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El acoplamiento viscoso es un tipo de diferencial que permite que las ruedas de cada lado de un mismo eje puedan girar a velocidades diferentes. Esto permite mantener la estabilidad y maniobrabilidad, mejorando además la tracción.
El comportamiento dinámico de un vehículo es mucho más complicado de lo que parece, pues entran en juego muchas leyes físicas que tienen a hacer inconducible el mismo cuando este comienza a desplazarse.
En ese sentido, el diferencial es uno de los elementos clave para una correcta maniobrabilidad y tracción, ya que permite que las ruedas de un mismo eje puedan girar a velocidades diferentes en función del giro, la superficie y el agarre de la misma.
Pero existen diferentes tipos de diferenciales, siendo uno de los más conocidos el diferencial de acoplamiento viscoso, que también recibe el nombre de diferencial tipo Ferguson.
El diferencial de acoplamiento viscoso es un tipo de diferencial que está formado por una carcasa solidaria al árbol de transmisión, en cuyo interior hay unos discos y un fluido viscoso mezclado con aire.
Estos discos, que son fijos, se intercalan unos con otros y disponen de hendiduras y taladros, por los cuales fluye un aceite silicona mezclado en un 20 % con aire.
Cuando la velocidad de giro de cada semieje difiere, el fluido se vuelve más viscoso y tiende a hacer solidarios los dos juegos de discos y su velocidad.
Más concretamente, en el momento en que un eje pierde tracción, el deslizamiento entre los discos alternos aumenta la temperatura y la presión del aceite de silicona que los envuelve.
Esto aumenta las fuerzas de fricción y hace que los discos conductores giren junto con los discos conducidos, logrando una rotación sincronizada entre ambos.
De ese modo, es posible transmitir el total de la fuerza al eje que dispone de mayor adherencia.
El momento en el que debe actuar el diferencial lo determina el número de discos, los taladros aplicados a los mismos y el aire introducido en la carcasa.
Durante el funcionamiento normal, este tipo de diferencial apenas transmite un 10 % del par, por lo que suele utilizarse en vehículos de tracción delantera a los que se les incorpora la trasera a modo de complemento.
Cuando el eje delantero pierde tracción, el diferencial transfiere parte del par al eje trasero. Pero, al no ser un sistema de tracción total permanente, suele producirse un retraso y esta no es fija ni tampoco constante.
Además, el diferencial de acoplamiento viscoso obliga a hacer uso de un embrague automático en el caso de que el vehículo monte ABS, pues este sistema vigila las diferencias de giro para determinar cuándo entrar en funcionamiento.
El diferencial de acoplamiento viscoso no es el más eficaz ni sofisticado y tampoco permite disponer de tracción 4x4 permanente, pero es más barato y compacto, por lo que sigue siendo muy utilizado.
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