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El retrovisor digital reemplaza los espejos tradicionales con cámaras y pantallas, proporcionando una visión más clara y amplia del entorno del vehículo. Exploraremos su tecnología, beneficios y cómo mejora la seguridad y la comodidad en la conducción.
Los retrovisores son un elemento fundamental que nos proporciona seguridad durante la conducción, por lo que la industria del automóvil está en constante desarrollo para la mejora del confort y la seguridad.
Gracias a los retrovisores digitales, se podrán evitar algunos accidentes que son producidos por falta de visibilidad por no tener los retrovisores en correcto estado, por ejemplo.
Un retrovisor digital es aquel que sustituye al convencional a través de cámaras las cuales envían la imagen a una pantalla, la cual se encuentra dentro del vehículo, una al lado del volante y otra en el lado del copiloto. Estás cámaras están instaladas fuera del vehículo, en ambos lados, donde se encontraban los retrovisores convencionales.
Cada vez más marcas, siendo Audi una de ellas, están introduciendo este sistema en algunos de sus vehículos para favorecer el confort de los conductores y aumentar la seguridad durante la conducción. Los retrovisores digitales nos permiten una visibilidad mejor ante las inclemencias del tiempo o meteorológicas.
En caso de lluvias fuertes, hielo o formación de vaho, los retrovisores digitales cuentan con un sistema que proporciona calor a las cámaras para poder permitir al conductor ver todo lo que ocurre a su alrededor en todo momento.
Las ventajas del retrovisor digital son claras, siendo alguna de ellas las siguientes:
No todo es perfecto, y es que los retrovisores digitales también cuentan con alguna desventaja. En caso de conducir de noche las luces led de los coches de alrededor pueden marear, fatigar o distraer al conductor. Además sin luces en el entorno, las cámaras no captan la imagen deseada por lo que habría una menor visibilidad.
Por otro lado, y no menos importante que el resto es el coste de los retrovisores digitales, al comprar un coche con este extra aumenta su precio, así como el coste de reparación que es bastante más elevado que el de los retrovisores convencionales.
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