Toyota Mirai a prueba, el coche japonés de hidrógeno (con vídeo)

Hemos probado el coche de hidrógeno de Toyota, el Mirai. Llegó al mercado en 2015 adelantándose a su tiempo. Equipa una pila de combustible que genera electricidad al hacer reaccionar el hidrógeno con oxígeno. Conócelo a fondo con nuestro vídeo.

Toyota Mirai a prueba, el coche japonés de hidrógeno (con vídeo)

17 min. lectura

Publicado: 29/04/2018 20:00

El Toyota Mirai es un coche “de hidrógeno” ¿qué significa esto? que es un coche eléctrico que la electricidad que emplea para poder moverse la obtiene de una pila de combustible en su interior, que genera energía eléctrica gracias a una reacción química, fruto de unir el hidrógeno con el oxígeno.

Ahora mismo estamos en una etapa en la que muchos fabricantes hablan muchos de sus coches eléctricos y de su supuesta implicación con el medio ambiente, otros empiezan a comunicar que están trabajando en futuros coches de hidrógeno aunque no se comercializan en nuestro país, como el Audi A7 h-tron o Hyundai ix35 FEV que probamos en 2015 o el recién lanzado Hyundai NEXO. Toyota comenzó el desarrollo de la tecnología de pila de combustible en 1992 y tras más de 20 años de trabajo nos traen este modelo.

Probablemente no te hayas cruzado nunca con un Mirai pese a que se presentó en 2015, ya que no se comercializa en nuestro país. Ello se debe a la inexistente infraestructura de la que disponemos hasta la fecha. Solo existen 6 hidrogeneras en territorio nacional: un lugar en Zaragoza, en Huesca, en Puertollano, en Albacete y dos en Sevilla. En otros países europeos, en Estados Unidos o en Japón sí que se comercializa ya que no tienen este problema. Si se vendiera en España, aún sin conocer las ayudas a la compra que aplicarían, tras impuestos el importe puede ser superior a 70.000 euros. No sería un coche popular en cuanto a precio, pero a nivel medioambiental es un gran avance.

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Parte trasera del Toyota Mirai

El Toyota Mirai por fuera

Con llantas de 17 pulgadas, la parte más atractiva de su carrocería es sin lugar a dudas es el frontal, con unos grupos ópticos delanteros LED muy afiliados y unas generosas entradas de aire. El logotipo “Fuel Cell” en la aleta delantera hace referencia a que equipa una pila de combustible que le permite moverse.

Su carrocería es bicolor y su color azul contrasta con los tonos negro presentes en el techo y en sus tres pilares. Desde la vista lateral puede apreciarse como el techo tiene una caída muy agradable a los ojos pero como veremos más adelante afecta negativamente a la habitabilidad.

El paso de rueda trasero ha sido ligeramente ensanchado, su parte posterior no muestra ningún tubo de escape -tiene uno para desalojar agua como explicamos más abajo- y unos pilotos posteriores divididos, con una línea de frenada que recorre todo el lateral del portón del maletero.

Tecnología LED para los pilotos delanteros del Mirai

La capacidad del mismo según datos homologados es de 361 litros, una capacidad reducida para su longitud, algo común en los vehículos híbridos o eléctricos que reservan parte del maletero para su sistema de alimentación o para las baterías.

"Mirai" es una palabra japonesa que significa futuro

Espacio lujoso para cuatro

Parece que el interior del Toyota Mirai ha sido estudiado para que cuando nos montemos en él transmita cierta paz y armonía. Han usado colores claros y oscuros por igual, mezclándose entre sí, rematados por detalles de plástico que recuerdan al metal. También hay cuero en los asientos y frontal del salpicadero, algunos listones embellecedores de acabado “negro piano” al cual se la ha impreso una especie de malla o patrón para que transmita una mayor sensación de elaboración y por tanto de calidad. El volante y los asientos delanteros son calefactados.

Que sea un “coche de hidrógeno” no significa que su interior sea revolucionario, ya que en esencia encontramos los mismo elementos que en cualquier otro vehículo, aunque algunos de ellos tienen particularidades. En la parte alta del salpicadero encontramos la instrumentación en una disposición horizontal, completamente digital, que muestra la velocidad de crucero, datos típicos del navegador de abordo y el flujo de energía.

Toyota Mirai: Blanco y negro por todos lados.

Bajo ella en una posición cercana para ser manipulada por nuestra mano, ya que es táctil, la pantalla del sistema multimedia de 7 pulgadas. Este sistema integra Bluetooth, navegación y funciones como las de cualquier otro sistema de entretenimiento aunque carece de compatibilidad con Android y Apple Car Play (el sistema se lanzó en 2015 junto al coche)

La palanca de la caja de cambios se encuentra bajo las salidas de aire frontales, en un posición más elevada de lo que cabría esperar, junto al climatizador que tiene una interfaz táctil, tanto para ajustar la temperatura como para selección el programación de circulación de aire o ajustar el flujo de aire. Parece botones pero en realidad son botones que se activan al tacto, como si de la pantalla de nuestro smartphone se tratara.

En las plazas traseras el color blanco nos envuelve completamente gracias al acabado de los asientos posteriores, los paneles de puerta, por parte del respaldo de los asientos delanteros así como el techo. No hay una superficie acristalada muy generosa pero se disfruta de mucha luminosidad.

Las butacas traseras ofrecen mucha comodidad

Hay elementos que tienen mucha calidad y que son propios de la gama alta de Lexus, como el cuero de las puertas o de los asientos, pero hay otros elementos que desentonan con esta atmósfera, como la salida de climatización trasera de plástico un poco tosco.

De cara a la habitabilidad, no hay mucha altura libre hasta el suelo, mi cabeza roza en él, debido a su caída tan suave, tampoco podemos meter los pies debajo de los asientos delanteros, aunque si tengo espacio para las piernas. Con una estatura de 1’8 metros, la mayoría de pasajeros viajarán cómodamente en la fila posterior, que en vez de una fila con tres plazas ofrece dos cómodas butacas, separadas por una consola central.

La técnica del Toyota MIRAI

Si pudiéramos ver a través de los paneles de carrocería del Toyota Mirai como si tuviéramos unas gafas de Rayos X más que un coche nos parecería una laboratorio rodante porque tiene un motor eléctrico, dos depósitos de hidrógeno, una pila de combustible y una batería.

El cerebro del Toyota Mirai al descubierto

El motor eléctrico genera una potencia máxima de 154 CV al eje delantero y se encuentra sobre él. La pila de combustible se encuentra bajo los asientos delanteros y se encarga de unir el oxígeno con el hidrógeno que alberga en sus depósitos, y hacerlos reaccionar generando electricidad, encargada de alimentar este modelo, y agua, que se evacua por un conducto en la parte trasera como si fuera un tubo de escape.

El hidrógeno se almacena en dos depósitos, uno se encuentra bajo los asientos posteriores y otro sobre el eje trasero. La capacidad total es de prácticamente 5 kilos de hidrógeno. Por último tenemos la batería de tipo niquel de hidruro metálico que hace de separador entre el maletero y las plazas traseras, tiene una capacidad de 1,6 Kwh y pertenece al Toyota Camry Hybrid, que se comercializa en EEUU.

La batería tiene como misión recoger los excesos de energía producidos por la pila de combustible o por la energía regenerativa de frenada. También se encarga de alimentar al vehículo en los primeros metros de desplazamiento al iniciar la marcha, y cuando demandamos mucha carga energética apoya solidariamente a la pila de combustible para enviar electricidad al motor del eje delantero.

El Toyota Mirai visto con gafas de Rayos X

Conduciendo un coche de hidrógeno

Con los casi 5 kilos de hidrógeno que el Toyota Mirai puede almacenar en sus depósitos, su autonomía homologada es de 483 kilómetros. A diferencia de los coches eléctricos, que requieren de mucho tiempo para recargar sus baterías, su repostaje puede realizar entre 3 a 5 minutos.

Como buen coche eléctrico es extremadamente silencioso, no transmite vibraciones y cuando aceleramos con fuerza escuchamos un pequeño silbido que recuerda al funcionamiento de algunos electrodomésticos. Sobre todo en fases de aceleración hasta que alcanzamos la velocidad deseada y vuelve a reinar el silencio, maquillado ligeramente por el sonido aerodinámico a alta velocidad (sí el día está un poco revuelto) y por el sonido de rodadura proveniente de los neumáticos y/o del estado de la carretera.

Para que esta sensación de silencio sea claramente perceptible por sus ocupantes Toyota ha empleado vidrio acústico en todas las ventanillas incluyendo el parabrisas, ha usado materiales aislantes y absorbentes entre distintas piezas de su carrocería, cubierta del motor y guardabarros además de ubicar los retrovisores de forma óptima para reducir el ruido de viento.

Tras la reacción química que genera energía solo expulsa agua

Realiza el 0 a 100 en 9,6 segundos y puede alcanzar una velocidad máxima de 178 km/h, no son datos especialmente relevantes valorando la tipología del modelo. Ofrece dos modos de conducción que pueden seleccionarse presionando dos botones que se encuentran junto a la palanca de la transmisión automática.

Dato homologadoToyota Mirai
Aceleración 0- 100 km/h9,6 segundos
Velocidad máxima178 km/h
Peso1.850 Kg
Consumo extraurbano0,8 Kg /100 km
Consumo urbano0,69 Kg /100 km
Consumo medio0,76 Kg /100 km

El primero de ellos se llama ECO y ralentiza las reacciones del vehículo, en especial la sensibilidad del acelerador ya que prioriza el mantenimiento energético del modelo para conseguir una mayor autonomía. El Modo Power es todo lo contrario, al pisar el acelerador nos mostrará todo su potencia gracias a que la pila de combustible y la batería enviarán toda su energia al motor eléctrico responsable de mover nuestro vehículo.

A parte de las posiciones R N D la palanca de la caja de cambios que hace la funciones de selector, ofrece un modo BR que corresponde con el freno motor en un vehículo tradicional. En este caso el frenado regenerador es más eficaz aunque desacelera el vehículo notoriamente, por lo que a parte de recuperar energía puede resultar útil si el conductor desea reducir la velocidad sin tocar el pedal de freno. Además en tramos descendentes podremos recuperar mucha energía manteniendo constante la velocidad del coche.

A nivel de seguridad activa, el Toyota Mirai incluye control de crucero adaptativo, el Sistema de Seguridad Precolisión, control de ángulo muerto, Alerta de Tráfico cruzado posterior, control de luces automático y alerta de cambio involuntario de carril.

Detalle de la instrumentación digital

Conclusiones tras la experiencia

Conducirlo es una experiencia agradable, su habitáculo está muy bien aislado del exterior, y se disfruta realizando una conducción eficiente. Se conduce exactamente igual que un vehículo eléctrico con sus particularidades por lo que todo buen hábito en estos modelos para conservar la energía de sus baterías es plenamente aplicable en este caso.

Respecto a ellos y de cara a un uso cotidiano, no tendremos que esperar todo el tiempo de carga que habitualmente necesitan este tipo de vehículos ya que el repostaje de hidrógeno es mucho más ágil, aunque algo más lento que repostar un vehículo de propulsión clásica movido por gasolina o diésel.

Solo nos hará falta encontrar una hidrogenera, cuando existan de manera más generalizada en nuestro país, y esperar de 3 a 5 minutos para acabar el repostaje y continuar con nuestro viaje. De cara al usuario apenas hay proceso de adaptación, se conduce igual que un coche eléctrico, que a su vez se conduce igual que un coche automático de combustión.

La verdad es que me encantaría que las instituciones correspondientes “se pusieran las pilas” e incentivaran un poco este tipo de movilidad sostenible, porque tenemos que mirar con cierta pena como otros países europeos nos están sacando la delantera y cada vez se distancian más de nosotros.

El fabricante japonés tiene el coche en la calle desde 2015 y nuestra administración no puede ni plantearse una red para repostar el hidrógeno, ya que en materia energética vive -en general- un siglo atrás. El compromiso por el cambio debe llegar con un plan energético serio y ambicioso, por la concienciación de los ciudadanos y por qué no decirlo, con productos a un precio más asequible, eso sí, que vaya por delante que el Mirai es bienvenido y que ha cumplido su función: mandar un mensaje a todos de parte de Toyota.

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