Prueba de consumo: Subaru Impreza 2018

El cuadro de instrumentos es sencillo pero nos da la información que necesitamos a través de dos parciales

El Subaru Impreza ha demostrado ser un gran compacto, versátil, seguro y de tamaño generoso. En este capítulo hemos querido poner a prueba sus consumos. Más allá de centrarnos en lo que la marca homologa en los ciclos actuales, cada trayecto ha quedado registrado.

La metodología es sencilla: Clasificamos el tipo de vía como urbana (velocidades de hasta 50 km/h), carretera convencional (velocidades hasta 100 km/h) y autovía/autopista (velocidades hasta 120 km/h). No significa que el coche no haya circulado puntualmente fuera de esos rangos, como lo hace cualquier conductor. Tampoco medimos rigurosamente la carga del acelerador.

Simplemente mantuvimos una coherencia lógica con la situación del tráfico en cada momento, lo que representa una muestra de los consumos del Subaru Impreza con acabado Executive (con llanta de 17 pulgadas). Recordamos que este modelo puede ser equipado únicamente con el motor bóxer gasolina de 1.600 cc que homologa una potencia de 114 CV.

Prueba de consumo: Subaru Impreza 1.6 114 CV

El consumo que un vehículo realiza puede variar en función de múltiples factores, como la presión de los neumáticos, los recorridos realizados, el estado de las ruedas y el tipo de conducción que practique cada usuario. Por ello estas mediciones han de ser tomadas como referencia.

Hemos simulado una semana rutinaria como la que hace cualquier conductor de camino a la oficina. Durante los ocho días de prueba he viajado solo y sin carga en el maletero, a excepción del segundo y tercer día, que eramos dos ocupantes.

Día 1

Nos sorprendió un poco la baja autonomía que marcaba el ordenador de a bordo durante el primer día, aunque en función de los parámetros de uso que registra el coche o si ha estado estacionado en un lugar inclinado, es posible que el ordenador registre una autonomía falseada. Por ello, durante los días siguientes, el registro de alcance subió considerablemente, nunca sobrepasando los 500 kilómetros.

Esta es la palanca del cambio Lineatronic. La posición L consigue mayor retención en bajadas

Día 2

Si el primer día puede encajar con un recorrido como los que hacemos a primera hora para desplazarnos al trabajo, este incluye una mayor longitud y un mayor número de paradas, como el que podemos hacer uno de los días de fin de semana.

El consumo ha llegado a variar hasta en 2,5 L/100km según las condiciones del tráfico

Día 3

Día 4

Los trayectos a partir del día 4 son bastante similares debido a idas y vueltas a la oficina, donde el estado del tráfico suele influir mucho sobre el consumo medio del vehículo.

En mi caso se realizan 30 kilómetros con un reparto equitativo entre autopista y ciudad. Como se puede observar, tomando como referencia el dato acumulado del fin de semana (8,3L / 100 km), cada día hemos aumentado el consumo hasta en 0,3 litros.

Las llantas son de 17 pulgadas con este acabado Executive

Día 5

Desplazamiento con ligeras retenciones. Los registros contrastan con los datos obtenido con tráfico fluido de los días 2 y 3, con casi 1,5 litros de diferencia por cada 100 km.

Día 6

El sexto día obtuve el peor registro puesto que las condiciones del tráfico en Madrid fueron las más adversas con retenciones elevadas a primera hora de la mañana. Interesante diferencia con el octavo día cuyo recorrido fue en autovía con tráfico fluido.

Día 7

Continuamos con la rutina de desplazamientos, casi clavando el recorrido del día anterior, con 1 litro de diferencia cada 100 km. Está claro que las condiciones del trafico influyen directamente en el consumo de carburante pese a equipar un sistema start/stop .

El Subaru Impreza destaca por una imagen marcada

Día 8

Existen ocho días de referencia puesto que la prueba dura una semana, pero tanto el día de la entrega como el de la devolución del modelo (ambos cayeron en viernes), son también tomados para las muestras y por tanto hay un día extra entre los datos.

Tras una semana de pruebas, hemos comprobado cómo el Subaru, con cambio CVT tiene un rendimiento adecuado a velocidades de alrededor 100 km/h. Las carreteras convencionales suelen favorecer al vehículo puesto que circula sin problema ni con una demanda alta de potencia ni un gran roce aerodinámico. La ciudad no es la mejor aliada y el sistema start/stop funcionó con menos frecuencia de la deseada, aunque el sistema en sí no es conveniente si el tráfico se detiene y avanza continuamente. Mejor en los semáforos de larga duración.

Conclusiones tras una semana de rutina

Finalmente, el dato acumulado, teniendo en cuenta que no hicimos un largo trayecto en autopista que pudiera favorecer el dato (lo que no podría considerarse como comparable a un ciclo mixto ya que de lunes a viernes la mayoría de trayectos se hacen en ciudad), fue de 8,9 litros cada 100 Km. Es un consumo elevado aunque justificable por la tracción AWD y el cambio automático.

Las marcas están apostando por cilindradas pequeñas, desconexión de cilindros o propulsores tricilíndricos para que en ciudad, estos datos se rebajen. Sin embargo, el motor bóxer de Subaru, unido a la alta seguridad gracias a los sistemas de serie, nos convencieron lo suficiente para recomendar el modelo a aquellas personas que necesiten espacio, un cambio automático cómodo de manejo y tracción integral.