Volkswagen ha conformado alrededor del Transporter
una auténtica familia de vehículos. La icónica y mítica «Bulli» de Volkswagen Vehículos Comerciales ha sido la pieza clave de una línea de modelos orientados a públicos y nichos de mercado específicos. Un modelo usado como base para la creación de furgonetas tan conocidas y populares como es el caso del Volkswagen Caravelle.
Tomando como punto de partida el mencionado vehículo comercial ligero ha sido creado un importantísimo monovolumen. Una opción de movilidad práctica y confortable perfecta tanto para el ámbito familiar como laboral. Este turismo ofrece un nivel de confort y dinamismo que se acerca, y mucho, al de un monovolumen clásico.
Desde el inicio de la denominada «fiebre SUV» se han producido toda una serie de importantísimos cambios. Determinados tipos de vehículos que hasta hace no muchos años desempeñaban un papel protagonista ahora son testimoniales o, directamente, están al borde de la desaparición. Los monovolúmenes han sido uno de los coches más afectados por el auge de los todocaminos. Es por ello que, como si de una especie de «vasos comunicantes», hace años que las furgonetas se han convertido en los nuevos monovolúmenes.
Las versiones turismo basadas en vehículos comerciales tienen un predicamento creciente en el Viejo Continente. Y es aquí donde entra en escena el Caravelle. Es un práctico vehículo de enfoque familiar que se caracteriza, especialmente, por su espacioso habitáculo que se puede configurar y/o adaptar a usos muy dispares.
El Caravelle es una furgoneta, o más bien monovolumen, de tamaño grande. Está disponible en dos tamaños de carrocería. Tenemos por una parte el modelo de batalla corta que mide 4,90 metros de largo y, en un nivel superior, se encuentra el modelo de batalla larga que alcanza los 5,30 metros de largo.
Las versátiles opciones de asientos en el Caravelle ofrecen la máxima flexibilidad. Está disponible con un interior que va desde las cuatro hasta las nueve plazas. Un sistema modular de fijación hace que quitar, colocar y cambiar asientos sea sumamente fácil. Además, hay diferentes tipos de asientos. Desde banquetas de dos y tres plazas hasta asientos individuales.
Está encuadrado en un segmento donde existe una enorme competencia. A diario debe enfrentarse a una larga lista de adversarios y es que, como hemos señalado previamente, hace tiempo que las furgonetas se han convertido en los nuevos monovolúmenes. Entre los principales rivales del Volkswagen Caravelle se encuentran modelos como el Toyota Proace Verso, el Opel Zafira Life, el Peugeot Traveller, el Citroën SpaceTourer, el FIAT Ulysse, el Renault Trafic, el Nissan Primastar y el Mercedes Clase V.
La gama de motores del Volkswagen Caravelle está compuesta por una pequeña pero interesante selección de motorizaciones diésel. Este monovolumen renuncia a la electrificación para apostarlo todo a las mecánicas convencionales y más tradicionales. Y es que el diésel sigue siendo la elección más racional para aquellos conductores que apuestan por este tipo de vehículos.
El rango de potencias de los motores diésel del Caravelle arranca desde los 110 CV y alcanza los 204 CV. En función del motor elegido nos encontraremos con una caja de cambios manual o una transmisión automática DSG de doble embrague. También se puede elegir entre una configuración de tracción delantera y de tracción total 4Motion.
Es producido en territorio europeo. Luce el sello «Made in Germany». El Volskwagen Caravelle se fabrica en Alemania. En concreto, el proceso de producción en serie se lleva a cabo en unas instalaciones del Grupo Volkswagen localizadas en Hannover.