Aditivo: qué es, qué tipos hay y para qué sirve cada uno
Los vehículos cuentan con numerosos fluidos que deben ofrecer un rendimiento excepcional en condiciones extremas. Los aditivos se añaden a estos fluidos para mejorar, optimizar o alargar sus prestaciones y las de determinadas partes del coche.
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Publicado: 08/02/2023 12:45
La mejor manera de optimizar el rendimiento y la duración de un vehículo es realizar un uso racional del mismo, así como un mantenimiento exhaustivo y completo.
Pero también es cierto que en el mercado existen productos específicamente desarrollados para mejorar las prestaciones de los vehículos, bien a través de una mejora de los fluidos que estos necesitan, bien utilizando los mismos como medio para proteger y mejorar el funcionamiento del motor u otras partes.
Estos productos se llaman aditivos y existen múltiples tipos con diferentes objetivos por cumplir.
Qué es un aditivo
Comenzando por el principio, un aditivo es un producto químico que se agrega a uno o más fluidos del automóvil con el objetivo final de mejorar el rendimiento del mismo y proteger las piezas que lo conforman.
Los aditivos pueden agregarse al combustible, a los aceites, al líquido refrigerante, etc, y su objetivo puede estar relacionado con diversas partes del motor, la transmisión, etc.
Qué tipos de aditivos hay
Los tipos de aditivos presentes en el mercado son variados y numerosos, y no todos tienen el mismo cometido ni se utilizan del mismo modo. Vamos a repasar los principales.
Aditivos para el combustible
Como quizá sepas, en España tanto la gasolina como el diésel son suministrados a las petroleras por CLH (Compañía Logística de Hidrocarburos). A partir de ahí, cada empresa es libre de añadir sus propios aditivos para mejorar las prestaciones de dichos combustibles.
Esto es, en esencia, lo que diferencia el carburante de una estación de servicio «low cost» de una de marcas como Repsol, Cepsa, BP o Shell, entre otras. La calidad del combustible es la misma para todas, pero los aditivos marcan la diferencia en prestaciones y precio.
Pero, ¿qué pretenden conseguir exactamente los aditivos añadidos a los combustibles?
- Lubricación y limpieza de la bomba y los inyectores
- Reducción del ruido del motor
- Reducción de las emisiones contaminantes
- Aumento de la potencia del motor
- Menor consumo de combustible
- Mejor respuesta de aceleración
- Anticongelación
- Efecto de limpieza en el motor
Los combustibles, tanto la gasolina como el diésel, tienen agentes corrosivos y también incluyen partículas sólidas que acaban acumulándose en el motor y en otras partes como los inyectores. Todo ello, además de reducir la vida útil de dichas piezas
Aditivos de limpieza
Si bien los aditivos incorporados al combustible cumplen esta función, existen aditivos específicamente diseñados para limpiar los inyectores y la válvula EGR. Ambos se añaden al depósito del combustible, pero existen productos específicos para gasolina y diésel.
Aditivos para el aceite
Algunos aditivos están especialmente destinados a reducir el consumo de aceite del vehículo, lo que a su vez también permite disminuir el ruido del motor, mejorar la compresión y eliminar el exceso de humos, entre otros efectos.
Aditivos para la caja de cambios
Estos tienen como objetivo reducir la fricción en la caja de cambios y mejorar las operaciones de engranaje de las marchas.
Aditivos para el sistema de refrigeración
Los aditivos para la refrigeración en los vehículos están especialmente recomendados para aquellos motores con muchos años o que hayan estado inactivos por un tiempo prolongado.
Estos aditivos se fabrican con componentes que limpian profundamente todas las impurezas, como la suciedad, el óxido y las incrustaciones. Además, descubren posibles fugas en el sistema, taponadas previamente por la cal, que podrían poner en riesgo el buen funcionamiento del motor.
En cualquier caso, ninguno de estos productos sustituye el mantenimiento periódico de un automóvil, la sustitución de las piezas de desgaste o las operaciones de reparación y mantenimiento exhaustivas que determinadas partes del vehículo necesitarán de manera inevitable a lo largo de su vida útil. Simplemente, sirven para mejorar las prestaciones o retrasar la degradación.