Subaru Snow Drive 2018, diversión en el jardín de Papá Noel (con vídeo)
Todos conocemos a Subaru como una marca especializada en todocamino con auténticas capacidades todoterreno. Pero pocos escenarios mejores para poner a prueba tales cualidades como las heladas tierras de Laponia, donde se celebro el ya esperado Subaru Snow Drive 2018.
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Publicado: 22/03/2018 20:00
En pleno círculo Polar Ártico, Rovaniemi tiene el orgullo de ser la residencia oficial de Papá Noel. Sin embargo, por muy relevante que este hecho sea no es la principal atracción para los amantes del motor. Sus parajes helados son fuente natural de pilotos. De aquí provienen la mayoría de figuras de la legendaria escuela finlandesa, Makinen, Kankkunen o Latvala han tenido aquí sus primeras pistas, y es aquí donde por tercer año consecutivo Subaru celebra su ya esperado Snow Drive.
Finlandia cuenta con un total de 454.000 kilómetros de carreteras, de las cuales 350.000 no están asfaltadas. Aunque Subaru es japonesa bien podría tener doble nacionalidad, porque si hay una marca que disfrute fuera del asfalto esa es la de la constelación de Pléyades. Y obviamente no hay mejor escenario que este para poner a prueba una gama que se apoya en una tracción total simétrica.
La verdad es que al ser invierno poca o ninguna tierra pudimos ver. La nieve cubría hasta donde alcanzaba la vista, y para llevarnos a cualquier lado ahí estaba la gama de Subaru al completo. Nuestro destino principal era la escuela de conducción de Lapland Ice Driving, un espacio donde nos esperaban más de 50 kilómetros de pistas especialmente diseñadas para el aprendizaje y la diversión. ¿Seríamos capaces de superar los 100 Km/h tal y como anuncian en su web?
El arma a nuestra disposición fue la más moderna y renovada gama de Subaru. Desde el familiar Outback 2018, el cual fuimos los primeros en probarlo, hasta el pequeño, juguetón y matón BRZ, el único que no dispone de tracción total como bien pudimos comprobar a cada giro y golpe de gas. Con toda la flota lista, con la incesante nieve y con una temperatura de -15 grados, todo estaba listo para aprender, pero sobre todo para divertirse.
Circuitos ratoneros cuyos límites estaban marcados por paredes de nieve con más de un metro de altura sirvieron para dar nuestros primeros pasos sobre una superficie que en España no acostumbramos a tocar. Sin embargo nada mejor que montar unos neumáticos de invierno, nada de cadenas, y una tracción total permanente para darte cuenta que solo es una superficie más, una con la que debemos tener cuidado, respeto, pero nunca miedo.
La ocasión también sirvió para probar coches que incluso no están disponibles en el mercado español, como el Subaru Impreza. El distribuidor nacional todavía está pensando si traerlo o no ya que dado que la moda SUV coloniza todos los segmentos, incluir un compacto en el estado en el que está el mercado no es una maniobra que se deba tomar a la ligera. De todos modos ya disponemos de un modelo muy semejante y que para mí es incluso mejor, el Subaru XV.
Hace ya un tiempo tuvimos ocasión de probarlo y seguimos sorprendidos con el nuevo rumbo de Subaru. El XV es un coche tremendamente bueno y que está destinado a aquellos compradores que busquen un SUV para salir del asfalto. Las capacidades offroad siempre le han sido reconocidas, pero es que ahora mejora en esos terrenos donde antes flaqueaba. Un nuevo chasis, una nueva configuración y la siempre esperada tracción total han convertido a este coche en un serio y firme representante de la marca en el segmento C-SUV.
Sus siglas de Xtreme Vehicle toman un mayor peso cuando empieza a cruzar obstáculos y adversidades como si nada importase. El sistema X-Mode se torna vital para este tipo de situaciones. La ayuda electrónica que este aporta siempre es de agradecer, hace que sigamos avanzando. Actúa sobre el ESP que a su vez actúa sobre el ABS, frenando la rueda que sea necesario parar a la vez que redirige la potencia a aquella o aquellas que tengan mejor tracción.
¿Fácil verdad? Pues no lo tienen todos, y su eficacia está más que demostrada. Lo mismo pasa con el Subaru Forester. Los viejos roqueros nunca mueren, y este japonés es la viva imagen. Por muchos años que siga a la venta, sigue siendo un excelente todoterreno. Las continuas actualizaciones por parte de Subaru no han hecho más que mejorarlo. Sigue siendo la misma cabra montesa, el mismo todoterreno camuflado que es capaz de dejar en ridículo a más de uno de esos que prometen llegar a los confines del mundo. El Forester siempre estará ahí.
Si bien el Snow Drive sirve para probar toda la gama y la tracción simétrica de Subaru, no podemos olvidarnos del factor diversión. Esa rama más emocional y pasional viene marcada por los dos deportivos de la casa. Por un lado el salvaje e indomable Subaru BRZ, y por otro un coche que parece haber sido diseñado y modelado por y para estas carreteras, el WRX STi.
Subaru no se olvida de su pasado, y a diferencia de muchos rivales con los que mantuvo una pugna en los 90, sigue manteniendo al Subaru WRX STi en su flota. No será el modelo más vendido, pero sin lugar a dudas es el más pasional de ellos. Sus 300 caballos parecen convertirse en 600 cuando pisas terreno helado. Nunca ha sido fácil controlar a este coche, pero sorprende que sobre hielo y nieve sea muy similar. De hecho te haces rápidamente a él, pero claro nunca puedes olvidar que corre mucho, así que lo de venirse arriba está contraindicado.
A pesar de la alta escuela del WRX, el niño fetiche de las jornadas fue el BRZ. Este pequeño no ha sido diseñado para los paisajes de Laponia. Es tan divertido como nervioso, controlar su trasera requiere de una pericia que supone estar muchas horas tras el volante y mucho rato dando vueltas sobre ti mismo. Mucho más rato del que realmente tuvimos, pero mereció la pena por aquellos espejismos de control, por aquellos breves momentos donde creías poder dominar a la bestia, aunque rápidamente me dejaba claro que todavía no estaba listo del todo.
Ni el frío ni la nieve pudieron con nosotros, y muchísimo menos con los coches. Desde el principio al final fueron capaces de soportar nuestro trato, que a veces tuvo momentos de verdadera tortura por nuestra excesiva alegría. Sin embargo nunca dejaron de avanzar, por muy complicada o deslizante que fuera la situación. Los SUV de Subaru son más que eso, son en realidad todoterrenos que se visten de forma familiar para así demostrarnos a todos que si de verdad quieres salir del asfalto los coches que realmente pueden hacerlo son muy pocos, y en esta marca tienes unos cuantos.
Extra bonus
Con el paso de las horas, las salidas, los trompos y los derrapes, la pericia y la capacidad de control aumenta. Sin embargo queda ensombrecida a la hora de ponerte como pasajero en un coche pilotado, que no conducido, por un piloto de rallies, uno de esos que ha sido forjados por los páramos helados que nos rodeaban. Más si cabe si no te esperas montarte en un coche que va a ser sacudido cual Cola Cao mañanero. Una verdadera experiencia que más que temer disfrutas. Así sucedieron los hechos.
Con cara de niño bueno uno de los trabajadores de las instalaciones de Lapland Ice Driving te dice que por favor te subas en un "taxi" que te va a llevar de regreso al centro de operaciones. Solo faltó el sonido del cinturón de seguridad para darme cuenta que ni eso era un taxi ni mi chófer era un conductor cualquiera. Saltos, derrapadas, giros con el freno de mano, una auténtica batidora que sirvió para darme cuenta de la calidad de los pilotos patrios, capaz de ir a 120 Km/h en un tramo helado y estrecho por el que muchos no se atreverían ni a ir andando. ¡Qué locura, que divertido, qué mareo! Menudo colofón a una jornada inolvidable.