Comparativa Volkswagen Golf 8 vs Mazda3, duelo en la cumbre (con vídeo)
En esta comparativa enfrentamos a la octava generación del Volkswagen Golf, el tradicional líder entre los compactos generalistas, y el Mazda3, el modelo con el que el fabricante japonés se adentra por primera vez en el terreno premium. Las espadas están en todo lo alto.
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Publicado: 09/09/2020 18:00
En esta ocasión te traemos una comparativa con dos de los compactos que más han dado que hablar en los últimos tiempos. Por un lado el Volkswagen Golf, todo un icono entre los compactos que alcanza su octava generación. Por el otro lado el Mazda3, un modelo con el que el fabricante nipón busca un nuevo posicionamiento en el mercado como modelo premium ¿Cuál es el mejor?
A primera vista queda evidenciado que son dos propuestas muy diferentes en cuanto a diseño. El Golf es muy alemán con líneas rectas, formas lisas siguiendo una evolución natural de la generación anterior. Parece hecho con escuadra y cartabón. El Mazda3 por su parte es todo lo contrario proponiendo superficies ondulantes y sinuosas, más orgánico. Depende de gustos pero creo que es más bonito y además el color Soul Red Crystal de la unidad de pruebas es arrebatador.
Estética aparte hay que mencionar un detalle significativo y es que el japonés es 18 cm más largo que el alemán, es mucho más grande. Pero hay que quitarse el sombrero ante los ingenieros de Mazda porque a pesar de ello es 100 kg más ligero que el Golf. Es un coche que pesa muy poco para el tamaño que tiene, luego veremos cómo afecta eso a la parte dinámica pero antes echemos un vistazo de puertas para adentro.
Dimensiones | VW Golf | Mazda3 |
---|---|---|
Longitud | 4.284 mm | 4.460 mm |
Altura | 1.491 mm | 1.435 mm |
Anchura | 1.789 mm | 1.795 mm |
Distancia entre ejes | 2.619 mm | 2.725 mm |
Peso | 1.380 kg | 1.274 kg |
Maletero con 5 plazas | 380 litros | 354 litros |
Maletero con 2 plazas | 1.237 litros | 1.026 litros |
Resulta curioso que los dos coches han apostado por un estilo minimalista para el interior pero los diseños son completamente diferentes. El Mazda da una impresión lujosa por ajustes y materiales, hay zonas acolchadas en muchas partes del habitáculo y la única pega que se le puede poner es la excesiva utilización del dichoso plástico negro piano en la consola central.
Este diseño tiene algunos aspectos negativos y en lo que a la conducción se refiere uno de ellos es que el Mazda3 tiene una menor visibilidad que el Golf. Eso se debe a que el pilar A está muy inclinado y entorpece la visión en algunos giros, el pilar C es muy ancho tapa la visión en la vista de tres cuartos trasero y luneta es muy pequeña e inclinada. Se agradece que tengamos un sistema de cámaras de 360 grados para hacer maniobras.
En lo que respecta al Golf sigue las pautas del exterior, con un habitáculo en el que abundan las formas rectas y un aspecto menos lujoso que el compacto de Mazda aunque igualmente bien ensamblado y sólido. Aquí el plástico negro brillante está otra vez muy presente, esta vez en la parte frontal.
Para buscar el minimalismo se ha eliminado la palanca de cambios tradicional en favor de un interruptor gracias a una conexión by wire de la transmisión y, sobre todo, se han centrado el eliminar botones y los pocos que quedan hacerlos invisibles. Para que pasen desapercibidos los alemanes han optado por botones táctiles que es una solución muy llamativa pero muy poco práctica.
El japonés presenta un cuadro de instrumentos que combina información digital y analógica. El resultado está muy bien integrado y resulta elegante, aunque deja muy pocas opciones de personalización. El alemán destaca por su instrumentación completamente digital de 10,25 pulgadas. Ambos pueden tener un head-up display que proyecta los datos directamente en el parabrisas.
En cuanto al sistema multimedia, el fabricante de Hiroshima ha optado por una pantalla panorámica de 8,8 pulgadas que ofrece una magnífica calidad de imagen y un manejo muy intuitivo. Los de Wolfsburgo se han inclinado por un sistema de infoentretenimiento con pantalla táctil de 10 pulgadas que causa una buena primera impresión por su interfaz moderno y juvenil pero que en realidad no va tan fluido como el de Mazda y hay un exceso de menús y submenús. Sendos sistemas son compatibles con Android Auto y Apple CarPlay.
En general la atmósfera del Mazda3 se percibe más elegante mientras que el Volkswagen Golf da una impresión más tecnológica. Algunas de las cosas más novedosas de este modelo no están a la vista, como la tecnología Car2X que transmite información entre vehículos e infraestructuras en un radio de hasta 800 metros.
Vamos a las plazas traseras donde nuevamente encontramos diferencias claras. En el compacto de Volkswagen gozamos de un buen espacio para las piernas y la cabeza, bastante más que en el Mazda. No sólo tenemos salidas de ventilación aquí sino incluso nuestra propia zona climática para regular la temperatura. También hay un par de tomas USB, un reposabrazos y varios bolsillos tras los respaldos de los asientos delanteros. En general es un espacio bien resuelto y confortable para pasajeros de hasta 1,90 m de estatura.
Los asientos posteriores del Mazda3 son más angostos y el espacio en longitud y anchura es claramente menor, válido para ocupantes de hasta 1,80 m de estatura. En general todo es más pequeño y resulta sorprendente porque este Mazda3 es mucho más largo que el Golf y tiene más distancia entre ejes pero el deportivo diseño exterior pasa factura y como el habitáculo está muy retrasado se pierde espacio interior. Además no hay salidas de aire ni tomas USB para recargar dispositivos. Sin duda, las plazas traseras son el principal punto débil del Mazda3.
Echemos un vistazo al maletero. Antes de verlos por dentro, con sólo abrir el portón se comprueba que el maletero del Golf 8 tiene una boca más grande y con el umbral más bajo lo que nos va a facilitar introducir objetos. Una vez más, el diseño se impone a la funcionalidad en el nipón.
Una vez más el Mazda no ha sabido aprovechar la ventaja de su tamaño y se queda en unos más que discretos 354 litros. El espacio está muy bien rematado pero se echan en falta sistemas para sujetar la carga porque salvo una correa no hay gomas elásticas, perchas o compartimentos.
Por su parte el popular modelo de Volkswagen tiene un maletero que llega hasta los 380 litros así que aventaja a su oponente en 26 litros, cuenta con algunos sistemas de sujeción, un doble fondo e incluso una trampilla para llevar objetos largos. Así que en general el europeo es más práctico y versátil, algo que verán con buenos ojos aquellos que busquen un compacto para uso familiar.
Skyactiv-X y eTSI, frente a frente
Vayamos a la parte dinámica no sin antes mencionar que las dos unidades que protagonizan esta comparativa suponen actualmente la opción más potente de la gama de gasolina de cada uno de ellos en estos momentos. Contamos con el 1.5 eTSI de 150 CV para el alemán y el 2.0 Skyactiv-X de 180 CV para el japonés.
Ambos propulsores son semihíbridos. Esto quiere decir que llevan un sistema eléctrico, de 48V en el caso de Volkswagen y 24V en el caso de Mazda, cuya energía almacenada en las baterías sirve como apoyo del motor de gasolina. No pueden desplazarse en ningún momento de manera completamente eléctrica que es algo que sí podría hacer un híbrido estándar. Las ventajas de este tipo de motores es que el consumo es menor y además tienen la etiqueta medioambiental Eco.
En cuanto a las configuraciones disponibles, Mazda es que lo pone más fácil porque podemos optar por este Mazda3 Skyactiv-X tanto con cambio manual, cambio automático, tracción delantera o incluso tracción a las cuatro ruedas. Por su parte el Volkswagen Golf eTSI sólo se puede configurar con tracción delantera y cambio automático DSG. Se ofrece este mismo motor asociado a un cambio manual pero se pierde la semihibridación (se denomina TSI en lugar de eTSI), sería un motor de gasolina convencional.
El motor Skyactiv-X no es explosivo. De hecho a pesar de tener 30 CV más que el Golf las sensaciones son parecidas y eso se debe a dos factores principales. Primero que, aunque el japonés es más potente, el par que es capaz de ofrecer es más bajo y por tanto tenemos menos sensación de empuje. Segundo, porque donde se nota más brío es en la parte más alta del cuentarrevoluciones, con el Golf no hace falta estirar tanto las marchas.
El compacto alemán tampoco puede presumir de deportividad porque tiene 150 CV que cuesta sacar a relucir. Para mostrar algo de nervio hay que pisar el acelerador del Golf con decisión. No es un coche que transmita deportividad, las prestaciones están ahí pero cuesta sacarlas a relucir. Es agradable de conducir, es confortable y se siente cómodo tanto en carretera como en ciudad pero en general es bastante anodino.
Prestaciones | VW Golf | Mazda3 |
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Versión | 1.5 eTSI 150 DSG | Skyactiv-X 180 Aut. |
Cilindros | 4 en línea | 4 en línea |
Cilindrada | 1.498 cc | 1.998 cc |
Potencia máxima | 150 CV @ 5000 rpm | 180 CV @ 6000 rpm |
Par máximo | 250 Nm @ 1500 rpm | 224 Nm @ 3000 rpm |
Aceleración 0-100 km/h | 8,3 segundos | 8,6 segundos |
Velocidad máxima | 224 km/h | 216 km/h |
Consumo (WLTP) | 5,7 l/100 km | 6,3 l/100 km |
Emisiones CO2 (WLTP) | 130 g/km | 142 g/km |
Un aspecto importante es que, tanto en el Golf como en el Mazda3, si se buscan unas sensaciones más estimulantes hay que escoger sí o sí el cambio manual. Aunque proporciona un mayor confort de marcha, el cambio automático de Mazda lastra las prestaciones y el consumo. Por el contrario la caja de cambios manual del Mazda3 es una auténtica delicia. Por la dureza, los recorridos y el tacto es sencillamente perfecta. La transmisión DSG de doble embrague y siete marchas de Volkswagen tampoco es especialmente rápida pero deja un mejor sabor de boca.
El cambio automático de seis marchas de Mazda es de convertidor de par y resulta muy suave pero también muy lento y carece de modo vela. Lo normal es estar cerca de los 6 l/100 km mientras que con la opción manual podemos ahorrar medio litro aproximadamente. La mejor cualidad del nuevo Golf es el consumo, lo normal será estar algo por encima de los 5 l/100 km. Además de la semihibridación, uno de los motivos que permiten conseguir esos registros tan buenos es un modo vela que funciona realmente bien y mantiene la inercia del coche durante mucho tiempo.
El Mazda3 no es un coche que nos vaya a impresionar por las prestaciones de su sofisticadísimo Skyactic-X con SPCCI pero sí por su comportamiento. La suspensión tiene un tarado acertado, toma las curvas con una precisión fantástica, tiene un gran aplomo, se muestra neutro, ligero y fácil de conducir. Se agradecería que la dirección tuviera un punto más de dureza y que la frenada tuviera más mordiente para firmar un sobresaliente, pero no hay duda de que la puesta a punto del chasis es formidable.
Si tuviera un selector de modos de conducción que permitiese variar la asistencia de la dirección y la respuesta del acelerador, como tiene el Golf, sería fantástico. El alemán propone cuatro programas de conducción (eco, normal, sport e individual) aunque ninguno de ellos es especialmente enérgico ni presentan grandes diferencias entre sí.
Otro punto importante a valorar del Mazda3 es que es muy silencioso. El Golf 8 muestra una buena insonorización a velocidades bajas pero a partir de 80-90 km/h el ruido de rodadura se hace bastante patente. En el Mazda3 no, siempre es muy silencioso aunque vayamos rápido. Si tuviera que hacer un viaje largo lo querría hacer en un Mazda3 porque proporciona un confort de marcha fabuloso.
El último aspecto importante a destacar en esta comparativa es el precio. Aquí las cosas están muy igualadas y los dos se sitúan ligeramente por encima de los 30.000 euros en esta configuración con semihibridación y cambio automático. El Mazda3 es el que ofrece el precio de lista más accesible puesto que vale aproximadamente 1.000 euros menos que el Volkswagen Golf. El Mazda3 Skyactiv-X 180 automático está a la venta por 30.865 euros mientras que el Volkswagen Golf eTSI 150 DSG arranca en los 31.835 euros.
El alemán resulta interesante desde el punto de vista del equipamiento tecnológico disponible, tienen unas plazas traseras más grandes, un maletero más apañado y consumo formidable. El Mazda3 brilla por diseño, por calidad de realización, el comportamiento de su chasis y por el extraordinario confort de marcha que es capaz de ofrecer.
Por todo ello resulta difícil elegir entre estos dos modelos porque depende de a qué cualidades le damos más peso, una decisión muy personal según los gustos y necesidades individuales. Creo que mi elección sería el Mazda3 pero, acuérdate, con cambio manual ¿Con cuál te quedarías tú?