Prueba Volkswagen Touran 1.6 TDI, un monovolumen para conquistarlos a todos

Ponemos a prueba uno de los monovolumenes más vendidos del mercado La variante Advance con el motor diésel 1.6 TDI de 115 CV y cambio manual de seis velocidades Su precio de salida se sitúa en 29.740 euros para el este acabado

Prueba Volkswagen Touran 1.6 TDI, un monovolumen para conquistarlos a todos

20 min. lectura

Publicado: 04/08/2016 09:00

El Touran estrena mirada y diseño. Una evolución que consigue mostrar un aspecto más dinámico

Volkswagen siempre ha tenido el concepto de familia impregnado en su ADN. Siempre ha tenido esa filosofía de movilizar a las clases medias. De ese concepto tan socialista y popular llegó el Escarabajo original. A día de hoy Volkswagen sigue contando con un marcado acento familiar, de hecho como todos sabréis su propio nombre significa "el coche del pueblo". Un apelativo que en este momento pocos modelos de la marca representan tan bien como el coche que hoy os traigo a prueba: el Volkswagen Touran 1.6 TDI.

La compra de un monovolumen nunca es algo pasional o sentimental. No es un capricho vaya. Es más bien una necesidad. Algo que familias necesitan como el comer. Y esto ha hecho que durante muchos años el segmento de los monovolúmenes haya sido aburrido,tanto desde el punto de vista estético como dinámico. Su función principal es ofrecernos todo aquello que un coche convencional no logra, ni siquiera los mal denominados SUV que ni pueden acercarse a las cotas de habitabilidad de modelos como el Volkswagen Touran.

Hay que decir que a pesar de que el Touran se fabrique desde el 2003, estamos ante la segunda generación que pisa el asfalto. Sí, parece mentira, pero Volkswagen consiguió estirar el modelo anterior durante más de 12 años, y oye, las cosas no les fueron mal. Sin embargo el mercado puja de manera fuerte y los rivales se agolpan en las puertas de los de Wolfsburgo con productos a la altura del que yo siempre he considerado el mejor monovolumen del mercado. Algo que atestiguan los más de dos millones de unidades vendidas en Europa en estos años.

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Así que estamos ante una nueva generación, de hecho no comparte nada con su predecesor. El Touran lo estrena todo, desde el chasis hasta la tecnología, pasando por el diseño. En este punto hay que decir que no hay nada escrito, pero que sí tengo que reconocer lo evidente, y es que el monovolumen compacto de Volkswagen ha mejorado cuantiosamente con respecto a su predecesor en el apartado estético. Un estilo más afilado, más agresivo, con un morro bajo y unas nervaduras más marcadas que si bien siguen sin hacer el coche espectacular a la vista, por lo menos nos alejan de las habituales líneas monovolumen que hemos conocido.

En cuanto a sus llantas, la verdad es que Volkswagen apenas ha tocado lo existente

Obviamente todo en el exterior es nuevo, aunque las llantas apenas han recibido cambios. Los principales puntos de interés residen en el aspecto general. Este Touran es más dinámico, visualmente hablando, que su predecesor. Una vez más Volkswagen ha correspondido dando más importancia a la función que a la forma, algo por otro lado obligado dado el segmento ante el que nos encontramos. Lo importante del Touran está en su interior, así que vamos allá.

La experiencia de Volkswagen a la hora de fabricar coches prácticos resulta fácil de reconocer. Un trabajo sensacional

Si quisiera resumirlo de una manera rápida y sencilla diría que el interior del Touran es exactamente igual al de otro Volkswagen. Se respira la misma sensación que a la hora de entrar en un Volkswagen Golf o en un Volkswagen Passat. Es decir, notas desde un primer momento que la fabricación es buena, que todos los ajustes son muy buenos, mejores que los de la generación pasada por cierto, y que todo está donde debe estar. Algo que compruebas nada más sentarte en el puesto de conducción.

Es increíble el trabajo de los alemanes en este aspecto. Encontrar la correcta postura de conducción es tremendamente sencillo, ya midas dos metros como 1,70. Tan solo necesitas unos ajustes del asiento y el coche parece encajarse contigo de forma impresionante. Así que un punto a su favor. Por otro lado ya me lo esperaba, así que ninguna sorpresa. Cuando tocas el salpicadero te das cuenta que la parte superior es más suave y acolchada que la inferior. Se vuelven a abusar de los plásticos, pero sí que es cierto que estos son de mejor calidad y menores. Algo que se puede entender dado el cliente tipo de este coche.

Un interior sobrio te da la bienvenida, aunque todos los elementos están donde deben

Algo que me gusta y que Volkswagen ha sabido corregir con respecto a la generación anterior es la posición de la pantalla. Vuelvo a repetir que es la misma que encontramos en otros productos, no solo de la marca, sino de todo el grupo. Ahora está por encima del puesto de climatización por lo que su manejo es mejor, teniendo que desviar menos la mirada de la carretera. En cuanto a esto hay que decir que es una pantalla de 6,5 pulgadas que viene desde el acabado más básico y cuyo manejo táctil es tan rápido como intuitivo.

Como ya he dicho al principio, un monovolumen tiene que ser capaz de destacar por un solo aspecto: espacio. Mi recomendación es que si necesitas o quieres espacio, compra espacio no tamaño. Me explico. Un SUV por ejemplo puede presentar las mismas cotas que el Touran, pero será imposible que éste lo iguale en términos de espacio interior y habitabilidad. De hecho no solo pasa con los SUV, sino con cualquier otro coche del mercado, pues es impresionante el espacio que el Touran ha logrado en su interior con el cambio de plataforma.

Habitualmente decimos que son las plazas delanteras las que gozan de un mayor espacio, esto es así en el Touran, pero ojo, porque las plazas traseras no se quedan cortas. La segunda fila es regulable en longitud, por lo que nos permite adaptar el coche a nuestras necesidades. Que requerimos más espacio de maletero, fila al frente. Que no, fila atrás. Tan sencillo como tirar de la palanca y desplazar el asiento. Por cierto Volkswagen ha decidido cambiar el viejo sistema de asientos. En el pasado el Touran presentaba una segunda fila completamente extraíble, ahora ya no, y la verdad es que no lo echas menos porque su plegado es mejor.

El espacio para las piernas es más que generoso, no hay problema en ninguna de sus cotas

La nueva generación también incluye de serie los 7 asientos. Opcionalmente, sin coste alguno, se pueden suprimir, pero la verdad es que yo no me lo plantearía. Sí que es cierto que al añadir asientos al coche se pierden ciertas ventajas, como la rueda de repuesto de tamaño normal, o unos litros de maletero. Sin embargo es el típico accesorio que aunque no uses de forma habitual agradecerás si en alguna ocasión lo necesitas. Le da más polivalencia sin lugar a dudas.

Para entrar a esa tercera fila de asientos tan solo tendremos que echar mano de la pestaña de los asientos de los extremos de la segunda fila y rápidamente éstos se abaten y desplazan hacia delante abriendo así un espacio que todo sea dicho de paso es bastante generoso. Es una de las terceras filas más prácticas y accesibles que he visto. Eso sí le pasa lo mismo que a todas, el espacio para las piernas sigue siendo muy justo, aunque un adulto de estatura media puede hacerlo con cierta comodidad siempre y cuando la segunda fila se desplace un poco hacia delante.

Por último, en cuanto a habitabilidad se refiere, el maletero. Más que un maletero como tal es una caja, un arcón. Sus formas rectangulares permiten una fácil y cómoda entrada y salida de objetos. En cuanto a dimensiones nos encontramos con un mínimo de 137 litros, cuando los siete asientos van desplegados, 633 cuando la tercera fila va camuflada, y un máximo de 1.857 litros cuando echamos abajo todos los asientos traseros, quedando entonces un espacio de carga completamente liso. Por último el asiento delantero tiene función de plegado, por lo que se abate al igual que la segunda fila. De esta manera podremos introducir objetos exageradamente largos.

El maletero, con sus grandes proporciones es un cofre en sí mismo. Un gran espacio bien recibido

Saltando al apartado tecnológico podemos decir que el Touran ha entrado en el siglo XXI de cabeza con una gran cantidad de sistemas, asistentes y dispositivos. Algo que a día de hoy se considera casi esencial. La cantidad de gadgets a contemplar son tremendos. Entre la lista de opcionales yo personalmente te recomiendo que optes por los siguientes elementos:

  • Climatizador tri-zona - 395 euros
  • Control de distancia de aparcamiento - 535 euros
  • Faros LED High - 1.285 euros
  • Regulación automática de luces de carretera (Light Assist) - 145 euros
  • Control de crucero adaptativo con función freno - 405 euros
  • Cambio DSG - 2.000 euros

Para mí estos son los elementos más destacados que podemos sumar al equipamiento del Touran. Hay que decir que parte de ellos no son seleccionables en el acabado más básico, pero también te digo a título personal que el acabado intermedio, de los tres que tiene: Edition, Advance y Sport, es el más equilibrado. El nivel de acceso es correcto, aunque debería traer consigo más elementos además de la pantalla central. El más alto sí que aporta ciertas cosas interesantes, pero dado el carácter general del coche, algunas de ellas son poco utilizables, como los modos de conducción.

La pantalla de 6,5 pulgadas viene de serie y su manejo es tan sencillo como intuitivo

Así que el acabado intermedio es por el que apostaría. Aunque debo reconocer que el equipamiento básico es mejorable. No se me mal interprete, trae todo lo que podemos necesitar, más si tenemos en cuenta la promoción que viene, pero en este aspecto algún rival puede mojarle la oreja fácilmente. Eso sí, debes tener en cuenta que el precio base es de 29.170 euros, un precio alto si lo comparamos con el resto de modelos del segmento. Siendo únicamente superado por el BMW Serie 2 Active Tourer.

Prueba Volkswagen Touran 1.6 TDI

Bien, dejando a un lado temas ajenos a la conducción, es hora de entrar a analizar la versión mecánica que se postula como la más vendida en nuestro país. Hablo del bloque de cuatro cilindros con 1.6 litros de cilindrada con 115 CV y cambio manual de seis velocidades. Teóricamente un monovolumen no está hecho ni para correr ni para ser conducido de forma agresiva. Sin embargo los avances en temas de chasis y ajustes permiten que a día de hoy un MPV se conduzca de forma muy semejante a un compacto.

Lo primero que te das cuenta al conducir el Touran es que está muy equilibrado. Volkswagen borda este tipo de coches. Es cómodo con una suspensión que tira a un punto blando pero que aun así permite mucha sujeción en las curvas. El trabajo de puesta a punto es realmente bueno, pues nos permite circular de forma cómoda, absorbiendo baches y badenes, a la vez que si le imprimimos un poco más de ritmo puede llegar a sorprendernos a la hora de entrar en curva, donde eso sí sacará a relucir un subviraje. Algo completamente lógico por otro lado.

Si te lo puedes permitir, te aconsejo el DSG, pero la verdad es que el manual va muy bien

Así que sí, el Touran es cómodo. Su rodar es muy suave, más que el de su antecesor. Su bloque es además más refinado. Las mejoras introducidas en este motor de sobra conocido han servido para que el Touran gane un punto de refinamiento. Es un coche ideal tanto para la batalla del día a día como para los largos viajes. Su alma de rodador sale a relucir en cuanto pisas la autopista y engranas la sexta marcha.

Dinámicamente es un monovolumen, con un centro de gravedad alto y perezoso. Aun así se mueve con cierta soltura en carreteras reviradas

Hay que decir que el bloque TDI 1.6 ha ganado 10 caballos más con respecto a su predecesor. La ganancia no es exagerada, y en cierto modo sigue quedándose un poco corta para ciertos momentos. Si vamos a circular de forma habitual con mucha carga o con siete pasajeros, al igual que si nos vamos a mover por puertos de montaña, mi recomendación es que optes por el escalafón de potencia superior, de 150 CV. Pues de no hacerlo tendrás que echar mano muchas veces al cambio llegando a desesperarte. Si por el contrario estos casos no son habituales para ti y eres más de autopista y manta, la opción de 115 CV debe ser tu elección.

Al motor de la prueba encontramos un cambio manual de seis velocidades. Tengo que decir que una vez más me sorprende el trabajo de los chicos de Volkswagen en este campo. Además de ser suave y preciso en sus recorridos, la caja de cambios sabe aprovechar perfectamente todos y cada uno de los caballos del motor. Tanto que en ciertos momentos parece tener más de los que se especifican en la ficha técnica. Un gran trabajo, aunque seguiría apostando por el impecable DSG de siete velocidades. Una opción cara lo sé, pero vale hasta el último céntimo.

Tras años estirando la primera generación, esta segunda llega en el mejor momento y de la mejor forma

Uno de los cambios más significativos del Touran es su mejora en términos de ahorro y consumo. Fue una de las cosas que más me han llamado la atención. Volkswagen homologa un gasto mixto de 4,4 litros a los 100 kilómetros. Sin bien estos no terminan de salir, los datos reales no se alejan en exceso. De hecho se puede rodar con un gasto muy próximo a los 4 litros sin problema alguno. En algún viaje por autopista he llegado a ver el 4,2. En ciudad se rondan los seis, y en el cómputo global de la semana la media quedó en 5,2 litros. Una cifra excelente la miremos por donde la miremos.

Conclusión

Volkswagen se ha visto obligado a renovar el Touran dado el avance de rivales, tales como el Opel Zafira Tourer o el Citroën C4 Picasso que ya hemos probado. Sin embargo la respuesta de los alemanes ha sido más que contundente poniendo sobre la mesa el mejor monovolumen del mercado. Se ha mejorado todo lo existente, que era mucho, sin que por ello se haya perdido una sola de las cualidades. Sus armas más poderosas son el espacio y la habitabilidad. Presenta muchas ventajas con respecto a un SW, aunque el diseño no es uno de ellos.

En el apartado dinámico el Touran sorprende por su comportamiento en todo tipo de situaciones, aunque presenta un marcado carácter rutero. La versión 1.6 TDI puede quedarse corta para algunos, pero sin lugar a dudas será la opción más demandada. Eso sí, todo tiene un precio, y el Touran no es barato. No al menos si lo comparamos con los rivales generalistas. De largo es el más caro, pero hay que reconocer que por todo lo que he comentado antes lo vale. El líder y la referencia del segmento una vez más.

La filosofía original de Volkswagen sigue presente. Coches funcionales para un público funcional

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