Qué es el freno de mano y cuándo se utiliza
El freno de mano, conocido también como freno de estacionamiento o de emergencia, cumple una función vital para la seguridad del vehículo, ya que lo inmoviliza por completo. Te contamos todo sobre él, incluidos los tipos que existen y qué averías puede sufrir.
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Publicado: 24/10/2023 21:30
Cuando hablamos del sistema de frenos de un vehículo, solemos referirnos más a aquellos elementos que ayudan a detenerlo mientras estamos conduciendo: los frenos de disco o tambor, las pastillas, el líquido…
Sin embargo, no podemos olvidarnos del freno de mano, el cual tiene una gran importancia especialmente cuando el vehículo está detenido, pero también puede utilizarse como freno de emergencia en el caso de que el sistema principal de frenos falle.
Qué es el freno de mano
El freno de mano es una pieza esencial de los vehículos: se trata de un sistema que lo inmoviliza de forma permanente e impide el movimiento de las ruedas una vez que se ha estacionado.
En esencia, el freno de mano o freno de estacionamiento es el responsable de que el vehículo no se mueve una vez que se ha detenido y estacionado, lo que es especialmente importante, sobre todo, si hemos dejado el vehículo aparcado en una pendiente. Aun así, debemos accionarlo siempre incluso cuando el terreno sea llano.
Cuándo se usa el freno de mano
Como decimos, el objetivo principal del freno de mano es inmovilizar el vehículo cuando lo queremos estacionar. Pero también puede ser usado de formas diferentes.
Por ejemplo, se puede emplear para ayudar al avance del vehículo cuando estamos en una pendiente pronunciada, aunque ya hay tecnologías actuales que ayudan en esta tarea. Se trata de una técnica utilizada en los coches con cambio manual, que consiste en lo siguiente.
Con el freno de mano todavía accionado, se trata de levantar el pie del embrague suavemente y acelerar con el pie derecho de la misma forma para darle potencia al vehículo. Cuando se llegue al punto de contacto del acelerador y embrague, se va quitando el freno de mano suavemente y se acelerará para ayudar a que el vehículo no se vaya hacia atrás en la pendiente.
Otra función del freno de mano la encontramos en situaciones de emergencia. En el caso de que el sistema de frenos convencional no funcione, conviene accionar el freno de mano para intentar suplir esa función de detención.
En los coches de carreras, especialmente en los de rallyes, se emplea el freno de mano –en este caso hidráulico– para que el vehículo pueda derrapar en las curvas cerradas y pase a mayor velocidad. Esto se debe de evitar probarlo en carretera abierta, ya que podría derivar en un accidente o, si es visto por un agente, ser considerado conducción temeraria.
Tipos de freno de mano
El freno de mano es un elemento del vehículo que también ha evolucionado mucho con el paso de los años. Podemos hablar de dos tipos de freno de mano: mecánicos y eléctricos.
Freno de mano mecánico
El freno de mano mecánico es el de toda la vida: se activa mediante una palanca ubicada entre los dos asientos delanteros. Esta palanca está conectada a unas varillas que se accionan mecánicamente gracias a esta: la palanca aumenta la presión de frenado cuando se tira de ella.
Las varillas van unidas a la pieza derivadora, de la que a su vez salen los cables, ensamblados a una cuña ubicada en cada una de las ruedas traseras que cumplen la función de inmovilizar el vehículo.
Cuando se baja la palanca del freno de mano, apretando el botón en la parte superior, se desbloquea la cuña y las ruedas pueden rodar sin ningún obstáculo. Para activar de nuevo el freno de mano, se suele usar un movimiento seco hacia arriba, aunque puede requerir un poco de fuerza adicional.
En vehículos pesados, y también en algunos turismos convencionales, el freno de mano se acciona con el pie, en un pedal más pequeño al lado de los tres habituales.
Freno de mano eléctrico
En este caso no hay palanca como tal entre los asientos, por lo que se gana algo más de espacio: en su lugar hay un pulsador o botón con la letra 'P' que, al accionarlo, conecta la parte mecánica en contacto con los frenos.
Se trata de un sistema más sofisticado, cómodo y seguro, que emplea un pequeño motor (o dos motorreductores eléctricos) encargado de tensar el cable cuando el calculador eléctrico recibe la señal del botón físico.
Así, se acciona el mecanismo que frena cada una de las ruedas, que también puede actuar automáticamente sin que el conductor lo accione de manera manual, ya que dicho actuador recibe también la información del embrague, el movimiento del vehículo el motor.
Un testigo con la letra 'P' en color rojo nos indica cuándo está activado, aunque también suele emitir un sonido de funcionamiento que indica cuándo se ha activado el freno de mano.
En caso de emergencia, este tipo de freno de mano se complementa con el sistema ABS. Además, se puede asociar también a un sistema asistente en pendientes, que mantiene el vehículo sin deslizarse hacia atrás durante unos segundos para facilitar la maniobra de arranque.
Para desactivarlo, basta incluso con acelerar el vehículo, aunque en el caso de que el vehículo se haya quedado sin batería, deberemos buscar el manual de instrucciones del fabricante para saber dónde está la llave que permite liberar el freno de manera manual.
Averías habituales en el freno de mano
Como cualquier elemento de seguridad del vehículo, el freno de mano también requiere de revisiones periódicas, especialmente del freno de mano eléctrico, ya que su chequeo es mucho más complicado.
Las averías más habituales son aquellas que no permiten realizar correctamente su función, cuando requiere mucho trabajo levantar la palanca, cuando se da una rotura de algunas de las piezas o cables, o simplemente porque el testigo o la luz no se encienden.
Si notas, por ejemplo, que tras poner el freno de mano el vehículo se desplaza ligeramente, o que la palanca está más alta de lo habitual al tirar de ella, son señales de que puede haber una avería. Lo mejor que puedes hacer es llevar el vehículo a un taller.