Prueba Volvo XC40 T5, ¿el mejor C-SUV premium? (con vídeo)

Probamos el Volvo XC40 T5, la configuración más potente de toda la gama del nuevo C-SUV de la marca sueca. Con un motor de gasolina de 247 caballos de potencia el T5 es mucho más de lo que podemos necesitar, aunque eso conlleva algún que otro problema.

Prueba Volvo XC40 T5, ¿el mejor C-SUV premium? (con vídeo)

22 min. lectura

Publicado: 13/07/2018 20:00

Desde que llegara al mercado el primer XC90, Volvo vive un idilio con los SUV. Sin embargo nunca habían prestado especial atención al segmento de mayor expansión en el mercado europeo. Me refiero obviamente a los C-SUV, a coches con esa apariencia campera que están por debajo de los 4,5 metros de longitud. Sin embargo ese problema ya se ha subsanado, y desde hace unos meses ya dispone de un modelo para competir entre el mercado premium. El modelo en cuestión es el Volvo XC40 el cual ya he tenido ocasión de probar en su variante T5.

Cuando hablamos de un modelo en particular solemos hacer referencia a su predecesor para así determinar cómo ha resultado la evolución. Sin embargo en este caso no hay modelo anterior. El XC40 nace en colaboración con Geely, el fabricante chino propietario de la marca sueca, es el tercer SUV de Volvo, y dada su longitud de 4,42 metros, entre sus rivales encontramos al Audi Q3, al BMW X1, al Mercedes GLA, al Range Rover Evoque y al nuevo Jaguar E-Pace.

A la hora de diseñar el XC40 los desarrolladores tuvieron muy claro desde el principio que tenía que ser diferente a sus hermanos mayores. Si bien el Volvo XC60 y el Volvo XC90 son los más sobrios, el XC40 es algo diferente, más juvenil podríamos decir. Sigue recordando a un Volvo pero en este caso la estética no es exactamente igual a la de sus hermanos. Sirva como ejemplo la parte delantera. La parrilla en este caso es más pequeña, más estrecha, y las nervaduras del capó son mucho más notables. Eso sí, sigue presentando toques propios de la marca, como los luces diurnas de LED con la forma del Mjolnir, el martillo de Thor.

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La imagen del XC40 es similar a la de sus hermanos, pero no exactamente igual

Una de las primicias que estrena el Volvo XC40 es la pintura bitono, es la primera vez que Volvo da esta opción en uno de sus coches, aunque la unidad de pruebas no la traía. Se trata de un elemento opcional, 545 euros, en los acabados Base, Momentum e Inscription, donde será posible escogerlo en blanco, y llega de serie en el nivel R-Design donde viene en negro de forma obligatoria. En cuanto al resto del lateral destacar tres detalles más.

El primero es esta bandera de Suecia que sale de la tapa del motor. Un detalle chulo que esperemos que no se convierta en un objeto de culto para los amantes de lo ajeno. Otro es el tamaño de las llantas, que puede oscilar entre las 17 y las 21 pulgadas. Y el otro es la forma de las puertas traseras. Volvo ha optado por crear una línea que resulta muy poco común pero que en realidad provoca que la ventanilla sea muy pequeña reduciendo así la luminosidad de la fila trasera.

En cuanto a la parte trasera vemos como también se ha procurado crear un espacio diferente. Abundan las líneas horizontales, que dan esa sensación de anchura y empaque. Los faros son alargados y en "ele", como los tradicionales de la casa, aunque en este caso van hacia fuera y no hacia el propio maletero. Y resulta curioso que la placa de matrícula no va ni en el portón ni en el portón ni en el parachoques, sino en un espacio entre medias de ambos.

La trasera es simple pero resultona, con poco elementos pero muy llamativos

El portón del maletero dispone de apertura eléctrica y sin manos, aunque es un extra de más de 400 euros. Una vez abierto observamos que la boca de carga no está especialmente alta, lo que facilita la carga y la descarga. El volumen mínimo es de 460 litros, no es el mejor de su categoría, y el máximo es de 1.336 si abatimos la segunda fila de asientos. La maniobra puede realizarse o bien desde los propios asientos o bien, si pagamos 240 euros más, podremos hacerlo desde unos prácticos y cómodos botones. Además decir que por todo el baúl encontramos detalles interesantes, como estos sujetabolsas.

Y es que si hay algo de lo que va sobrado este XC40 es de espacio. Huelga decir que las ocupantes delanteros serán los que más disfruten, pero los traseros no lo van a pasar nada mal tampoco. El acceso a las plazas traseras es muy bueno, algo elevado para personas de movilidad reducida, pero con altura suficiente para no dar en la cabeza. En cuanto a las tres plazas en sí, decir que se ofrece un buen espacio para las piernas, de sobra, lo mismo que para la cabeza. El quinto pasajero también tendrá de un hueco suficiente, aunque tendrá que viajar con las piernas abiertas dado que se topará con un túnel de transmisión algo elevado.

Desde hace años el concepto de diseño de Volvo para la creación de interiores ha cautivado a muchas personas. Yo soy una de ellas. El estilo minimalista se combina con materiales y acabados de calidad. Pero por supuesto no podemos olvidarnos del factor tecnológico, que en este caso viene representado por dos pantallas que vienen de serie en todos los acabados. La primera de ellas, la principal, es la de la consola central, a través de la cual realizaremos todas las operaciones del coche. La segunda es el cuadro de instrumentos digital, que vuelvo a repetir llega de serie.

Profundizando un poco más en la carga de equipamiento del XC40 la lista es sumamente impresionante. Cuenta con todos esos elementos que hoy ya consideramos esenciales en un coche de categoría premium. Asientos delanteros y traseros calefactables y con regulación eléctrica, techo solar panorámico, navegador, sensores de aparcamiento, luces y lluvia, equipo de sonido Hardam/Kardon, y por supuesto un equipo de conectividad de última generación para Android Auto y Apple CarPlay que además incluye un cargador por inducción. Solo se echa en falta el Head-Up Display.

El interior presenta un nivel de acabados excepcional, con buenos materiales y ajustes

Como buen Volvo que se precie, el XC40 trae consigo una larga lista de elementos de seguridad tanto activa como pasiva, una lista que ha sacado de sus hermanos mayores. A la enorme cantidad de airbags distribuidos por todo el coche, hay que sumar los ya indispensables asistentes a la conducción que no solo garantizan la seguridad e integridad de los ocupantes sino que también hacen la vida más fácil, previniendo de accidentes.

Tal es así que encontramos el control de crucero adaptativo, la cámara de 360º, el asistente de aparcamiento, los faros Full LED, la alerta de tráfico cruzado, el asistente de frenada de emergencia, la cámara con detección de obstáculos, el lector de señales de tráfico, el indicador del ángulo muerto, y el asistente de mantenimiento de carril que actúa con gran precisión centrando el coche en su carril siendo capaz por sí mismo de tomar curvas. Este sistema se denomina Pilot Assist y no quiere decir que sea un coche de conducción autónoma.

Desde hace unos años Volvo ha prestado especial atención en el desarrollo de una nueva gama de motores, más eficientes y comprometidos con el medio ambiente. Tal es su obsesión que recientemente ha anunciado que su nueva berlina, el S60 no va a disponer de manera alguna de una variante diésel, paso que en un futuro seguirán el resto de modelos. Pero por el momento el XC40 sí que ofrece una gama equilibrada en cuanto a motorizaciones se refiere. Encontramos tres unidades de gasolina con bloques de tres y cuatro cilindros, denominadas T3, T4 y T5, y dos diésel, el D3 y D4, con cuatro cilindros cada uno. Todos los motores son turbo alimentados, y las potencias oscilan entre los 150 y los 247 caballos.

El espacio en las filas traseras es muy amplio, tanto para las piernas como para la cabeza

En todos los casos, salvo en el D3 y T3, los motores llegarán asociados de serie a una tracción total. En cuanto a las cajas de cambios encontramos cajas manuales de seis velocidades o automáticas de ocho, siendo estas últimas de tipo convertidor de par. A pesar de la tracción total no se disponen de bloqueos de diferencial, por lo que será la centralita del coche la encargada de gestionar cuánto par se envía las ruedas en cada momento.

Prueba Volvo XC40 T5

Para esta prueba tomamos la determinación de montar la variante de gasolina más potente que hay actual a la venta. Se trata del T5, el cuál monta un motor de cuatro cilindros y dos litros. A éste se le acopla un turbo que le permite llegar a esa cifra de 247 caballos de potencia máxima, con un par motor máximo de 350 Nm entre las 1.800 y las 4.800 revoluciones. Con esta potencia los rivales que se le presentan ya no son tantos, de hecho el más cercano en cuanto a rendimiento es el E Pace, que es capaz de superar la marca llegando a los 250 caballos.

Los suecos ya han avisado que el XC40 será el primer Volvo de la historia en ser un modelo 100% eléctrico. Llegará el año que viene

Como podrás imaginar, con semejante potencia tenemos coche más que de sobra para cualquier circunstancia. No se me ocurre situación cotidiana alguna en la que se eche en falta algún caballo extra. Los adelantamientos y las salidas desde parado no representan ningún problema para este coche. Es capaz de mantener casi cualquier ritmo que se le exija al motor, aunque dadas las prestaciones del motor hay que tener cuidado, ya que podemos llegar a rodar a regímenes muy altos sin darnos cuenta.

Es un coche que tiende bastante al engaño. Como todo Volvo lo que busca es ofrecer el máximo confort posible en cada desplazamiento, algo que logra sobradamente, siendo uno de los más cómodos de la categoría. Todo en el coche está orientado a ello, desde la suspensión hasta la dirección que peca en exceso de sobreasistencia. La rumorosidad es sumamente baja, por lo que en realidad uno no puede percatarse de la velocidad a la que circula, que puede ser muy alta con suma facilidad ya que el motor lo permite.

La caja de cambios tiene un modo secuencial, pero las operaciones se realizan a los lados

Uno también podría pensar que con estos datos de rendimiento el XC40 T5 va a resultar excelente en una carretera por curvas, y no es así. No es que se le dé mal, de hecho su comportamiento es excelente, pero no es su hábitat natural. No se siente incómodo del todo, pero hay que tener en cuenta que este coche no fue concebido para un trato así. Se puede decir que es capaz de mantener el tipo con mucha solvencia, pero aun así la suspensión blanda y el peso elevado hacen que la carrocería no gire del todo plana. No lo voy a considerar como falta porque el que se compra este coche no busca ese trato.

A pesar de ello Volvo ha introducido varios modos de conducción. Son cinco y sencillitos: Eco, Confort, Dynamic, Off-Road e Individual. Bien, decir de ellos que son prácticamente inservibles. Las diferencias entre uno y otro son tan sutiles que incluso no parecen hacer nada. Sí que es cierto que en modo Eco el coche se relaja, pedal del acelerador y cambio se vuelven más lentos, lo mismo que la dirección ligera. El cuadro de instrumentos también cambia, desapareciendo el cuentarrevoluciones y apareciendo en su lugar una gráfica algo incomprensible.

No me ha gustado el hecho de que una vez cambiamos de modo, este vuelve a cambiarse de forma automática una vez apaguemos el coche. Estaría bien que en todo momento el sistema mantuviera las preferencias del conductor, pues considero que en la mayor parte del tiempo se circulará en modo Eco, ya que con él las prestaciones y el comportamiento del XC40 son más que sobradas. El resto de modos, pueden llegar a sobrar, incluido el Off-Road ya que no permite seleccionar el tipo de terreno que estamos pisando, ni tampoco varía el comportamiento de la suspensión.

El confort es la máxima prioridad, pero con este motor también conseguimos más rendimiento

Creo que a los ingenieros de Volvo se les olvidó un detalle: poner unas levas tras el volante. Si vendes un motor como el T5, que teóricamente lo posicionas como deportivo, el no incluir unas levas es pecado capital. En alguna ocasión las he echado de menos, y creo que dada la categoría del coche, y sobre todo el precio, deberían estar ahí.

En cuanto a la caja de cambios, poco decir acerca de ella dado que estamos ante una archiconocida caja de convertidor de par con ocho relaciones. Es asombroso la evolución que han dado estas transmisiones, tanto que a día de hoy se postulan como las mejores para casi cualquier coche. Es suave en su mayor rango de uso, con transiciones imperceptibles en una conducción relajada y algo más tensas y contundentes cuando ponemos el modo Sport. Por cierto, resulta curioso que si seleccionamos el modo secuencial en la mini palanca central los desplazamientos se realicen hacia los lados, y no arriba y abajo como es habitual.

Pero llegamos a uno de los principales problemas. Si un gran poder conlleva una gran responsabilidad, un gran rendimiento conlleva un gran consumo. Volvo anuncia de forma oficial que este T5 tiene un gasto medio de 7,2 litros a los 100 kilómetros. Bien es cierto que ese dato se puede lograr, pero siempre y cuando las condiciones sean sumamente ventajosas. En un mundo real eso no ocurre, y por ello, tras una semana de pruebas, el ordenador de a bordo del XC40 T5 marcaba un consumo medio de 8,6 litros a los 100 Kilómetros. Avisado quedas que si vas a circular mucho por ciudad rara vez verás bajar de los nueve litros.

Diferentes modos de conducción, aunque el comportamiento es muy similar en todos ellos

Siguiente problema. El precio de salida del XC40 sin ofertas ni promociones es de 31.650 euros. Por ese precio se dispone de un amplio equipamiento de serie, en el que cabe destacar el cuadro de instrumentos digital, la pantalla central de 9 pulgadas, faros de LED, control de crucero y una larga lista de elementos de seguridad. En el otro lado de la balanza encontramos al acabado R-Design por un precio mínimo de 42.936 euros. Entre su dotación de serie encontramos las llantas de 18 pulgadas, asistente de mantenimiento de carril, sensores de aparcamiento, y climatizador, así como otra larga lista de elementos de seguridad.

Bien es cierto que estos precios son bastante ajustados con respecto a la competencia, y si tenemos en cuenta el nivel de equipamiento que Volvo ofrece desde el acabado base, se podría decir que es el más barato de la terna premium. Sin embargo en esta configuración Momentum con motor T5 y todos los extras del mundo, el precio de venta, según configurador, supera los 60.000 euros. Un valor exageradísimo que resulta difícilmente defendible. Más si tenemos en cuenta que por un precio parecido tenemos un XC60 con un motor más adecuado, el D4, y con un equipamiento más que suficiente.

Conclusiones

No puedo decir otra cosa que me ha gustado el Volvo XC40. De hecho, tras haberlo probado, creo que es el mejor de su segmento porque es el que mejor ha entendido lo que busca el cliente tipo del mercado premium. Calidad, confort, algo de rendimiento, buena habitabilidad y mucho equipamiento. Por supuesto tampoco puedo olvidarme del diseño, más juvenil y atrevido que el de sus hermanos mayores, con detalles interesantes como el techo en contraste. Normal que haya sido galardonado como el mejor coche del año en Europa.

El XC40 es nuevo, pero se sitúa a la altura de sus rivales, incluso los supera

Sin embargo también debo decir que el motor T5, por muy bueno que sea, lo veo algo excesivo para un coche de este corte. Sí que es cierto que es el único modelo que ofrece este rendimiento, junto con el Jaguar, pero sigo sin ver la necesidad de montar 247 caballos. Eso me lleva a los siguientes aspectos negativos, el consumo, elevado, y sobre todo el precio, que de cualquier manera me resulta exagerado, aunque siga la misma política de sus rivales. Es mucho dinero por un coche de este tamaño, y punto.

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