Qué es la refrigeración de un coche, cómo funciona y qué partes tiene

El sistema de refrigeración del coche es clave para evitar el sobrecalentamiento del motor. Descubre cómo funciona, las piezas que lo componen y cómo mantenerlo en buen estado para garantizar la seguridad y el rendimiento de tu vehículo.

Qué es la refrigeración de un coche, cómo funciona y qué partes tiene
Vehículo con el radiador al descubierto - Unsplash

6 min. lectura

Publicado: 26/11/2024 17:40

El sistema de refrigeración es una parte esencial de cualquier vehículo, ya que su función principal es mantener el motor a una temperatura óptima de funcionamiento.

Sin este sistema, el motor se sobrecalentaría rápidamente debido al calor generado por la combustión y la fricción interna, lo que acabaría provocando daños graves. En este artículo, explicaremos qué es la refrigeración de un coche, cómo funciona y cuáles son sus componentes principales.

¿Qué es el sistema de refrigeración de un coche?

El sistema de refrigeración es un conjunto de componentes diseñados para disipar el calor generado por el motor durante su funcionamiento. Este calor, si no se controla, puede superar los 1.000 grados Celsius en la cámara de combustión, poniendo en riesgo las piezas del motor.

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Por tanto, el sistema de refrigeración es vital para garantizar que el motor opere dentro de un rango de temperatura seguro, generalmente entre 90 y 100 grados Celsius.

Además, el sistema de refrigeración también tiene un papel crucial en climas fríos, ya que ayuda a calentar el motor y proporciona calefacción al habitáculo.

El motor debe mantenerse a temperatura constante para garantizar su correcto funcionamiento. Imagen: Freepik

¿Cómo funciona el sistema de refrigeración?

El funcionamiento del sistema de refrigeración se basa en un fluido que circula por el motor para absorber el calor y luego lo disipa en el radiador.

Dicho fluido, generalmente, se compone de una mezcla de agua destilada y otros componentes que dan como resultado lo que conocemos como líquido refrigerante-anticongelante.

Este proceso sigue varios pasos:

  1. Absorción del calor: el líquido refrigerante se bombea a través de los conductos del motor, donde absorbe el calor generado durante la combustión.
  2. Enfriamiento: una vez que el líquido está caliente, se dirige al radiador. Allí, el calor se transfiere al aire ambiente gracias a las aletas del radiador, ayudado por el ventilador en caso de necesidad.
  3. Recirculación: el líquido refrigerante enfriado regresa al motor para repetir el ciclo.

Este proceso se mantiene de manera continua mientras el motor está en funcionamiento, garantizando una temperatura estable.

El calor del motor es aprovechado para proporcionar calefacción al habitáculo. Imagen: Freepik

Partes del sistema de refrigeración

El sistema de refrigeración de un coche está compuesto por varios elementos que trabajan de forma conjunta:

  • Radiador: es el componente principal donde el líquido refrigerante cede el calor al aire. Está fabricado con materiales conductores como el aluminio, y su diseño con aletas maximiza la superficie de contacto para mejorar la disipación térmica.
  • Líquido refrigerante-anticongelante: no sólo absorbe el calor, sino que también protege el sistema contra la corrosión y evita que el líquido se congele o hierva.
  • Bomba de agua: se encarga de hacer circular el líquido refrigerante por todo el sistema, asegurando un flujo constante desde el motor hasta el radiador.
  • Ventilador: se activa cuando el flujo de aire natural no es suficiente para enfriar el radiador, como en atascos o velocidades bajas.
  • Termostato: regula el flujo del líquido refrigerante al radiador dependiendo de la temperatura del motor. Permite que el motor alcance rápidamente su temperatura de funcionamiento ideal y la mantenga estable.
  • Depósito de expansión: es un recipiente donde el líquido refrigerante se expande y contrae dependiendo de las variaciones de temperatura. También sirve como indicador del nivel de refrigerante.
  • Sensores de temperatura: detectan la temperatura del líquido refrigerante y envían esta información a la centralita del coche para ajustar el funcionamiento del ventilador o activar alertas si la temperatura es demasiado alta.
Si el motor se sobrecalienta, puede provocar una avería grave. Imagen: Freepik

Mantenimiento del sistema de refrigeración

El buen estado del sistema de refrigeración es clave para evitar averías. Estas son algunas recomendaciones para su mantenimiento:

  1. Revisar el nivel de refrigerante: comprobar regularmente el nivel en el depósito de expansión y rellenar si es necesario.
  2. Cambiar el líquido refrigerante: sustituirlo según las recomendaciones del fabricante para mantener sus propiedades.
  3. Inspeccionar mangueras y conexiones: verificar que no haya fugas ni signos de desgaste.
  4. Controlar el radiador: limpiarlo periódicamente para evitar obstrucciones.

El sistema de refrigeración es indispensable para garantizar la vida útil y el rendimiento del motor. Entender su funcionamiento y realizar un mantenimiento adecuado puede evitar averías costosas y prolongar la durabilidad de tu coche.

Si notas problemas como sobrecalentamiento, fugas de líquido refrigerante o un mal funcionamiento de la calefacción, es crucial acudir a un taller especializado para una revisión.

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