Alerta de cambio involuntario de carril: qué es y cómo ha evolucionado

El sistema de alerta de cambio involuntario de carril es una tecnología de seguridad presente en los coches desde hace 15 años, pero que es obligatorio como equipamiento de serie en los de nueva homologación desde mediados del 2022.

Alerta de cambio involuntario de carril: qué es y cómo ha evolucionado
La alerta de cambio involuntario de carril y su evolución, el mantenimiento de carril, explicados en detalle

6 min. lectura

Publicado: 06/12/2023 11:15

El objetivo de este asistente de seguridad en el vehículo es el avisar al conductor de que está perdiendo la trayectoria y se está saliendo del carril. Mediante señales luminosas, acústicas o hápticas (la vibración del volante o del asiento), se alerta al conductor de un posible riesgo de accidente.

Se trata de una tecnología que puede salvar muchas vidas, ya que viene a intentar corregir una potencial distracción del conductor. Este es, precisamente, uno de los factores que más accidentes causan: el factor humano está detrás del 93 por ciento de los accidentes, sobre todo por culpa de las distracciones.

Es por ello que la Comisión Europea instauró, junto a otros asistentes de seguridad (ADAS), la alerta de cambio de carril como elemento de serie en los vehículos nuevos.

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Según el experto Bosch, el uso de esta tecnología y sus evoluciones en todos los vehículos podría evitar entre el 10 y el 18 por ciento de los accidentes con lesiones.

Algunos vehículos muestran en el cuadro de instrumentos el funcionamiento del sistema de esta forma tan útil

Así funciona la Alerta de cambio de carril

El sistema de Alerta de cambio involuntario de carril se basa en el funcionamiento de una cámara situada en la parte superior del parabrisas del vehículo. Esta, que enfoca hacia la carretera, es capaz de detectar las líneas dibujadas en el asfalto que delimitan los carriles, la posición del coche dentro de estas y el giro del volante.

En el caso de que el vehículo se desplace y pise una línea sin que el conductor haya señalizado la maniobra con el intermitente, el sistema emitirá un aviso para que el conductor para que retome el control de este: este puede ser luminoso, acústico o háptico, mediante vibraciones en el propio volante o incluso en el asiento.

La cámara es capaz de detectar los diferentes tipos de líneas en el asfalto y distinguir entre las continuas y discontinuas, hasta una distancia de entre 60 y 100 metros y, generalmente, a partir de los 60 km/h. No obstante, el conductor puede decidir anular esta función mediante un botón o en la pantalla del vehículo.

Con el paso del tiempo, esta tecnología de seguridad y apoyo a la conducción ha ido evolucionando y ha ido incorporando nuevas funcionalidades, como el sistema activo de mantenimiento de carril o el sistema de centralización de carril. Este último, mientras 'lee' las líneas de la carretera, actúa sobre el vehículo para mantenerlo siempre que sea posible en el centro del carril.

Así funciona la tecnología a alerta y mantenimiento de carril. Gráfico: DGT

Evolución de la tecnología: sistema de mantenimiento de carril

Este sistema va un paso más allá que la 'clásica' alerta de cambio de carril. En el caso de que la cámara detecte el cambio involuntario de carril sin señalizar, la tecnología es capaz de mover el volante para redirigir el vehículo hacia el centro de su carril.

También puede actuar sobre el control de estabilidad (ESP), activando los frenos de las ruedas opuestas a las que pisan la línea, logrando el mismo efecto para corregir la trayectoria del vehículo de forma automática.

Como en el caso anterior, el conductor puede anular esta función desde el habitáculo, o bien realizar ajustes para que el sistema es menos intrusivo y reducir la sensibilidad de su funcionamiento.

El sistema de mantenimiento de carril, explicado en vídeo.

Y de nuevo, esta tecnología puede fallar si las líneas viales están muy desgastadas, si estas no existen, si hay una curva muy cerrada, si el sol está dando con fuerza de frente en el parabrisas o bien en condiciones meteorológicas muy adversas.

Su mayor utilidad está en los viajes largos por autovía o autopista, donde los despistes, las distracciones o la somnolencia pueden hacer que el rumbo del vehículo varíe sin que nos demos cuenta.

Es muy importante tener en cuenta que estas tecnologías son una ayuda para el conductor y que su finalidad es evitar los despistes, pero NUNCA se debe confiar la conducción a esta tecnología. En última instancia, el conductor es siempre el máximo responsable.

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