Qué es ‘brainlift’ y por qué se ha convertido en la nueva tendencia en los coches

Los coches ya no sólo se actualizan con cambios estéticos o mecánicos. El brainlift está revolucionando la automoción, alargando la vida útil del vehículo sin modificar su diseño. ¿El futuro de la movilidad?

Qué es ‘brainlift’ y por qué se ha convertido en la nueva tendencia en los coches
Tesla es pionera en la práctica del 'brainlift'.

5 min. lectura

Publicado: 13/03/2025 13:34

Si hay algo que nos ha demostrado la industria del automóvil en los últimos años es que la innovación no tiene freno. Primero fueron los facelifts, esos pequeños retoques estéticos que las marcas aplicaban a mitad de ciclo de vida de un modelo para mantenerlo atractivo en el mercado.

Pero ahora, coincidiendo con el auge del coche eléctrico, ha surgido una nueva tendencia que va más allá del simple cambio de parachoques o faros: el brainlift.

¿Qué es un brainlift y en qué consiste?

El término brainlift se ha popularizado en la automoción para referirse a las actualizaciones de software que mejoran las prestaciones de un coche sin necesidad de modificar su parte mecánica o su diseño físico.

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En otras palabras, es como una ‘actualización de cerebro’ para el vehículo.

La tecnología ha convertido a los vehículos en ordenadores con ruedas, permitiendo así la incorporación de actualizaciones de software - Unsplash

Este concepto ha cobrado fuerza con la llegada de los coches cada vez más digitalizados y conectados, especialmente en el ámbito de los eléctricos.

A diferencia de un facelift, que requiere cambios en la carrocería o el interior, un brainlift puede modificar la experiencia de conducción, el rendimiento del motor o incluso mejorar la eficiencia energética simplemente con una actualización de software.

¿Por qué se ha puesto de moda?

Hay varias razones por las que el brainlift ha ganado protagonismo en la industria:

Por un lado, hemos entrado en la era del coche conectado. Hoy en día, los vehículos modernos están equipados con sistemas operativos complejos, capaces de recibir actualizaciones remotas (Over-The-Air u OTA), de la misma manera que un smartphone o un ordenador.

Y, si bien en algunos casos los fabricantes ofrecen mejoras gratuitas para optimizar el consumo o la seguridad del coche, lo cierto es que el brainlift se ha convertido en un nuevo modelo de negocio.

No en vano, muchas marcas permiten desbloquear funciones premium —o no tanto— mediante pago, como más potencia o asistentes de conducción avanzados.

Finalmente, está el asunto de la sostenibilidad y longevidad. Gracias a estas actualizaciones, un coche puede mantenerse vigente durante más tiempo sin necesidad de cambios físicos, reduciendo el impacto ambiental.

Puerta de un BMW i7

Ejemplos de brainlift en la industria

Varias marcas ya están apostando fuerte por este concepto:

  • Tesla es pionera en las actualizaciones OTA, y ha mejorado la autonomía y el rendimiento de sus coches con simples parches de software. También ha añadido funciones como el Full Self-Driving o el Modo Centinela sin necesidad de modificar el hardware.
  • Volkswagen y su familia ID: sus modelos eléctricos reciben mejoras constantes que optimizan la eficiencia del motor y la interfaz del sistema multimedia.
  • BMW y funciones desbloqueables: la marca bávara ha implementado la opción de activar ciertas características, como los asientos calefactables, mediante suscripciones temporales.

¿El futuro de la automoción?

El brainlift representa un cambio de paradigma en la industria del automóvil en un periodo en el que nos dirigimos hacia un mundo en el que un coche ya no será un producto cerrado al salir del concesionario. Además, podrá evolucionar y mejorar con el tiempo, adaptándose a las necesidades del conductor.

Eso sí, este modelo también plantea retos. ¿Deberían las marcas cobrar por funciones que ya están instaladas en el vehículo, siendo además algunas de ellas básicas? ¿Hasta qué punto pueden mejorar los coches sin depender de cambios físicos? Lo que está claro es que el brainlift ha llegado para quedarse y marcará el futuro de la movilidad.

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