la dirección como en la amortiguación.
- Sport: Aquí todo se vuelve más sensible. La dirección se endurece para darnos un mayor feedback con el terreno y encarar mejor las curvas. Igualmente, el acelerador también se sensibiliza y el cambio de marchas se realiza estirando cada una de sus distintas relaciones.
- Individual: En este modo podremos personalizar todos los parámetros del coche como la dirección, la amortiguación, o el cambio, haciendo de esta manera un modo completamente personalizado.
- Snow: Como su propio nombre indica, es un modo pensado para las situaciones en las que tengamos que circular con nuestro vehículo a través de la nieve. Desconecta el control de tracción y la dirección se vuelve muy sensible al tacto.
- Off-Road: Ajusta automáticamente el coche con unos parámetros para la circulación en terrenos angostos.
- Off-Road individual: Programa para ajuste individual de los parámetros del coche para el momento de encarar una zona desasfaltada.
Pongámonos al volante del Volkswagen T-Roc
Una vez hechas las presentaciones, os contamos como es ponerse a los mandos de este SUV. Para ello, nos hemos trasladado hasta Lisboa, para conocer a fondo y de primera mano este nuevo modelo del cuál tenemos grandes expectativas. La marca previamente ya nos había hablado acerca de su comportamiento dinámico, más parecido a un compacto que a un SUV, algo que queríamos comprobar su veracidad cuanto antes.
Una vez llegó el momento de ponerme tras el volante de este coche, mi primera prueba de conducción la realicé a bordo del T-Roc con el motor 2.0 TDi de 150 CV equipado con cambio automático DSG de 7 relaciones y tracción total 4Motion. Estéticamente destaca el acabado Style con una pintura azul para el cuerpo en combinación con el techo de color blanco, y para rematar una estética muy llamativa, incorporaba la opción Full-LED, que porta las luces diurnas LED más atractivas visualmente. Estéticamente había aprobado.
Entramos en el habitáculo del mismo, y sin lugar a dudas las dos cosas que más destacan de todo el conjunto es el salpicadero personalizable, este portaba un precioso tono Ravenna Blue en contraste con el negro de plásticos y tapicería. La segunda cosa que más me llamó la atención, por supuesto, la gigantesca pantalla de11,7 pulgadas del cuadro de instrumentos, así como la segunda pantalla de 8 pulgadas, perfectamente integrada en el centro del salpicadero. Un interior que denota personalidad.
Y justo aquí es donde apreciamos, el que podríamos considerar como el aspecto más mejorable en este coche: la calidad de sus acabados interiores. Como he dicho más arriba, el interior denota personalidad por cada uno de sus rincones, pero esto contrasta radicalmente con una calidad de acabados que no acaba de convencer, los plásticos duros recubren prácticamente la totalidad del mismo. Afortunadamente, es un aspecto reparable para próximas versiones o para el futuro restyling del modelo, simplemente incorporando un mínimo acolchamiento en sus puertas o salpicadero.
Nos ponemos en marcha en una ruta aproximada de unos 110 km que nos conduce tanto por población urbana, autopista o carreteras comarcales de más angosto trazado donde probar con más exactitud las capacidades dinámicas de este SUV. Comenzamos con un tramo de unos 20 km de autopista, aquí pudimos comprobar la comodidad del modelo para hacer largos viajes por este tipo de carreteras. Sus asientos se acoplan por completo a la espalda aumentando la sensación de comodidad. Para encarar la conducción en autopista seleccionamos el modo ECO, ya que es el lugar ideal para poner a prueba este modo.
A través de esta zona me impresionó particularmente la buena funcionalidad que tiene el Lane Assist o asistente para el mantenimiento del coche en el carril. Llevándolo conectado continuamente puede padecer de ser algo intrusivo para una conducción cómoda, pero hace muy bien su trabajo guiándonos sobre el trazado a la perfección, incluso a la hora de encarar curvas más cerradas y complicadas para este sistema.
También el llamado efecto vela hace realmente bien su trabajo, disminuyendo considerablemente el consumo medio total del coche hasta más de medio litro de combustible a los 100 kms. Conseguimos sacar una media de 5.4 litros a los 100 km. Nada mal si apreciamos que las cifras oficiales rondan los 5.1 litros de media, y generalmente establecimos una conducción normal, sin buscar hacer bajos consumos.
Continuamos la conducción y cambiamos de vía. El GPS que integra la gran pantalla de instrumentación, me indica que a partir de ahora tomaremos una ruta de carreteras secundarias que circula a través de distintas poblaciones. Perfecto para poner en marcha los distintos tipos de conducción. Como dato curioso, si incorporamos ambas pantallas en nuestro coche (11,7’’ de instrumentación y 8’’ de infoentretenimiento) el GPS solo podremos verlo en una de ellas, nunca en ambas a la vez.
Dejamos atrás la autopista, pero continuamos con el modo de conducción en ECO para continuar con nuestras comprobaciones, aunque una vez llegados a este tipo de carreteras es mucho más recomendable escoger el modo Normal o incluso el Sport. Colocamos el modo Normal y el confort se hace más patente, dejándonos con una dirección suave, una buena respuesta al acelerador, así como una dirección directa a la vez que cómoda. Podríamos catalogarlo como el modo ideal de conducción para este tipo de vías. Aquí el consumo se eleva considerablemente, hasta los 6.4 litros de media. Algo normal, ya que estas carreteras requieren de mucho freno/acelerador y esto adolece los datos de consumo.
El coche se siente con una estabilidad realmente buena cuando aparecen las curvas, además de poseer una aceleración de lo más efectiva para cuando sea necesario ejercer un adelantamiento, no tener ningún problema y realizarlo con suficiente confianza. El cambio DSG posee la opción de que el coche cambie automáticamente de marchas, o si preferimos ser nosotros los que coordinen el cambio, también existe esta posibilidad a través del clásico movimiento hacia delante o hacia atrás en la palanca para si quieres subir o bajar marcha, respectivamente. Además de esto, al incorporar este tipo de transmisión, vendrá acompañada de dos pequeñas levas colocadas tras el volante. El cambio a través de las levas o secuencialmente en la palanca es realmente rápido, efectuando la subida o bajada de marcha casi al mismo instante de ordenárselo.
El Volkswagen T-Roc sorprende a todos demostrando un dinamismo más típico de un compacto que de un SUV
¿Y qué hay del modo Sport para estas carreteras? Precisamente este modo viene realmente bien incorporado, dotando a este SUV de una respuesta mucho más inmediata al acelerador, y una dirección mucho más precisa. El coche destaca por su gran aplomo a la hora de tomar una carretera revirada. La tracción 4Motion hace bien su trabajo y este coche realmente se siente como si estuviésemos a los mandos de un modelo compacto más que en un SUV. Volkswagen no exageraba en sus comunicados cuando anunciaba tan buenadinámica. El coche prácticamente no balancea a su paso por curva, algo que agradeceremos con creces cuando encaremos un tramo de montaña.
Después de haber recorrido una buena decena de kilómetros por carreteras secundarias, retomamos la ya clásica carretera por la costa de Praia Do Guincho y la población de Cascais, dejándonos con unas estampas del coche espectaculares. Allí mismo, por una zona habilitada para el paso de vehículos, aunque no muy recomendada si no llevas un SUV o vehículo adaptado para estos terrenos, puse un poco a pruebas su habilidad para moverse por terrenos complicados.
A través del selector de modos de conducción, le digo a nuestro T-Roc que se ponga a punto para un terreno complicado. Las suspensiones adaptativas que incorpora el sistema 4Motion se ajustan automáticamente al terreno angosto por el que está a punto de cruzar, además de suavizar la dirección asistida y eliminar el control de estabilidad. Una vez realizado este sencillo paso, nos adentramos en el camino. Aquí, el T-Roc, nos demuestra de qué es capaz, y la realidad es que es capaz de mucho, demostrando que sus capacidades Off-road están listas para adentrarse en terrenos por los que pocos vehículos cruzarían.
Desde el puesto de conducción, no es un coche que se sienta muy alto, por lo que cuando te adentras en un terreno de este tipo, puedes pecar de cierta desconfianza y temor de que roce con alguna piedra en sus bajos, aunque en cuanto nos introducimos en este tipo de terrenos, queda patente de que es algo por lo que no tenemos que tener miedo, ya que el T-Roc se defiende realmente bien en estos terrenos y en ningún momento el coche rozó ni se acobardó ante ningún obstáculo.
Una vez hemos puesto a prueba al Volkswagen T-Roc con el motor diésel, es hora de probar qué tal se maneja el modelo más potente y tope de gama dentro de los motores de gasolina, el motor 2.0 litros de 190 CV y 320 NM de par máximo, que entrega toda su potencia a las 4 ruedas y con el cambio DSG, por lo que espero que la diversión y la deportividad estén a la orden del día.
Me pongo tras el volante. Arranco el motor, y un sonido bronco envuelve todo el coche. Suena bien. Inserto la D en la palanca de cambios y me pongo rumbo a una pequeña ruta para, ahora sí, probar las capacidades deportivas de este coche.
Nada más empezar a andar con este T-Roc, te percatas de que estás sobre una versión que puede aportar mucha diversión de conducción a un segmento en el que, generalmente, esto queda relegado a su mínima expresión. El coche demuestra fuerza, se mueve más ágilmente a través del trazado, el selector de modos de conducción también sobre el modo Sport hace que la dirección se vuelva más dura y precisa, además de hacer que el acelerador se muestre mucho más sensible.
El sonido que oímos es suave pero ronco. El modo Sport y el cambio DSG apuran las marchas hasta casi tocar la línea roja, momento en el que el coche nos muestra su sonido a máximas revoluciones, y he de decir que suena muy bien. Volvamos a hacerlo. Los 320 NM de par se comportan y son capaces de incluso sacar una sonrisa a su conductor. Estos serán entregados en su totalidad una vez superadas las 4.180 RPM y sus 190 CV entre el mismo número y las 6.000 RPM. Desgraciadamente ha llegado el momento de devolver a mi elevado amigo. Entrego las llaves a los responsables de la marca que allí se encontraban. Realmente ha hecho que me divierta al volante de un SUV, algo que no me habría imaginado antes de ponerme a los mandos de este coche.
En conclusión
El Volkswagen T-Roc es un coche que me ha dejado muy buen sabor de boca, del cual no me esperaba más que un nuevo SUV en el mercado cada vez más dominado por este tipo de vehículos. Los propios responsables de la marca nombraron los que, bajo su punto de vista, consideran los competidores de su nuevo modelo. Inciden sobre todo en el Audi Q2, aunque también cuentan con el Opel Mokka X, Fiat 500X o el Toyota CH-R, aunque este último no creemos que sea propio de competir con el T-Roc, ya que el nipón es más correcto situarlo en un nivel superior por sus medidas.
Como recomendación a la hora de adquirir este coche, os diría que todas las motorizaciones y acabados vienen realmente bien, inclusive el acabado de acceso a la gama (Advance), como os comentaba más arriba, equipa un buen nivel de opciones que en otro coche de la competencia encarecería con creces el precio final.
Si tu idea original es hacer largos viajes con comodidad y además poseer un coche con mucha personalidad, probablemente optaría por la opción del motor 2.0 TDI de 150 CV y acabado Advance Style, añadiéndole los extras de faros LED y la instrumentación digital.
Pero siendo objetivo, mis preferencias se decantarían por el motor de gasolina 1.5 TSI de 150 CV, propulsor en que la marca deposita sus principales previsiones de ventas. Un motor del que podemos sacar lo mejor de este SUV, tanto en suavidad y confort, como para el momento de sacar a relucir un modo más radical y divertido de movernos. Todo esto unido a un consumo de combustible muy comedido.
Como puntos negativos a este coche, pocos que destacar más allá de los mejorables acabados interiores. Si la marca se decide a solucionar este aspecto en su próximo restyling, realmente estarán poniendo en el mercado un SUV de los que hacen que disfrutes cada ruta, ya sea por carretera, arena o nieve, con una conducción tranquila o más deportiva. Sí, podemos decir que el Volkswagen T-Roc ha aprobado con una buena nota final.