El mejor juguete del mercado
Toyota se ha sacado de la manga un coche que no deja indiferente a nadie. Su mecánica, sus prestaciones o sus sensaciones, son algunos de los aditamentos protagonistas de este coche que, por méritos propios, se ha convertido en todo un objeto de culto y una tentación para todo petrolhead.
Su pequeña distancia entre ejes, la elevada potencia y la tracción variable hacen de este coche un juguete con el que pasarlo bien desde el primer momento en que arrancas sus 3 cilindros. Su transmisión completa la conjunción perfecta. Aunque si tenemos que sacar algún pero, quizás el GR Yaris, peque que un consumo de combustible más elevado de lo esperado o unas plazas traseras, así como el maletero, de un espacio bastante justo.
Pero estos inconvenientes pueden quedarse en nada en el momento en que liberamos sus 261 CV y nos limitamos a disfrutar de una carretera de curvas. La estética ha sido diseñada para que llame la atención, con unas vías ensanchadas y unos parachoques más agresivos. La única opción que podremos escoger, es el Circuit Pack, por unos 5.000 euros adicionales y que añade al conjunto, unas pinzas de freno en color rojo, unas llantas específicas, suspensiones más rígidas y unos diferenciales Torsen tanto delante como detrás. Es la opción más recomendable si piensas habitar regularmente la pista de un circuito, en caso contrario, con la versión estándar tendrás diversión continua sin necesidad de más.
Nos gusta
- Diseño
- Mecánica
- Equipamiento
Mejorable
- Maletero
- Consumo algo elevado
8,2
Diseño9,0
Consumo7,0
Conducción10,0
Calidades8,0
Habitabilidad7,0