Prueba Volvo XC60, el sueco que llega para hacer frente a los alemanes
No se puede negar que en los últimos tiempos Volvo ha retomado la senda de lo que siempre ha sido. La evolución de sus SUV es el claro ejemplo de este camino. El último en llegar ha sido el nuevo Volvo XC60, el cual ya he tenido ocasión de probar.
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Publicado: 23/07/2017 20:00
Para aquellos que nos gustan los coches de Volvo, tuvimos una temporada en que vimos las cosas negras. Y es que la marca sueca ha pasado por su etapa más oscura no hace más de una década. Muchos incluso pensaron que estábamos ante un nuevo caso Saab, pero no, solo era un periodo de letargo, un periodo de reflexión hacia un nuevo camino. Ese nuevo camino ya se ha iniciado, y en él encontramos productos de altísima calidad como es el caso del nuevo Volvo XC60, el cual ya he tenido ocasión de conocer y probar.
Volvo es una empresa bastante particular. Aunque la mayoría la conozcan por su división de automóviles, la parte de vehículos industriales tiene si cabe más importancia, y es por eso que en 1999 se deshicieron de los turismos para centrarse en el desarrollo de camiones y autocares. El primero en ver el potencial de la compañía fue Ford, que la compró por nada más y nada menos que 6,45 billones de dólares, aunque años más tarde se tuvo que desprender de ella por apenas 1,5 billones, siendo el fabricante chino Geely el nuevo y actual propietario.
Pero vamos a quedarnos con la primera parte de la historia, cuando Ford manejaba el cotarro. Más que nada porque de esa época data el primer Volvo XC60 que vio la luz. Corría el año 2008, y desde entonces el más pequeño de los SUV de Volvo ha permanecido casi inalterado, dados los problemas económicos que pendían sobre la empresa. Así que no hace falta que diga lo importante que resulta esta nueva generación, la segunda que vemos, que no conserva absolutamente nada de su predecesor. Solo hay que verlo.
Y que conste que no lo digo porque el viejo fuera malo, todo lo contrario, lo digo por su aspecto. El cambio es radical, al igual que los sufridos por el resto de modelos de la gama que se han renovado últimamente, a excepción de la gama 40, que será la siguiente en cambiar y crecer gracias a la llegada del esperado Volvo XC40 que ya hemos podido ver en un estado muy avanzado de su etapa de pruebas y desarrollo.
Volvo ha dado con la tecla del diseño, y al más puro estilo escandinavo, un estilo que se atribuye a la belleza atemporal. Estoy seguro que por más que pasen los años, la nueva hornada de modelos de la casa va a seguir luciendo tan espectaculares como lo hacen ahora. No solo llama la atención, sino que además es elegante, con mucha clase, con más sobriedad que deportividad, aunque esta también se sirve en la mezcla, aunque con dosis más pequeñas que las de sus rivales alemanes.
Bien es cierto que muchos podrían pensar que solo se ha reducido el tamaño del Volvo XC90, cierto es, pero por mi parte no lo veo como un inconveniente, sino como una ventaja. El resultado es espectacular, incluidos los fantásticos faros de LED que toman casi todo el protagonismo del frontal. A eso le llamo yo aprovechar de forma elegante parte de la mitología escandinava (representa el martillo del Dios Thor).
Hay diferencias estéticas entre los niveles. El estéticamente más deportivo es el R-Design, que cuenta con elementos propios
De puertas para adentro más de lo mismo. Volvo ha desarrollado una nueva plataforma modulable y aprovechable por gran parte de su flota, denominada CMA. Hay una particular para berlinas y otra para SUV, y es por ello que todos ellos comparten no solo la parte mecánica sino también la estructura interior, así como la tecnología y la habitabilidad interior. Aspectos destacables en este nuevo XC60. Aunque eso sí, son tan iguales los interiores que no vendría nada mal un poco de personalización para cada modelo.
Hasta ahí la parte menos positiva del interior del XC60, porque por lo demás, el nuevo SUV es un techado de virtudes y glorias. Empezando por la calidad, a la que no se puede poner una sola pega. Volvo es una marca premium, y se nota principalmente en la manera en la que construye sus habitáculos. Nada que envidiar a las referencias de la industria, es decir nada que envidiar con BMW y Audi. Personalmente el resto de marcas premium generalistas están a uno o dos pasos por detrás del trío de cabeza.
No solo los materiales son excelentes, sino que la manera en la que se presentan también. La sensación de durabilidad es muy alta, y no hay un solo componente que no esté bien encajado. En cuanto al estilo, predomina lo minimalista. Poca presencia de botones físicos y mucha de superficies digitales, desde el cuadro de mandos hasta la enorme pantalla de la consola, con hasta 12,3 pulgadas, sin olvidar el HUD que también puede incorporarse.
Y es que en este término Volvo tampoco tiene nada que envidiar a sus rivales directos. Son muchos los elementos que se pueden incluir en el interior. Variarán en función de cuál de los tres niveles de acabados se seleccione: Momentum, Incription y R-Design. Aunque el despliegue de serie es alto, si queremos empezar a contar con dispositivos chulos tendremos que subir en el escalafón o empezar a tirar del listado de extras, y es ahí cuando el precio empieza a dispararse.
Pero por destacar, encontramos elementos como los faros de LED inteligentes, la cámara de visión de 360º, asientos delanteros y traseros calefactados, cuatro zonas de climatización, asistente de aparcamiento, control del ángulo muerto, y un amplio despliegue de sistemas y asistentes a la conducción que velan por la seguridad de los ocupantes.
Toca hablar de términos mecánicos. Más arriba he comentado que la nueva plataforma SUV de Volvo permite integrar la misma tecnología en todos los modelos, y lo mismo ocurre con las mecánicas. La oferta pasa por ofrecer dos versiones diésel, tres de gasolina y una híbrida. Las potencias arrancan en 190 caballos para los diésel y 235 para los gasolina. Por su parte el híbrido se alza con el galardón de más potente de toda la gama, con 320 caballos mecánicos y 87 eléctricos.
Todas los motores estarán asociados a una caja de cambios automática de ocho velocidades tipo convertidor de par. Por supuesto Volvo también ha incluido la tracción total para todos ellos. Todas estas particularidades hay que tenerlas en cuenta a la hora de pasar por caja, porque tal y como te voy a detallar, el Volvo XC60 es más caro que sus rivales directos, es decir el BMW X3, el Audi Q5 y el Mercedes GLC.
Como ya digo, todo este espléndido y avanzado contenido tecnológico no sale nada barato. El Volvo XC60 tiene un precio de salida de 51.190 euros. Como antes he mencionado, el Volvo es el más caro de todos los SUV compactos premium, aunque su dotación de serie es más elevada que en el caso de los alemanes. Solo hay un modelo que lo supera en cuanto a precios, y ese no es otro que el Jaguar F-Pace.
Prueba Volvo XC60
Resulta curioso echar la vista atrás y ver cómo han evolucionado los SUV medianos. Lo digo porque antiguamente éstos andaban muy lejos de sus respectivos hermanos mayores, sobe todo en calidad y comportamiento se refiere. Sin embargo a medida que se produce el lanzamiento de un nuevo modelo, vemos como la brecha se acorta de forma significativa. En el caso del XC60 he podido constatar que estamos hablando de un mini XC90, aunque cada uno tiene ajustes propios.
Obviamente la diferencia llega en términos de espacio. El nuevo XC60 ha incrementado todas sus medidas, salvo la anchura. La longitud también lo ha hecho aunque solo ha crecido 44 milímetros, sin embargo la batalla se ha expandido casi 10 centímetros. Con esos datos claramente podrás imaginar que en cuanto ha espacio, el XC60 es uno los más grandes del segmento. De hecho, tras haberme montado en sus tres rivales más directos, el sueco gana la batalla.
El XC60 estrena dotación de seguridad exclusiva. Elementos de serie que salvaguardan la seguridad de los ocupantes y peatones
Es una característica habitual en Volvo, conceder mucho espacio para los ocupantes traseros en penalización del volumen del maletero. Bien es cierto que también ha crecido, ahora cúbica un mínimo de 505 litros, pero sigue siendo escaso si lo comparamos con la competencia. Éstos le sacan una media de 50 litros más, y es algo a tener en cuenta. Cada uno tiene que valorar que prefiere, si más espacio de carga o más espacio para los ocupantes.
Volvo ha priorizado el confort por encima del resto de virtudes. Todos los ocupantes, ya sean cuatro o cinco, aunque este último irá más ajustado, disfrutarán de un viaje en primera clase. Ya no es solo la calidad de los materiales, sino el refinamiento que se desprende a la hora de entrar en carretera. El XC60 presenta una calidad de rodadura muy alta, muy parecida a la e su hermano mayor, con un gran aislamiento acústico y una configuración dinámica que puede presentar varios modos de conducción: Eco, Confort, AllRoad y Dynamic.
Ya es muy habitual encontrar estos programas de ajuste en muchos modelos, pero también es habitual que apenas se note la diferencia entre unos y otros. No es el caso para el XC60, porque él sí que demuestra las claras diferencias que hay entre los diversos programas. Cada uno se centra en hacer bien para lo que está diseñado. El Eco ahorra, el Confort te da comodidad, aunque no hace falta ir con este setup activado para ir cómodo, el Allroad sube la altura libre con respecto hasta 21 centímetros, y el Dynamic te ayuda a correr con mucha solvencia.
Es posiblemente lo que más me ha sorprendido del nuevo XC60, su carácter dinámico. Todas las anteriores virtudes me las esperaba: calidad, equipamiento, espaciopero no esperaba un comportamiento tan dinámico. Ojo que con esto no quiero decir que estemos ante el nuevo Porsche Macan, que es la referencia l segmento, no, pero si que ahora el XC60 es más capaz e seguir un ritmo alto en un tramo de curvas. La suspensión neumática obra el milagro y es capaz de aportar esos altos valores de confort en autopistas a la vez que es capaz de sujetar el coche en un rápido paso por curva.
El nuevo chasis también se nota. No sólo más ligero que su predecesor, sino también más rígido y ágil. Apenas se producen oscilaciones en la carrocería a la hora de girar rápidamente, no tiene ese efecto barco que sí tiene el XC90. El XC60 gira más plano que su hermano mayor y eso permite ir más rápido en la curva. La suspensión neumática es muy aconsejable, aunque su precio es elevado.
En cuanto a los motores, a lo largo de la presentación nacional he tenido ocasión de probar una variante diésel y otra gasolina. La primera de ellas era el que a priori se postula como la más vendida de todas. Estoy refiriéndome al D4 AWD de 190 caballos y caja automática de ocho velocidades. Para mí es la configuración más correcta que se puede seleccionar, pues no se necesita más. A pesar del peso del XC60, 1.845 kilogramos, el motor de cuatro cilindros entrega la potencia de forma muy correcta. La patada es contundente, y el cambio acompaña los movimientos con un tacto rápido y suave.
En el otro lado de la balanza de está el T6. Aunque los motores de gasolina no son la principal opción de compra en un segmento como el SUV, cada vez más compradores optan por deshacerse de los diésel. El T6 puede hacer que más de uno se plantee la disyuntiva con mucha razón. Huelga decir que su rendimiento, con 320 caballos, es extraordinario, corre que se las pela y, al igual que el diésel, presenta ese equilibrio entre rendimiento y confort. Pero claro debemos sumar el punto extra de la suavidad que aporta un bloque de gasolina.
Eso sí, el consumo es el principal problema. Volvo oficializa unos datos de 7,7 litros de media a los 100 kilómetros. Podemos tacharlos de optimistas, pero igual no están tan alejados de los resultados finales. Bien es cierto que durante la prueba no hubo lugar a poner a prueba el consumo en condiciones reales, pero a pesar del alto ritmo de conducción, el ordenador de a bordo desprendía un dato e poco más de 11 litros. No me cabe duda que en una conducción más rutinaria y aprovechando el modo Eco, la cifra puede rondar los 9 litros.
Obviamente el diésel gana la partida el consumo, pues fácilmente empiezan a asomar los seis litros. Repito que los datos obtenidos no deben ser tomados como referencia clara, pero si que dan buena muestra de lo que pueden llegar a conseguir. Más adelante Volvo sacará una tercera variante diésel, el D3 con tracción delantera. Serán 150 caballos de potencia que podrán asociarse a una caja manual o automática.
El más eficiente y potente de toda la gama va a ser el T8. Este híbrido combina el motor de gasolina del T6 con un bloque eléctrico que suma 87 caballos a la mezcla. Su rendimiento es impresionante, y empuja hasta niveles pocas veces vistas en Volvo. El consumo oficial es de 2,1 litros a los 100, y hay que tenerlo en consideración porque Volvo ya ha avisado que su estrategia pasa por hacer que todos los nuevos lanzamientos a partir de 2019 sean todos híbridos o eléctricos.
Conclusiones
La conclusión es clara, el segmento SUV premium se ajusta con la llega del nuevo XC60. La actualización le ha sentado de lujo, y sus rivales alemanes tienen en el un rival de altura. Empezando por su espectacular aspecto, y acabando por su comportamiento, es un producto de merecer la atención de todo aquel que busque un modelo de este tipo. Mi consejo es hacerse con el D4, pues más no es necesario, aunque el empuje de los T6 y T8 Plug-In Hybrid son asunto serio.
Pocas pegas se le pueden poner al XC60, pero, por supuesto las tiene. Empezando por el volumen del maletero, que se queda corto con respecto a la competencia. No es un defecto grave, pues se compensa con el inmenso espacio en las plazas traseras. Lo que sí me parece más peliagudo es el tema del precio. No quiero decir que el XC60 no valga lo que cuesta, pero teniendo en cuenta como está el segmento, igual convendría ajustar los precios, sobre todo el de algunos extras. Aún así un coche que recomiendo a todo el mundo.