Un aparcacoches motivado y un Corvette C7 Stingray de 450 CV
Los aparcacoches tienen uno de los trabajos más deseados del mundo. Por sus manos pueden llegar a pasar verdaderas joyas de incalculable valor y potencia. En este caso hablamos de un Corvette C7 Stingray, y de un aparcamiento de un hotel de Costa Mesa, California y de un aparcacoches que se motiva demasiado.
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Publicado: 16/12/2014 12:00
Los aparcacoches tienen un trabajo sencillo a la par que complejo. Deben tomar prestado por unos momentos los coches de sus clientes y dejarlos guardados a buen recaudo. Sin embargo muchas veces pasan por sus manos coches de un valor considerable, en estos casos lo mejor es actuar con la máxima de las prudencias y precauciones, algo que no todo el mundo cumple.
Uno de esos casos es el de este buen hombre. Emocionado ante el hecho de pillar un nuevísimo Corvette C7 Stingray, no se le ocurre otra cosa que pegarle un buen acelerón al coche, haciendo una pequeña Drag Race, con velocidades cercanas a los 90 Km/h dentro de un parking. Sabemos que la tentación era mucha, a casi todos nos hubiera pasado lo mismo, pero un poco de cabeza, que no es tuyo y te juegas el trabajo.
Sin embargo, lo peor de todo es que el hombre, creyéndose estar lejos de las miradas de indiscretos fue captado por nada más y nada menos que el propio sistema de grabación que el dueño hizo instalar en su Chevrolet. El incidente no pasa a mayores, el coche no resulta dañado ni nada, pero es de imaginar que no le haría mucha gracia, teniendo en cuenta que como poco habrá pagado 54.000 dólares por él.
Tampoco sabemos si la actitud de este aparcacoches le ha supuesto el despido, tampoco nos extrañaría. Pero bueno, no deja de ser curioso que pasen estas cosas cuando creemos dejar nuestro coche en sus manos. Hay que decir que los Valet, o aparcacoches, pueden llegar a acumular una pequeña fortuna en propinas, llegando a los varios miles de euros al mes, aunque eso sí, en lugares tan exclusivos como Mónaco.