Volkswagen T-Cross

En pleno auge de la denominada «fiebre SUV», el coloso Volkswagen decidió apretar el acelerador en su ofensiva de producto. El fabricante alemán había establecido por aquel entonces una ambiciosa hoja de ruta que incluía el lanzamiento de una larga lista de modelos. Los vehículos tipo SUV representaban el grueso de estos nuevos modelos. Algo lógico si tenemos en cuenta el papel que desempeñan los todocaminos en el Viejo Continente.

Volkswagen puede presumir de tener una gama SUV amplia y variada. Tiguan y Touareg son denominaciones comerciales muy importantes. Incrementar la oferta por la parte alta de la gama era complicado. Es por ello que, en el año 2016, la compañía alemana desveló sus planes por incorporar a su línea de turismos un todocamino pequeño. El Volkswagen T-Cross.

El T-Cross puede presumir de ser el SUV más pequeño (y asequible) de Volkswagen. Un modelo emparentado a nivel técnico con el Volkswagen Polo. En el Salón del Automóvil de Ginebra celebrado en 2016 se ofreció un anticipo del T-Cross a través de un modelo conceptual. El Volkswagen T-Cross Breeze Concept. A pesar de que este concept car era un descapotable, el modelo de producción carecería de dicha característica.

No fue hasta finales de 2018 cuando tuvo lugar la entrada en escena de la versión de producción del T-Cross. Un modelo que, como veremos más adelante, luce el sello «Hecho en España». Y es que, como bien hemos señalado, está estrechamente ligado con el Volkswagen Polo, un modelo fabricado en territorio español.

Volkswagen decidió ampliar la gama T-Cross en enero de 2021 con el nivel de acabado R-Line. De esta manera, el pequeño SUV de Volkswagen pasó a integrarse en la familia de modelos que cuentan con versión R-Line. No hay planes para lanzar al mercado un hipotético Volkswagen T-Cross GTI, y menos aún un Volkswagen T-Cross R. Por lo tanto, se trata de su configuración más exclusiva.

Lejos de las fronteras europeas se comercializa con otros nombres. En China, el T-Cross se llama Volkswagen Tacqua. En la India (y otros mercados) se llama Volkswagen Taigun. La compañía aprovechó el desarrollo para dar vida a un vehículo de carácter global.

En el año 2023 recibió una importantísima puesta a punto. El T-Cross fue objeto de un lavado de cara. Una actualización de mitad de ciclo que permitirá a la primera generación poder afrontar el resto de vida comercial que le queda por delante. Este «facelift» introdujo en la gama novedades en materia de diseño, de tecnología y de mecánica.

Es un vehículo pequeño. Mide 4,13 metros de largo. Una longitud que le encuadra en el competido segmento B-SUV. En su interior hay cinco plazas. A pesar de ser un vehículo muy compacto, tiene un habitáculo espacioso. La distancia entre ejes alcanza los 2,55 metros. El maletero cubica un volumen de carga de 455 litros. Una cifra que se puede ampliar abatiendo los respaldos de los asientos posteriores.

En su corta trayectoria comercial no lo ha tenido nada fácil. Y es que ha tenido que enfrentarse a duros competidores. Entre los principales rivales del Volkswagen T-Cross se encuentran modelos tan importantes como el SEAT Arona, el Peugeot 2008, el Citroën C3 Aircross, el Renault Captur, el Hyundai Bayon y el KIA Stonic. La oferta de B-SUV es muy amplia en el Viejo Continente.

El equipamiento tecnológico es otra de las bazas que juega el T-Cross para cautivar al exigente público europeo. Entre otros equipamientos dispone de control de crucero adaptativo, espejo retrovisor interior con función antideslumbramiento, sensores de aparcamiento, cuadro de instrumentos digital, asistente de marcha atrás, selector de modos de conducción, sensor de lluvia y respaldo del asiento del copiloto abatible.

La gama de motores del Volkswagen T-Cross está compuesta de manera exclusiva por mecánicas de gasolina. Y todas ellas convencionales. Es uno de los pocos modelos de Volkswagen que, a día de hoy, renuncia a la electrificación. La opción de acceso está fijada por un motor 1.0 TSI de 95 CV y, como alternativa más prestacional, hay disponible un motor 1.5 TSI de 150 CV respectivamente.

En función del motor configurado nos encontraremos con una caja de cambios manual o una transmisión automática DSG de doble embrague. No hay posibilidad de tracción 4Motion. Todas las motorizaciones presentan una configuración de tracción delantera.

Es un coche «Made in Spain». El Volkswagen T-Cross se fabrica en España. En concreto, el proceso de producción en serie se lleva a cabo en unas instalaciones del Grupo Volkswagen localizadas en Pamplona, Navarra. En esta planta se fabrican otros modelos de la marca alemana, como es el caso del Volkswagen Polo y del Volkswagen Taigo. Todos utilizan la plataforma MQB A0. Por lo tanto, tiene sentido que sean fabricados en el mismo centro de producción de vehículos.