Diésel B7, B10 y XTL; qué son y cuál es mejor para tu coche

Los coches dotados de motor diésel siguen siendo mayoría en nuestras carreteras. Y es que no en vano este tipo de propulsor ha sido el rey del mercado durante décadas.

Sin embargo, las nuevas normativas anticontaminación y la cada vez más exigente legislación han hecho que este tipo de vehículos haya perdido mucho prestigio, pasando a ser secundario en las cifras de ventas actuales.

En cualquier caso, es muy probable que tengas o hayas tenido un coche diésel y por eso nunca está de más conocer en profundidad los tipos de gasóleo o gasoil que puedes encontrar en el mercado. Y es que sí, estos tres términos hacen referencia a lo mismo, si bien al hablar del combustible en sí lo correcto es utilizar uno de los dos últimos.

Tipos de gasoil o diésel

Podemos decir que existen tres grandes tipos de diésel y que cada uno está dirigido a un tipo de vehículo y uso específico. Son los siguientes:

Gasóleo A o Diésel A

Este gasoil es el que encontramos en las estaciones de servicio o gasolineras y, por tanto, el que se utiliza en automoción de transporte particular. Destaca por lo siguiente:

• Dos tipos: normal y premium
• Mayor refinamiento del petróleo
• Incluye aditivos
• Mejor rendimiento
• Menos emisiones

Gasóleo B o Diésel B

Es el llamado gasoil bonificado, es decir, el que se destina a uso agrícola. Este tipo de combustible se formula para trabajar en motores de tractores y otro tipo de maquinaria de este tipo.

Su precio es inferior porque está bonificado por el Estado. Además, se tiñe de color rojo para diferenciarse del resto de gasóleos.

Gasóleo C o Diésel C

Finalizamos con el gasoil de calefacción, que obviamente es el que se utiliza en calderas destinadas a proporcionar calor en los hogares. Debemos saber que:

• Está prohibido para su uso en vehículos
• Es el de menor calidad
• Provoca averías en los motores
• No se inflama a temperatura ambiente

Tipos de Diésel A o diésel de automoción

Nos centramos ya de manera exclusiva en los tipos de gasóleo de automoción, es decir, los que utilizamos en nuestros vehículos para circular por las carreteras y que encontramos en las gasolineras o estaciones de servicio.

Como hemos dicho anteriormente, es el diésel de mayor calidad y también el más caro. Existen varios tipos:

• Diésel B7: contiene un 7% de biodiésel
• Diésel B10: contiene un 10% de biodiésel
• Diésel B20: contiene un 20% de biodiésel
• Diésel B30: contiene un 30% de biodiésel
• Diésel R33: contiene un 33% de biodiésel procedente de reciclaje
• Diésel B100: formado al completo por biodiésel
• Diésel XTL: es el llamado diésel sintético

Como podemos observar, la única diferencia entre todos ellos es la cantidad de biodiésel que contienen en la mezcla que se realiza con gasóleo derivado del petróleo. Eso sí, no todos funcionan del mismo modo en un motor y, concretamente, el biodiésel B100 necesita de modificaciones específicas para poder ser utilizado sin riesgo de averías en el motor.

¿Quieres saberlo todo sobre el biodiésel, sus ventajas e inconvenientes? No te pierdas este artículo.

¿Qué Diésel puedo echarle a mi coche sin que se averíe?

El Diésel B7 y el B10 son los gasóleos convencionales que encontramos en las estaciones de servicio, por lo que todos los vehículos actuales están preparados para utilizar uno de ellos sin problema alguno. Eso sí, debemos saber cuál es el más recomendable para nuestro coche, del mismo modo que ocurre con la Gasolina 95 y 98, por ejemplo.

El mejor modo de saberlo es mirarlo en la tapa del depósito, donde encontraremos una pegatina con dicha información en todos los coches matriculados desde octubre de 2018 en adelante. También puedes consultarlo en el manual de instrucciones.

Pero si queremos utilizar un gasóleo con mayor concentración de biodiésel, entonces debemos saber que nos enfrentamos a posibles problemas mecánicos al no estar los motores actuales pensados para este tipo de carburante.

Qué es el Diésel R33

Este tipo de gasóleo contiene un 33% de biodiésel, pero a diferencia de los demás esta cantidad proviene del proceso de reciclado de aceites usados y parafinas. Es por ello que su denominación incluye la letra R, y también es conocido como Diésel Azul.

El objetivo de este tipo de combustible es el de reducir en un 20% las emisiones de dióxido de carbono (CO₂) y no está presente en el mercado español, aunque sí se comercializa en Alemania.

Además, el Diésel R33 está homologado según la normativa DIN EN 590, por lo que es compatible con los motores convencionales. Eso sí, es probable que muchos fabricantes no lo aconsejen para su uso de manera habitual.

Finalmente, existe el Diésel XTL, sintético o diésel parafínico. Este combustible es fabricado a partir de material fósil o renovable que obtenido por síntesis o hidrotratamiento, y del cual puedes conocer todos los detalles en este artículo elaborado a tal efecto.