Prueba del Volkswagen T-ROC 1.5 TSI, más que sobrado

El Volkswagen T-ROC es uno de los SUV más populares de la casa alemana. Un superventas que ha recibido una actualización en 2022 con interesantes mejoras en todos los aspectos. Lo ponemos a prueba para ver qué tal le han sentado los cambios.

Prueba del Volkswagen T-ROC 1.5 TSI, más que sobrado

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Publicado: 17/04/2023 17:00

Volkswagen ha sabido como pocos aprovechar el mercado SUV. Colocando varias unidades en cada categoría, algunos de sus modelos juegan a dos bandas con la intención de captar a clientes de un lado y de otro. El Volkswagen T-ROC lleva años ofreciéndose en el segmento B, aunque muchas de sus características son dignas de categorías superiores. Un SUV bien presentado que ha atraído a muchos compradores a lo largo de su corta, pero exitosa vida.

Volkswagen es poco dada a cambiar lo que funciona. En diseño, el T-ROC apenas cambia

Corría el año 2014 cuando Volkswagen presentó el prototipo que finalmente acabaría convirtiéndose en la primera generación del T-ROC. A mediados de 2017, aprovechando la celebración del salón de casa, el Salón de Frankfurt, el Volkswagen T-ROC se hizo oficial, e inmediatamente se convirtió en un modelo viral, superando en ventas a productos estrella de Wolfsburgo como el Volkswagen Polo o el Volkswagen Tiguan. A principios de 2022 se lanza una actualización.

Una renovación básica de cara a la segunda mitad de su ciclo comercial. Los alemanes quieren aprovechar la cresta de la ola y no cejan en su empeño de mantener actualizado a uno de sus modelos estrella. La competencia es dura y no se puede ceder ni un milímetro o los rivales te comen. Rivales de un segmento B-SUV que han ganado mucho protagonismo. El T-ROC tiene que plantar cara a figuras ilustres como el Hyundai KONA, el Toyota C-HR, al Toyota Yaris Cross, al KIA XCeed, al SEAT Arona, al Renault Captur y al Peugeot 2008, entre otros.

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Tras el mercado C-SUV, los crossover utilitarios son los más valiosos en cuanto volumen de ventas, y de ahí que Volkswagen haya decidido apostarlo todo a la categoría con no uno, ni dos, sino tres modelos diferentes: T-ROC, Volkswagen T-Cross y Volkswagen Taigo, el que podría tacharse como el formato cupé del SUV que centra esta prueba. Pero vamos a centrarnos en el renovado T-ROC para ver qué tal le sientan los cambios recibidos a principios de este mismo año.

Volkswagen T-ROC 2022 - Estética

Los alemanes no son nada dados a arriesgar con los diseños, y mucho menos con uno que saben que funciona desde el principio. El T-ROC gusta mucho por su atractiva estética, musculosa, pero elegante a partes iguales. En la actualización se ha mantenido la estructura general y se han aplicados cambios precisos para no alterar nada sensible de perder atractivo. Parachoques, faros, llantas y pinturas reciben casi toda la atención.

Proporciones muy equilibradas para un SUV que ataca a dos segmentos

Con tres líneas de acabados: Life, R-Line y R, el Volkswagen T-ROC demuestra madurez y un poco de aventura gracias a sus típicos detalles SUV como los plásticos negros que cubren toda la parte inferior del vehículo. Las pinturas de dos tonos ponen el toque juvenil y desenfadado, mientras que las molduras cromadas aportan elegancia. Un conjunto muy equilibrado que es rematado por toques deportivos como llantas de has 19 pulgadas (nada recomendables).

Volkswagen T-ROC 2022 - Interior y habitabilidad

De puertas para dentro las modificaciones son más llamativas. La estructura del salpicadero cambia por completo ya que la pantalla de hasta 9,2 pulgadas deja de estar insertada en la consola y pasa a "flotar" sobre el salpicadero al estar únicamente anclada en su base. Un cambio bastante más profundo de lo que cabría esperar por parte de una marca con alergia a semejantes modificaciones drásticas. El cambio es a mejor ya que la pantalla va más alta, es más fácil manejarla, y no desvía tanto la atención de la conducción.

Ese sencillo cambio ha obligado a reposicionar y a modificar muchos elementos de la consola central, como las salidas de ventilación o el módulo del climatizador. Como siempre ocurre en Volkswagen la ergonomía es excelente, todo queda a mano, y aunque la cantidad de plástico es elevada, la calidad de fabricación es bastante buena. El único inconveniente lo sigo encontrando en un climatizador táctil que no produce ninguna respuesta aptica y que obliga a revisar cada modificación que realizamos. Mejor una rueda analógica.

La digitalización toma el control con pantallas de gran tamaño

Conviene recordar que el T-ROC emplea la plataforma MQB, la misma que usa el Volkswagen Golf o su hermano mayor el Tiguan. Sin embargo, las medidas se recortan para ajustarse correctamente a la categoría de los utilitarios. De sus 4,25 metros de largo, 2,59 metros se destinan a la distancia entre ejes. Con una capacidad máxima para cinco pasajeros, lo ideal será no sobrepasar los cuatro ocupantes adultos, que de por sí ya irán algo justos. La plaza central es prácticamente inutilizable.

El acceso es cómodo, aunque no tanto la salida por culpa de una puerta que debería abrir unos grados más. No es el SUV ideal para personas mayores o de movilidad reducida. En cuanto a capacidad de carga sí que hay que reconocer que hablamos de un baúl excelente en medidas y proporciones. 445 litros de capacidad mínima con un doble fondo muy generoso y unas formas rectas que facilitan el acceso a objetos de gran tamaño. A máxima capacidad, con la segunda fila abatida, el volumen alcanza los 1.290 litros.

Volkswagen T-ROC 2022 - Equipamiento

Por tamaño y capacidad de carga el T-ROC puede atraer a clientes de los segmentos B y C-SUV, aunque en cuestión de tecnología y sistemas de a bordo bien puede catalogarse de un modelo bien dotado. No se deja ni uno solo de los cachivaches disponibles en el extenso almacén de piezas del Grupo Volkswagen. La dotación de serie es elevada, pero más si cabe en la versión R-Line de la unidad de pruebas. Mucho equipamiento de base y una completa lista de opcionales que resultan de todo menos económicos.

La pantalla principal de hasta 9,2 pulgadas pasa a flotar en el salpicadero

En la lista de extras incorporados destacan elementos como asientos deportivos de cuero y eléctrico el del conductor (2.725 €), llantas de 19 pulgadas Misano (480 €), pintura metalizada de dos colores (1.235 €), faros de LED matriciales IQ.LIGHT (1.735 €), paquete de asistentes de seguridad con nivel dos de conducción autónoma (885 €), techo panorámico corredizo (1.205 €), equipo de sonido Beats Audio (490 €) y sistema de navegación Discover Pro con pantalla táctil de 9,2 pulgadas con Streaming & Internet (1.470 €).

Como podrás ver son cuantías poco discretas que se suman a un precio de partida de por sí elevado. A pesar de ello hay que reconocer que toda la tecnología resulta muy llamativa. No puedo pasar por alto la instrumentación digital, de serie en el acabado R-Line, el acceso y arranque sin llave, volante multifunción, asientos delanteros calefactados, tomas USB, cámara de aparcamiento trasera, cargador por inducción (no apto para iPhone), conectividad inalámbrica Android Auto y Apple CarPlay, y mucho más. Por cosas no será.

Volkswagen T-ROC 2022 1.5 TSI - Prueba dinámica

Para esta prueba hemos optado por una de las versiones mecánicas más comunes por parte de los compradores. Se trata de la conocida versión 1.5 TSI de gasolina con motor de cuatro cilindros turboalimentado. Gracias a un bloque de 1.498 centímetros cúbicos ofrece 150 caballos de potencia ente las 5.000 y las 6.000 revoluciones y 250 Nm de par motor entre las 1.500 y las 3.500 vueltas. Acoplada al bloque encontramos una transmisión DSG automática de siete velocidad que supone un extra adicional de 1.430 euros.

Por ese precio sí es recomendable montar una caja de cambios que encaja perfectamente con el motor y con el coche. Aporta comodidad y prestaciones, y aunque a baja velocidad y en frío dé pequeños tirones, el comportamiento general es bueno. Mediante levas tras el volante podemos operar la caja de forma manual, o seleccionando el modo secuencial en la palanca del túnel central. Buena opción por precio.

La opción del cambio DSG es muy recomendable por poco más de 1.000 euros

En cuanto al motor, hay que reconocer que el T-ROC va muy sobrado con los 150 caballos del 1.5 TSI. Se puede decir claramente que corre, y corre mucho. No tiene problemas en los escenarios más exigentes como adelantamientos en carreteras secundarias o en incorporaciones a vías rápidas. Cuatro modos de conducción: Eco, Normal, Sport e Individual, permiten ajustar la respuesta de componentes como la dirección, la sensibilidad del acelerador o la frecuencia de cambio de la transmisión.

Opcionalmente se puede seleccionar una suspensión adaptativa (630 €) que permite modificar el comportamiento de la suspensión. No creo que sea necesario sumar más gastos a la factura, aunque siempre está bien que se dé la opción tenerlo. Aunque sea un B-SUV el Volkswagen T-ROC no tiene miedo de los largos viajes y las carreteras rápidas, aunque se siente más cómodo en terrenos sencillos. Por supuesto nada alejarse del frío asfalto ya que las cotas todoterreno son bastante pobres como para aventurarse por el campo.

Las plazas traseras son algo justas, aunque dos adultos pueden ir con cierta comodidad

Aunque aporta mucho aplomo en carretera a alta velocidad, va firme y seguro, a la hora de exigirle un poco más se pone algo nervioso. La suspensión delantera tiende al rebote en la curva, mientras que el eje trasero es demasiado seco en su respuesta. No es ni deportivo ni cómodo, por lo que se queda en un punto intermedio que no lleva a nada. No es un coche para "curvear", y tampoco es especialmente cómodo o silencioso en autopistas, aunque en ese caso mucha culpa proviene de una llanta excesivamente grande.

A la hora de hablar de consumos, las elevadas capacidades del T-ROC 1.5 TSI suponen que el gasto medio rondará los 7 o 7,5 litros a los 100 kilómetros. Es un consumo algo elevado para tratarse de un SUV de 4,25 metros, pero entra dentro de los límites normales. No hay motores diésel, por lo que la cifra no va a variar mucho con otros motores de la gama. Al fin y al cabo hay que pagar un peaje por las buenas prestaciones. Cumple con todo, aunque con un tamaño de llanta menor seguramente sea mucho más cómodo.

Las llantas de 19 pulgadas restan confort y aumentan el ruido a alta velocidad

Entiendo perfectamente a quien opte por un T-ROC. Se trata de un SUV muy bien presentado con sobradas cualidades para ofrecer buen comportamiento en ciudad y en carretera. Puede ser un único coche familiar para parejas o un segundo vehículo para familias con hijos. Ahora bien, la factura de compra es elevada. El precio de salida del Volkswagen T-ROC 2022 R-Line 1.5 TSI DSG es de 36.785 euros, sin ofertas o promociones. Es mucho dinero por un B-SUV, se mire por donde se mire. Para mí lo peor del coche sin duda alguna.

Volkswagen T-ROC 2022 1.5 TSI - Conclusiones

No es de extrañar que el T-ROC sea un superventas, tiene todo para serlo. Diseño atractivo, mucho equipamiento, buenas prestaciones, y buena reputación. Solo con eso la gente ya debe estar convencida para comprarlo. Sin embargo, el equilibrio del coche no es del todo acertado, el elevado ruido de la rodadura puede ser molesto en viajes largos y, sobre todo, el precio se antoja excesivo para un coche de 4,25 metros.

El T-ROC es una opción muy buena para el segmento B con características del C
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