Qué es un alerón y cuál es su función real en los coches
Tanto en aeronáutica como en el mundo del automóvil, los alerones cumplen una función crucial para el funcionamiento de los aviones y automóviles. La razón estriba en su interacción con la aerodinámica.
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Publicado: 01/03/2024 13:00
Un alerón es un dispositivo aerodinámico que se encuentra comúnmente en aeronaves y vehículos. Además, es muy utilizado en automóviles de alto rendimiento y competición, como la Fórmula 1.
Centrándonos en el contexto del automóvil, la función principal del alerón es influir en el flujo de aire alrededor del vehículo para mejorar la estabilidad y la adherencia a la carretera, especialmente a altas velocidades.
Los alerones pueden ser de diferentes formas y tamaños, pero típicamente consisten en una superficie plana o curva montada en la parte trasera del vehículo. Estas superficies generan fuerza descendente (downforce) al desviar el flujo de aire hacia arriba y hacia abajo, lo que ayuda a mantener el vehículo pegado al suelo y mejorar su tracción.
En el contexto del automovilismo deportivo, los alerones se ajustan y diseñan con precisión para optimizar el rendimiento del vehículo en diferentes condiciones de pista y velocidades. Además, pueden jugar un papel crucial en la estética y la identidad visual de un automóvil de carreras.
Beneficios e inconvenientes derivados del uso de un alerón
Cuando es diseñado y configurado adecuadamente, un alerón proporciona:
- Mayor estabilidad y agarre a altas velocidades: el alerón genera una fuerza descendente que empuja el coche hacia el suelo, lo que mejora la adherencia de las ruedas traseras y evita que el coche pierda el control.
- Mejor frenada: la carga aerodinámica adicional también ayuda a mejorar la frenada, ya que aumenta la presión sobre las ruedas.
Como contrapartida, el alerón aporta más peso al conjunto, además de producir una resistencia al avance (drag) que reduce la velocidad punta en línea recta y aumenta el consumo de combustible.
Por dicha razón, en los coches de competición su configuración debe ser minuciosa para alcanzar un equilibrio, la llamada eficiencia aerodinámica, que permite maximizar sus beneficios y minimizar sus inconvenientes.
En los vehículos de calle, su adición suele ser principalmente estética y por ello se utilizan elementos de tamaño e incidencia reducidos que no incrementen en exceso el consumo.