¿Qué es el OBD del coche y para qué puede serme útil?
El sistema de diagnóstico llamado OBD (On Board Diagnostics) es un dispositivo que sirve para verificar el estado de un vehículo a través de la centralita y los sensores que le proporcionan información. Conozcamos todas sus particularidades.
Los vehículos de la actualidad son extremadamente complejos y cuentan con sistemas electrónicos y computarizados que son capaces de realizar miles de mediciones y análisis de funcionamiento del vehículo.
Por eso, a la hora de configurar o diagnosticar un vehículo y sus posibles anomalías se hace necesaria una herramienta que permita al profesional realizar sus tareas de forma sencilla y eficaz. Ahí es donde el OBD entra en juego.
Qué es el OBD
Este sistema de diagnóstico del estado de un vehículo nos permite descubrir el estado en el que se encuentra nuestro vehículo y, si se da el caso, descubrir qué avería puede estar sufriendo.
No es raro que, cuando llevamos el coche al taller, nos comenten que es necesario enchufar el mismo al ordenador. Dicha operación no es más que hacer uso del OBD para determinar el estado de los sistemas del vehículo, principalmente los relacionados con la gestión del motor y de los sistemas electrónicos.
Tipos de OBD
El origen del OBD data de 1988 en California, Estados Unidos, a raíz de la imposición de su uso para los vehículos de gasolina con el objetivo de controlar las emisiones de gases y partículas contaminantes.
Ya en 1996, se lanza el OBD II, un sistema obligatorio para todos los automóviles nuevos en Estados Unidos y que llega a Europa en 2000. Este OBD evolucionado sirve para controlar las nuevas normativas anticontaminantes, mucho más estrictas, ya que es capaz de verificar el estado de los sensores relacionados con las emisiones, así como llevar un registro de fallos y sus posibles causas.
El OBD II asigna un código de error para cada fallo según un estándar de cinco dígitos, permitiendo al mecánico identificar el problema y darle solución.
El primer dígito hace referencia a:
- P: electrónica de motor y transmisión.
- B: carrocería.
- C: chasis.
- U: no definido.
El segundo dígito indica la organización responsable de definir el dígito:
- 0: código común a todas las marcas.
- 1: el fabricante del vehículo.
El tercer dígito representa una función específica del vehículo:
- 0: sistema electrónico completo.
- 1 y 2: control del aire y combustible.
- 3: sistema de encendido.
- 4: control emisión auxiliar.
- 5: control de velocidad y ralentí.
- 6: ECU y entradas y salidas.
- 7: transmisión.
Finalmente, el cuarto y quinto dígito están específicamente relacionados con el fallo del vehículo.
Dónde se ubica el puerto OBD
El sistema de diagnóstico debe conectarse a un puerto situado en el vehículo. Aunque no tiene un lugar fijo de ubicación, generalmente es situado por el fabricante a los pies del conductor, bien debajo del volante o en el interior de la caja de fusibles. Dependiendo del vehículo, puede situarse también en la zona central inferior de las plazas delanteras o en el asiento del copiloto.
El tipo de conector comenzó siendo RS-232, como el de las tarjetas PCI de los ordenadores, pero con el paso del tiempo ha ido evolucionando incluso hasta ser posible una conexión a través de Wi-Fi o Bluetooth mediante Apps de móvil u ordenador.
Qué mide el OBD
Como ya hemos dicho, el sistema de diagnóstico OBD controla funciones importantes y dependiendo del tipo de motor que utilice cada vehículo, estas pueden variar.
En motores de gasolina, monitoriza:
- Sistema electrónico.
- Catalizador.
- Sistema de combustión.
- Sistema eléctrico.
- Diagnósticos de fugas.
- Sensores implicados en la emisión de gases del escape.
En motores diésel, monitoriza:
- Fallos en la combustión.
- Sistema EGR.
- Inyección.
- Sensores eléctricos y electrónicos.
Además, el OBD realiza las siguientes operaciones:
- Registra el tiempo transcurrido desde que aparece un fallo hasta que se realiza el diagnóstico.
- Realiza un mapeado de las entradas a los sensores en relación a las condiciones operativas del motor.
- Cada componente se adapta al sistema calibrándose de manera empírica.
Leyes al respecto
El sistema OBD es obligatorio en Europa para vehículos nuevos con motor de gasolina desde 2000, imponiéndose su uso en automóviles con motor a gasóleo desde 2003 y desde 2005 para autobuses y vehículos de más de 3500 kg. de peso.
Además, desde 2018 es obligatorio su uso para determinar errores e infracciones en la Inspección Técnica de Vehículo (ITV) que todo vehículo debe pasar periódicamente. Desde entonces, todos los vehículos de tipo M y N (básicamente turismos y furgonetas) homologados para emisiones Euro 5 y Euro 6, es decir, matriculados desde 2011 en adelante, deben llevar instalado el puerto OBD de manera obligatoria, así como los camiones homologados para la normativa Euro VI (desde 2014).
Gracias a ello, el operario de la ITV puede detectar fallos o manipulaciones a priori imposibles de determinar con una inspección visual como pueden ser problemas en el sistema ABS, airbags o centralita electrónica.
Desde su instauración, la inspección desfavorable de vehículos ha aumentado en más de un 10% gracias al OBD y su capacidad de diagnóstico.
Utilidad para el usuario particular
Actualmente, es posible adquirir sistemas de diagnóstico OBD para particulares por precios bastante reducidos (desde los 10 euros). Eso sí, la información que proporcionan es bastante limitada y su fiabilidad, relativa.
Este tipo de sistemas nos pueden permitir leer en tiempo real los valores de los sensores de nuestro vehículo, así como a determinados códigos de avería, que en muchos casos son específicos para cada modelo y marca. Eso hará que en muchos casos sea necesario disponer del software específico de nuestro coche en concreto y eso sí que puede salir muy caro a la hora de adquirirlo.
Las máquinas de diagnóstico de los talleres mecánicos tiene un coste muy superior (alrededor de los 1000 euros) y, claro está, son mucho más completas y fiables. En cualquier caso, es necesario tener conocimientos mínimos para no provocar una avería en el vehículo (ya que pueden modificarse parámetros) y saber interpretar los datos que nos proporcionan, tanto las más básicas como las de uso profesional.