Prueba Volvo XC90 D5: Comportamiento, seguridad y conclusiones (III)
Durante los días posteriores hemos estado evaluando varias facetas del nuevo XC90, pero hoy llega la hora de la verdad. Nos ponemos al volante del nuevo SUV de Volvo para evaluar el resultado del trabajo de volvo durante los últimos años.¿Estará a la altura de sus competidores?
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Publicado: 03/07/2015 09:00
El Volvo XC90 es nuevo por dentro y por fuera. No solo es el primer modelo en estrenar el nuevo diseño escandinavo sino que además está asentado sobre la nueva plataforma modular SPA (Scalable Product Architecture) que ha sido desarrollada completamente por el fabricante. La misma que será usada para construir los futuros modelos que irán apareciendo conforme nos acerquemos a 2018.
Según Volvo, esta nueva plataforma permite un mejor aprovechamiento del espacio interior, característica que ya ha quedado patente en la anterior parte de la prueba y además resulta más ligero que su antecesor y que otras alternativas en el mercado. En concreto la versión con motor D5 que hemos probado pesa 2.030 Kg en vacío. Además Volvo ha trabajado para lograr un bajo coeficiente aerodinámico, de 0,29 Cx, que le genera cierta ventaja frente a competidores como el Audi Q7 (0,32 Cx) o el Range Rover (0,34 Cx).
El motor D5 es el bloque diésel Drive-E de 2.0 litros y de cuatro cilindros que genera una potencia máxima de 225 CV y 470 Nm de par a las cuatro ruedas y acelera de 0 a 100 km/h en 7,8 segundos. La cifra de aceleración es excelente teniendo en cuenta la potencia y el tipo de vehículo en el que nos encontramos. Parte de este logro lo tiene el reducido peso, el trabajo aerodinámico y el alto par disponible desde tan solo 1.750 rpm aunque hay que reconocer que los 5,7 litros a los 100 km de consumo medio es complicado de conseguir.
Pese a ello la motorización D5 mueve con soltura al todoterreno allá por donde quiera ir con relativa deportividad. El confort de las suspensiones es muy correcto pero sorprende la poca cantidad de balanceos que tiene la carrocería a pesar de su naturaleza de gran SUV, así como el poco nivel de ruido filtrado en el habitáculo proveniente del motor de gasóleo.
La transmisión automática de ocho relaciones se porta de maravilla pero echamos en falta levas tras el volante para gestionar nosotros mismos los cambios. La transmisión permite realizarlos de manera "manual" mediante el modo secuencial pero no resulta igual de cómodo en comparación con la gestión de marchas sin tener que soltar las manos del volante. Según vemos en el detalle de los equipamientos, el acabado R-Design es el único que lo monta el preciado cambio de levas aunque bien podría ser una opción para las demás versiones.
El Volvo XC90 posee una suspensión de tipo paralelogramo deformable en el eje delantero y en el eje trasero usa como elemento elástico una ballesta transversal de material compuesto. En todas las versiones de tracción total está disponible la Suspensión Neumática Activa que como comentamos anteriormente es una opción muy a tener en cuenta si tenemos intención de darle al XC90 un uso off-road más intensivo.
Tecnología de la seguridad
Esta opción cuenta con un selector en forma de rueda llamado Drive Mode justo debajo del botón de arranque, que sirve para seleccionar sus diferentes modos de funcionamiento: Confort, Eco, Off-Road, Dynamic e Individual. Estas opciones modifican las configuraciones de la respuesta del motor, dureza de las suspensiones y sensibilidad de la dirección. Cabe destacar que en el modo off-road la suspensión se eleva 40 mm extra mientras que para facilitar la carga de bultos en el maletero esta puede situarse a 50 mm por debajo del nivel habitual.
En el apartado de seguridad Volvo sigue destacando e innovando. Uno de los elementos más destacados de la seguridad activa es la Cámara de Visión de 360 grados que, mediante 8 cámaras ubicadas por el exterior de la carrocería, ofrece una visión periférica de todo el contorno del vehículo en tiempo real así como las líneas que indican el ángulo de giro dependiendo de la posición de las ruedas y la marcha engranada.
También ofrece dos primicias mundiales en materia de seguridad como el “Run-off Road Protectión”. ¿Recuerdas el espectacular vídeo de Volvo lanzando un XC90 hacia una zanja? Se trata de un sistema que cuando detecta una salida de la calzada hacia un desnivel -cuneta por ejemplo- tensa los cinturones de seguridad, activa un sistema de los asientos que absorbe parte de los impacto verticales para proteger nuestra columna, prepara los airbags y desactiva los frenos.
Otra novedad importante y única es el Sistema de Frenado Automático en Intersecciones que actúa sobre los frenos si al girar hay riesgo de colisión con un vehículo que circula en sentido contrario. Además también cuenta con el ingenioso “Queue Assist”, un sistema que sigue de forma autónoma al vehículo que nos precede -acelera, frena y gira- a velocidades inferiores a 50 km/h, y la Advertencia de Colisión Trasera que cuando detecta riesgo de colisión con el vehículo que nos sigue activa las luces de emergencia, tensa los cinturones de seguridad y aplica los frenos para evitar el “efecto dominó”.
Con estos sistemas Volvo pretende conseguir que en 2020 el número de fallecidos en sus vehículos sea de un pretencioso 0%, un objetivo que por el momento lleva por buen camino ya que desde hace unos años ha reducido en un 50% el número de fallecidos y heridos graves en sus vehículos.
En definitiva el Volvo XC90 es un modelo que llega muy fuerte al duro terreno de los grandes SUV premium donde pondrá en más de un aprieto a sus rivales, alemanes en su mayoría como el Audi Q7 y el BMW X5, para demostrar el buen hacer de los suecos. No solo el Volvo es más económico que un Q7 o un X5, sino que además es capaz de ofrecer un producto igual de bueno.