Qué es una zapata de freno, para qué sirve y cuánto cuesta cambiarla

Una zapata de freno es un componente esencial en los sistemas de frenos de tambor. Su función es generar fricción contra el tambor de freno para reducir la velocidad del vehículo o detenerlo.

Las zapatas están recubiertas con un material de fricción (similar al de las pastillas de freno en los sistemas de frenos de disco) que soporta las altas temperaturas y la presión generadas durante la frenada.

El funcionamiento de las zapatas es sencillo: cuando se aplica el freno, las zapatas se expanden hacia afuera y entran en contacto con el tambor, que gira junto con la rueda. Esta fricción reduce la energía cinética del vehículo, permitiendo la desaceleración.

Aunque hoy en día los frenos de disco son los más apreciados en los coches, los frenos de tambor siguen usándose en muchos de ellos, así como en vehículos más grandes como camiones o remolques.

¿Cuántos kilómetros duran unas zapatas de freno y cuánto cuesta cambiarlas en España?

La duración de las zapatas de freno depende de varios factores, como el tipo de conducción, el peso del vehículo y el terreno por el que se circula. En condiciones normales, las zapatas tienen una duración media de 100.000 kilómetros.

Si conduces principalmente en ciudad, donde se utiliza el freno con más frecuencia, su desgaste será mayor y podrían necesitar un cambio antes de dicho kilometraje. En cambio, en trayectos largos o en autopista, las zapatas suelen durar más tiempo porque los frenos se utilizan en menor medida.

El precio de sustituir las zapatas de freno varía según el tipo de vehículo, la marca de las piezas y el taller. En general, el coste del cambio de zapatas en España suele oscilar entre:

• Precio de las zapatas: entre 20 y 80 euros por el juego de zapatas, dependiendo de la marca y la calidad.
• Mano de obra: entre 50 y 100 euros, dependiendo del taller y la complejidad del trabajo.

En total, el coste de cambiar las zapatas de freno puede estar entre 70 y 180 euros. Es recomendable solicitar un presupuesto en varios talleres para comparar precios y asegurarte de que el trabajo incluye también la revisión de otros componentes del sistema de frenos, como los tambores.

¿Qué averías son comunes a las zapatas de freno?

Las zapatas de freno pueden presentar ciertas averías con el tiempo debido al uso o a la falta de mantenimiento.

Desgaste excesivo del material de fricción

Con el tiempo, el material de fricción que cubre las zapatas se desgasta debido al contacto constante con el tambor de freno.

Este desgaste es normal, pero si se dejan sin reemplazar durante mucho tiempo, las zapatas pueden quedar sin revestimiento, lo que podría causar pérdida de eficiencia en el frenado y daños en los tambores.

Desajuste o fallo en el resorte de retorno

Las zapatas de freno están sujetas con un resorte que les permite regresar a su posición original tras liberarse el freno. Si este resorte se desgasta o rompe, las zapatas pueden quedar parcialmente en contacto con el tambor de forma continua, lo que puede causar sobrecalentamiento o ruido constante.

Contaminación del material de fricción

Las zapatas de freno pueden contaminarse con líquido de frenos, aceite o grasa si hay una fuga en el sistema hidráulico o una mala instalación. Cuando esto ocurre, las zapatas pierden su capacidad de generar fricción correctamente, lo que provoca frenado ineficiente y sensación de freno esponjoso.

Así es un disco de tambor y así se cambian las zapatas del mismo.

Desgaste desigual

Si las zapatas no están ajustadas correctamente o si los tambores están deformados, es posible que se desgasten de manera desigual. Esto provoca vibraciones al frenar o desequilibrio en la frenada. Es decir, que el coche puede desviarse hacia un lado al frenar.

Fisuras o grietas en las zapatas

El material de fricción de las zapatas puede agrietarse o fisurarse debido a cambios bruscos de temperatura o uso excesivo. Estas grietas pueden reducir la capacidad de frenado y producir ruidos anormales.

Desajuste en el freno de mano

Las zapatas de freno están conectadas al freno de mano en muchos vehículos, especialmente en aquellos con frenos de tambor en el eje trasero. Si hay un desajuste en el sistema, el freno de mano puede no funcionar correctamente, lo que puede comprometer la seguridad en pendientes.