El paquete de seguridad SsangYong SASS, al detalle
SsangYong ha incorporado el paquete de seguridad activa SASS a la gama 2017 del Tivoli y el XLV. En total son seis asistentes de conducción que se apoyan en la información de un cámara frontal para prevenir accidentes. Los hemos puesto a prueba y te contamos en video cómo funcionan.
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Publicado: 09/08/2017 18:00
¿Un coche de precio contenido es un coche inseguro? No necesariamente. En SsangYong son especialistas en modelos con una gran relación precio/producto y están dispuestos a enterrar esa suposición. Por eso desde hace algunos meses incluyen una completa artillería de tecnologías relacionadas con la seguridad, disponibles en los dos últimos modelos que han lanzado al mercado: el crossover Tivoli y el monovolumen XLV.
Se trata del denominado paquete de seguridad activa SsangYong SASS que está compuesto por un total de seis sistemas que amplían las medidas de seguridad activa del Tivoli 2017 y el XLV 2017. Algunos de estos elementos también los podemos encontrar en otros modelos con los que rivalizan pero en sus respectivas categorías no hay ningún otro coche que las ofrezca todas de serie.
Estos seis sistemas actúan sobre la gestión del motor, el sistema de frenado y los controles de tracción y estabilidad. Todos ellos se apoyan en la información de una cámara frontal situada en la parte superior del parabrisas que analiza todo lo que sucede delante del vehículo para prevenir accidentes. Esta cámara tiene una visión de 52º en horizontal y 38º en vertical.
Sobre el papel suena todo muy bien pero he querido comprobar en la práctica el funcionamiento de las seis tecnologías que integra el paquete SASS, que son las siguientes:
Advertencia de riesgo de colisión frontal (FCW)
En primer lugar tenemos la advertencia de riesgo de colisión frontal. La cámara tiene en cuenta la velocidad y trayectoria propia además de la distancia con el vehículo que circula delante y su velocidad. Por ejemplo, si el coche que nos precede realiza una frenada brusca y no reaccionamos el sistema electrónico emite una alerta sonora al conductor y sale un aviso en la instrumentación. También funciona si un peatón se cruza en la trayectoria de nuestro SsangYong.
En nuestras pruebas ha detectado siempre bien los peatones y vehículos, pero no otros objetos más pequeños, y funciona a partir de los 8 km/h y hasta 70 km/h para la detección de peatones y hasta los 180 km/h en la detección de vehículos. Se puede regular si se prefiere una alerta temprana, normal o tardía (cuanto más tardía menos tiempo de reacción tenemos).
Este sistema no sólo advierte del peligro sino que también prepara los frenos para una posible frenada de emergencia e incluso puede llegar a reducir la potencia del motor si resulta necesario. Los pitidos cesan una vez que el conductor interviene de alguna manera, ya sea dando un volantazo o dejando de acelerar.
Sistema de frenado de emergencia autónomo (AEBS)
¿Qué ocurre si ese riesgo de colisión se mantiene pero el conductor, a pesar de la advertencia sonora, no actúa? Entonces entra en juego un segundo asistente relacionado con el anterior denominado frenado de emergencia autónomo. Se trata de una funcionalidad especialmente útil en el entorno urbano, en atascos, al reducir los riesgos de pequeñas colisiones por despiste.
Funciona de manera que el sistema toma el control de los frenos temporalmente y decelera hasta detener por completo el vehículo para evitar el impacto aplicando la máxima potencia de frenado posible. Actúa entre los 8 y los 60 km/h. Si vamos a demasiada velocidad y el accidente es inevitable, al menos servirá para minimizar las consecuencias.
Asistencia de haz de luz (HBAS)
Un sistema realmente útil en conducción nocturna es la asistencia de haz de luz con el que podemos circular con las luces largas siempre activadas, siendo el propio sistema el que se encarga automáticamente de hacer el cambio de posición entre luces de carretera y cortas cuando es necesario.
Este sistema se activa por encima de los 35 km/h y es detectar los faros de los vehículos que vienen en sentido contrario o las luces traseras de los vehículos que circulan por delante de nuestro SsangYong y cambia el alumbrado de luces largas a luces de cruce para no deslumbrar a otros conductores. Esta función también tiene en cuenta el alumbrado público porque si hay farolas, y por tanto una iluminación exterior razonable, no hacen falta usar las luces de carretera.
Advertencia de salida de carril (LDWS)
La marca coreana también incluye la advertencia de salida de carril en este nuevo paquete de seguridad. La cámara frontal monitoriza las marcas viales de la calzada cuando circulamos entre 60 km/h y hasta 175 km/h y avisa visual y acústicamente al conductor de que está abandonando el carril por el que circula. Otros sistemas también hacen vibrar el volante, pero no es el caso del SASS.
De esta manera se evita una salida de la vía o invadir el carril adyacente por un despiste, errores que podrían tener graves consecuencias ¿Y cómo sabe el sistema que no es por error, que sí que queremos cambiar de carril intencionadamente? El truco está en usar los intermitentes, esos grandes desconocidos.
Sistema de permanencia en el carril (LKAS)
Relacionado con el sistema anterior disponemos del sistema de permanencia en el carril. Si nos salimos de nuestro carril sin señalizarlo, el sistema anterior pita pero éste además corrige de forma automática la trayectoria tomando el control de la dirección para neutralizar ese indeseado desplazamiento lateral. Esta tecnología interviene entre los 60 y los 175 km/h y es desconectable.
El volante gira solo, sin necesidad de que actúe el conductor, en una intervención que puede durar hasta 10 segundos. Pasado ese tiempo máximo, un pitido nos exigirá que volvamos a actuar sobre el volante y a los 15 segundos como máximo se desactiva completamente. Su funcionamiento me ha parecido muy preciso en carreteras donde hay un buen contraste entre el color del asfalto y las marcas viales ya sean líneas continuas o discontinuas.
Sistema de reconocimiento de señales de tráfico (TSR)
La sexta y última funcionalidad de este paquete de la marca coreana es el sistema de reconocimiento de señales de tráfico. La cámara frontal es capaz de reconocer las señales de límite de velocidad y adelantamiento y las muestra durante cinco segundos en el display central del cuadro de instrumentos.
Funciona entre los 10 y los 130 km/h. Me ha parecido sorprendente la precisión con la que funciona este sistema. La advertencia en la instrumentación sale justo en el momento en el que rebasamos la señal y además no sólo tiene en cuenta las señales verticales tradicionales sino también los paneles luminosos encima de los carriles.
También me ha impresionado este asistente porque siempre acierta leyendo sólo las señales que afectan al carril por el que circulamos. Es algo que parece evidente pero sin embargo con sistemas de otras marcas generalmente no suele ser así, de hecho es frecuente que lean las señales de la vía de servicio cuando estamos circulando por la vía principal, por ejemplo.
Así es el paquete de seguridad que ofrece SsangYong tanto para el Tivoli como para el XLV. Las seis funcionalidades que integran vienen de serie en el nivel de equipamiento Limited, el tope de gama. Eso no debería suponer un inconveniente porque precisamente este acabado es el que concentra la mayoría de las ventas en ambos modelos. De esta manera, la marca coreana quiere demostrar que ofrecer un coste bajo no implica tener un vehículo menos seguro.