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TraveSEAT 2024, crónica de un viaje al pasado a bordo de un SEAT 600

El SEAT 600 es, sin ningún tipo de duda, el clásico español por excelencia. Nacido en 1957, este económico automóvil fue el principal responsable de motorizar a la sociedad española tras una larga posguerra, convirtiéndose en uno de los símbolos del desarrollismo de los años 60. A día de hoy, la "pelotilla" continúa siendo muy querida por los aficionados. El mejor ejemplo de ello lo encontramos en la TraveSEAT, el evento anual más importante dedicado al modelo.

TraveSEAT 2024, crónica de un viaje al pasado a bordo de un SEAT 600

12 min. lectura

Publicado: 03/09/2024 15:00

La Asociación TraveSEAT no es un club, sino un grupo que busca convertirse en punto de encuentro para todos los entusiastas del 600. Su principal cometido es organizar una salida multitudinaria de ámbito nacional una vez al año, proponiendo a los participantes rutas por algunas de las carreteras más bellas de España con las que disfrutar al volante de sus veteranos vehículos.

En los últimos años, la TraveSEAT ha ido ganando una más que merecida buena fama en el mundillo, convirtiéndose en una de las citas más destacadas del calendario para los amantes del automóvil clásico. El evento cuenta con el respaldo de SEAT Históricos, que siempre participa con varias unidades de su colección.

Motor.es ha tenido la oportunidad de asistir a su octava edición, bautizada como CantabreSEAT, gracias a la invitación de la propia marca. Una oportunidad única que no hemos desaprovechado y que os contamos en esta crónica. ¡Abrochaos los cinturones, que arrancamos!

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Este 600 D descapotable de 1966 pertenece a la colección de SEAT Históricos

Solares-Fuente Dé

Aunque la TraveSEAT 2024 comenzó oficialmente el martes 25 de junio con la visita al Parque Natural de Cabárceno, el pistoletazo realmente no se dio hasta el día siguiente con la salida de los 129 coches participantes desde Solares (Cantabria), localidad elegida como punto de inicio de esta aventura.

Nuestro compañero en esta primera jornada fue un precioso 600 D descapotable de SEAT Históricos, un ejemplar beige restaurado hasta el más mínimo detalle (probablemente se tratara de la unidad más reluciente de toda la edición). El primer tramo lo realizamos con el cielo encapotado y un poco de niebla, algo que cambiaría hacia media mañana.

Los 600 llegan a Fuente Dé

Tras una primera parada en la Cueva de El Soplao, donde pudimos disfrutar de unas espectaculares vistas gracias a su enclave privilegiado, la caravana se dirigió a Potes para comer. El tiempo por fin acompañaba y decidimos abrir el techo del seílla, algo de lo que no nos arrepentimos… salvo por alguna quemadura resultado del sol veraniego.

Una de las primeras cosas de las que se toma consciencia a la hora de participar en la TraveSEAT es el alto grado de compañerismo entre los participantes. Esto podría deberse en gran medida a que la mayoría son ya viejos amigos después de haber coincidido en varias ediciones; sin embargo, también hacen partícipes de la misma dinámica a los recién llegados, creando un ambiente inmejorable.

Esta primera etapa finalizó en Fuente Dé, en pleno corazón de los Picos de Europa. La sinuosa carretera, el sobrecogedor paisaje montañoso y el alegre rumor del motor prácticamente nos sumieron en un trance del que no queríamos salir. Por suerte, solo estábamos al principio de nuestro viaje.

El segundo día nos pusimos a los mandos de un SEAT 600 E

Fuente Dé-Oviedo

Hay quien dice que los coches se parecen a sus dueños, y el 600 es a todas luces un automóvil simpático, con el que es fácil llevarse bien. Esto quedó patente en el largo tramo de carretera en obras que tuvimos que atravesar en dirección a Asturias: a nuestro paso, los obreros saludaban y sonreían en respuesta a los amigables bocinazos de la caravana.

Si en la etapa anterior nos quedamos sorprendidos por la buena respuesta del 600 D (1963-1970) a pesar de sus escasos 25 CV, el jueves 27 descubrimos que el 600 E (1970-1973) es todavía más brioso a pesar de que, en teoría, tiene la misma potencia.

El abad de la Basílica de Santa María la Real de Covadonga bendijo a los vehículos participantes

Que estas palabras no os lleven a engaño: el 600 no es un coche ni remotamente rápido, aunque su ligereza y escasa insonorización hacen que lo parezca cuando circulamos por vías secundarias. Aunque la autovía no es su hábitat natural, en un momento dado llegamos a ponerlo a 110 km/h, dejándonos con las ganas de probar un 600 L Especial (1972-1973) de 28 CV, el último integrante de la saga.

La comitiva se dirigió a Covadonga, donde el abad de la Basílica bendijo a todos los vehículos participantes. SEAT Históricos ofreció una ofrenda a la Santina, y después continuamos camino de Oviedo.

Reparaciones en el Museo y Circuito de Fernando Alonso

Nuestro destino final fue el Museo y Circuito de Fernando Alonso, que alberga una colección con los diversos vehículos de competición con los que ha corrido el piloto asturiano a lo largo de su prolífica carrera profesional. Además de la exposición, también pudimos disfrutar de una serie de tandas en kart, una divertida actividad que supuso un marcado contraste con el relajado ritmo de "paseo" de los 600.

La nota amarga de la jornada la puso el accidente sufrido por un 800 (la versión de cuatro puertas del 600), si bien su conductor salió ileso e incluso completó la TraveSEAT con un coche de alquiler.

La lluvia marcó la tercera jornada del viaje

Oviedo-Ribadeo

El tercer capítulo de nuestra historia discurrió plácidamente entre frondosos bosques y carreteras costeras con la constante pero no molesta presencia de una fina lluvia conocida en Asturias como "orbayu". De nuevo, repetimos a los mandos del 600 E, ya que las condiciones quizás no eran las más propicias para el descapotable.

En esta ocasión, no hubo parada turística a mitad de camino, sino un rápido "pit stop" en una gasolinera para repostar, estirar las piernas… y reparar algún que otro limpiaparabrisas que había decidido declararse en huelga en el momento menos oportuno, algo que la mayoría de conductores de vehículos veteranos seguramente haya sufrido en alguna ocasión.

Nuestra colorida caravana iba atrapando miradas a su paso

Por suerte, los mecánicos de SEAT no tardaron en ponerse manos a la obra para ayudar a todo aquel que lo necesitara, igual que en los días anteriores habían solucionado pinchazos y problemas de frenos. Como bien señala la organización, se trata de los "ángeles de blanco" de la TraveSEAT, pues es posible que sin ellos algunos coches no hubieran llegado a la meta.

Nuestro recorrido finalizó en Ribadeo, localidad gallega situada junto a la frontera con Asturias. Los 600 pasaron la tarde (y también la noche) expuestos en la Plaza de España, junto al Ayuntamiento, para deleite de vecinos y turistas que se encontraron con la pintoresca comitiva multicolor.

Los participantes por nuestra parte realizamos una interesante visita guiada por las calles del pueblo, salpicadas de bonitas casas indianas construidas por aquellos que, después de hacer las Américas y prosperar, volvieron a su lugar de nacimiento con los medios necesarios para levantar estas suntuosas mansiones. Por desgracia, estos triunfadores fueron una minoría, pues el grueso de emigrantes nunca regresaron.

¡Vuelta al descapotable!

Ribadeo-A Coruña

El sábado 29 amaneció como había anochecido el día anterior: con lluvia. Sin embargo, decidimos despedirnos de la TraveSEAT al volante del 600 D descapotable, una decisión que terminaría resultando acertada, pues al llegar a Coruña el cielo se había despejado y pudimos volver a enrollar el techo de lona para disfrutar del sol estival.

Todos los 600 se agruparon a los pies de la Torre de Hércules, el faro romano en uso más antiguo del mundo, creando una estampa memorable que no dejó indiferentes a los turistas que habían acudido a visitar la joya arquitectónica que custodia la gran urbe gallega.

Museo de Automoción e Historia de Arteixo

Tras la sesión de fotos de rigor, realizada por el profesionalísimo Siu Wu, nos dirigimos a la última parada de nuestra travesía: el Museo de Automoción e Historia de Arteixo, que alberga una impresionante colección de 300 clásicos organizados por época y país de origen. Entre los puntos más destacados se encuentran las dos salas dedicadas a la marca española Pegaso; de hecho, el primer vehículo que recibe a los visitantes nada más entrar es un Z-102 azul carrozado por Touring.

Tras despedirnos de "nuestros" 600, del equipo de SEAT Históricos y de los compañeros de viaje que en los últimos días se habían convertido en amigos, nos tocó regresar a la rutina, lejos de alegre gorgoteo de los escapes añejos. No olvidaremos fácilmente lo vivido en los últimos días.

La Torre de Hércules es el faro romano en funcionamiento más antiguo del mundo

En el momento de su nacimiento, el SEAT 600 regaló a los españoles una libertad con la que hasta entonces siquiera podían soñar. Décadas después, nos ha mostrado otro tipo de libertad: la de olvidarnos de la meta y conducir sin prisa, saboreando cada kilómetro y cada paisaje que se asoma por nuestras ventanillas. La libertad de darse cuenta de que viajar es mucho más que un simple trámite que completar para llegar a nuestro destino, sino una experiencia digna de ser vivida y disfrutada.

Nos gustaría agradecer a SEAT Históricos la oportunidad de formar parte de la TraveSEAT, así como a los organizadores y patrocinadores del evento por hacer posible un encuentro de semejante calibre.

Fotos: SEAT Históricos

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