Ángulos de ataque, salida y ventral en un coche
Todo conductor habitual de un vehículo todoterreno fuera del asfalto debe saber qué son el ángulo de ataque, el de salida y el ventral. Gracias a ellos, podrá conducir con seguridad y sin miedo a dañar su 4x4.
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Publicado: 16/02/2022 14:31
Cuando conducimos un vehículo fuera del asfalto, debemos prestar atención a la altura de nuestro vehículo al suelo y cómo cambiará esta en función de las pendientes y los obstáculos que nos encontraremos en el camino.
En este sentido, es vital saber qué es el ángulo de ataque o entrada, pues determinará la capacidad de nuestro coche para superar las dificultades que se vayan presentando. Y lo mismo sucede con el ángulo de salida y el ángulo ventral.
Qué es el ángulo de ataque o entrada
El ángulo de ataque es el que forma el suelo en relación a la línea imaginaria generada por el borde inferior de la carrocería frontal o el parachoques, y la parte más adelantada de las ruedas delanteras.
Esta zona es la que determina la pendiente que el coche puede salvar sin rozar antes de que las ruedas comiencen a subir la misma o superar un obstáculo.
Qué es el ángulo de salida
El ángulo de salida es el que forma el suelo en relación a la línea imaginaria generada por el borde inferior de la carrocería trasera o el parachoques, y la parte más retrasada de las ruedas traseras.
Es decir, el ángulo de salida es el mismo que el de entrada, pero en la parte de atrás del coche.
Qué es el ángulo ventral
El ángulo ventral es el formado por las líneas imaginarias entre los extremos de las ruedas y la parte central de la carrocería. Este ángulo es útil cuando el suelo no es plano, sino que forma picos o crestas, o debemos salvar una roca. Cuando mayor sea este ángulo, más capacidad tendrá el vehículo para sortear el obstáculo sin rozar en los bajos.
Este ángulo depende de dos factores:
- Distancia entre ejes
- Altura libre al suelo
Estos tres ángulos determinarán la capacidad de un vehículo para circular por terrenos irregulares fuera del asfalto: caminos, trialeras, pendientes, zonas rocosas, etc. Cuanto mayores sean, mejor se desenvolverá el coche en estas superficies.