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El cinemómetro es un radar que utiliza ondas de radio o láser y se aplica al movimiento. Su uso más habitual es la medición de velocidad de un objeto en tiempo real y es utilizado por los vehículos de tráfico para controlar y supervisar el cumplimiento de los límites de velocidad en las carreteras.
El radar, término que proviene de «RAdio Detection And Ranging», puede ser utilizado con ondas de radio o láser que miden la velocidad, en cuyo caso hablamos de un cinemómetro.
En España, este tipo de aparatos es controlado por la Dirección General de Tráfico (DGT), excepto en Cataluña y País Vasco, en las que dicha gestión corresponde a los servicios de tráfico de dichos gobiernos autonómicos.
En lo que respecta a las vías urbanas, la instalación de los radares corre a cargo de los ayuntamientos.
Este dispositivo suele hacer uso de un láser infrarrojo que utiliza una frecuencia de 33 MHz y una longitud de onda de 904 nm, midiendo así la velocidad del tráfico rodado. El haz de láser llega al vehículo, reflejando un pulso de luz infrarroja que vuelve al cinemómetro.
El tiempo empleado en dicha operación, así como el intervalo entre pulsos, es el que determina la velocidad del vehículo.
Además del mencionado cinemómetro láser, existen otros tipos:
Cinemómetros ópticos: utilizan haces de luz en la región visible e infrarroja del espectro electromagnético. En este caso la medición de velocidad depende de la energía del reflejo de la luz o los intervalos existentes entre interrupciones de los haces que se producen al ser atravesados por un vehículo.
Cinemómetros de sensor: utilizan cables conectados a bandas piezoeléctricas colocadas sobre el asfalto. Cuando un vehículo pasa por encima, produce presión sobre las mismas y estas emiten impulsos que determinan la velocidad.
Cinemómetros por efecto Doppler: este tipo de cinemómetro es el comúnmente llamado radar y utiliza un transmisor y un receptor de onda continua en la banda de microondas que operan bajo el principio Doppler.
Dicho de otro modo, operan en el cambio de frecuencia aparente de una onda producida por el movimiento relativo de la fuente respecto a su observador. Como ejemplo de ello, podemos imaginar el cambio de sonido que se produce cuando un vehículo se aproxima al radar y, posteriormente, se aleja.
Para controlar el cumplimiento de los límites de velocidad, la Dirección General de Tráfico cuenta con diversos tipos de radares:
El umbral de tolerancia es el margen existente entre la limitación de velocidad de la vía y la limitación de activación del cinemómetro.
En 2015, una nueva ley unificó los márgenes de error de los radares de tráfico. Sin embargo, los avances realizados en materia de tecnología han permitido a la DGT ajustar más dichos márgenes, por lo que los nuevos radares y cinemómetros comenzarán a multar antes.
En concreto, los radares fijos o de instalación estática pasarán a tener un margen de error de 3 km/h en las mediciones inferiores a 100 km/h y del 3 % en las que superen dicha velocidad. Lo mismo vale para los radares de tramo.
En cuanto a los radares móviles instalados en vehículos, el margen de error será de 5 km/h en mediciones inferiores a 100 km/h y del 5 % en las superiores. En los radares de tramo
Los dispositivos de medición aéreos, como helicópteros Pegasus o drones, tendrán desde ahora un margen de error del 5 % para la medida de velocidad, así como del 3 % para la posición y medida de distancias.
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