#SegundaMotoBMW S 1000 R: Te estábamos esperando (I)
Después de la buena acogida de la BMW S 1000 RR, faltaba una versión naked de la súper deportiva. Y por fin nos la presentan con una estética agresiva. Su motor es una buena carta de presentación: 160 CV. La electrónica es de vanguardia y ayuda al conductor a gestionar la descomunal potencia de la moto.
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Publicado: 20/06/2014 10:30
Este año, BMW Motorrad ha preparado importantes lanzamientos en nuevos segmentos. Dos en concreto: la BMW R nineT y la BMW S 1000 R. De la primera os hablaremos en otra ocasión, porque hoy nos subimos en la segunda. Si eres seguidor de BMW Motorrad podrías descifrar de qué estilo de moto hablamos por el nombre. No es una ‘RR’, pero sigue teniendo un nombre muy Racing. Y sí, desde luego corre mucho. Se trata de la nueva súper naked de la marca alemana.
BMW ya tiene cubierto el segmento medio en el terreno naked con su F 800 R, radicalmente opuesta por su motor bicilíndrico y un comportamiento más tranquilo con una potencia más modesta. Para la BMW S 1000 R se requiere cabeza pero sobre todo experiencia. Desde el primer golpe de vista es imposible no asemejarla a su hermana mayor, la S 1000 RR. Desde su chasis de doble viga de aluminio hacia el colín, es casi calcada. Tiene dos asientos independientes a dos alturas, un piloto trasero con forma de doble colmillo y en su interior, pilotos LED. El tubo de escape sobresale por el lado derecho y es de tipo corto. La transmisión, por el lado izquierdo y es por cadena.
Desde el chasis hacia delante vienen las verdaderas diferencias. Como buena naked, el propulsor está ‘al aire’. En la pequeña tapa lateral, se puede leer el nombre de la moto, aunque este detalle cambia en función del color que seleccionemos la unidad. Hay tres disponibles: Rojo Racing, Blanco Luminoso y Azul Hielo Metalizado (este último es bastante oscuro). El de esta unidad es el Blanco Luminoso.
La moto dispone de una pequeña quilla en el mismo color que la moto que queda muy bien y le otorga personalidad. La horquilla invertida, con tubos de 46 mm, es de color dorado. Vista desde el frontal, la careta delantera es de doble óptica asimétrica. La luz de cruce proviene de un faro convencional, mientras que la de carretera se esconde tras un proyector. El equipo de frenos está firmado por brembo, donde destacan los delanteros, con un doble disco flotante de 320 mm y pinzas radiales de cuatro bombines. Los neumáticos son de medidas estándar en este tipos de motos: 120/70 ZR17 delante y 190/55 ZR17 detrás.
Tras este breve reconocimiento, debemos hablar de la altura de asiento: 814 mm. Significa que es 6 mm más baja que la RR y además, más cómoda gracias a su manillar ancho y más alto que el de su hermana mayor. A pesar de ser sensiblemente menos radical, la BMW S 1000 R tiene un propulsor de 999 CC que desarrolla 160 CV a 11.000 rpm. Con él, consigue una asombrosa aceleración 0-100km/h en tan sólo 3,1 segundos. 1...2...100km/h. Se entiende que es muy rápida. En concreto, sólo pierde dos décimas frente a la RR, que tiene 193 CV. Además, es una moto realmente ligera. Sólo 207 kilos con el depósito lleno.
Para garantizar una mayor seguridad y la gestión electrónica de esta potencia superlativa, la BMW S 1000 R tiene ABS de serie y opcionalmente se puede equipar con dos paquetes. Sport (DDC, Cambio deportivo semiautomático, Modos de conducción Pro y control de crucero; + 962 euros) y Dinámico (Puños calefactables, DDC, Spoiler del motor e intermitentes LED; 1.108 euros). Nuestra unidad equipaba ambos, pero de elegir uno, os recomiendo el Sport por sus amplias posibilidades de ajustar la moto a nuestro gusto. Además, con el equipamiento opcional se sustituye el control de tracción ASC por un control dinámico de tracción DTC con sensor de ángulo de inclinación. Seguridad ante todo.
Cerrando este primer capítulo, solo queda hablar del precio. Muchos apostarían por 16.000 euros de entrada, ¿verdad? Pues no. BMW Motorrad ofrece semejante máquina desde 13.750 euros, siendo encima económica dentro del segmento. ¡No te pierdas el siguiente capítulo!